Aprosexia: qué es, causas, síntomas y tratamiento

La aprosexia es la dificultad de fijar la atención y/o la incapacidad de concentrarse y poner atención en un determinado estímulo. Este cuadro clínico es considerado un trastorno de atención y puede ser incluido dentro del grupo de los trastornos por déficit de atención e hiperactividad.

Si bien es cierto que la aprosexia no circunscribe la hiperactividad como rasgo, existen algunos patrones que entran dentro de los parámetros expuestos en el DSM-V^[1] para concretar un diagnóstico. Los vemos a continuación:

• Patrón persistente de falta de atención y/o hiperactividad.
• Fallas atencionales en el cumplimiento de tareas escolares y/o laborales.
• Dificultad para mantener la atención en actividades recreativas.
• Inconvenientes en la organización de espacios y tiempos.
• Presencia de síntomas antes de los 12 años de edad.
• Deterioro de las relaciones laborales, sociales y familiares.
• La alteración no puede ser explicada a causa de otro trastorno mental y/o debido a la ingesta de medicamentos.

Conocer las causas de la aprosexia permite encontrar las mejores estrategias para abordar esta problemática. Por ello, a continuación, te contaremos qué causa la aprosexia:

• Factores genéticos: los genes juegan un papel trascendental en el desarrollo de la personalidad. En este sentido, cabe destacar que hay diversas estructuras de la corteza cerebral que se encargan de procesar la información proveniente del entorno. Así pues, si algún progenitor sufre de aprosexia, es posible que su descendencia padezca la misma afección, pues esta puede transmitirse a través de los genes.
• Factores ambientales: las vivencias que se experimentan en etapas vitales tempranas tienen una gran influencia en la construcción de la personalidad de cada individuo. Aquí debemos tener en cuenta que ciertas situaciones relacionadas con la falta de atención, la violencia familiar y con los maltratos verbales y/o físicos, pueden tener un efecto directo sobre la incapacidad de fijar la atención de una persona. En consecuencia, la aprosexia puede ser un mecanismo de defensa frente a traumas psicológicos.

A la hora de determinar el diagnóstico de la aprosexia, es importante conocer las manifestaciones que suelen aparecer, tanto a nivel físico como en el plano emocional y conductual. A continuación, situaremos los principales síntomas de la aprosexia:

• Dificultades para dormir.
• Falta o incapacidad de atención.
• Fatiga.
• Molestias respiratorias.
• Ansiedad.
• Angustia.
• Baja autoestima.

Aun así, la presencia de alguno de estos síntomas de forma aislada no implica necesariamente que estemos frente a un cuadro clínico de aprosexia. Para determinar que se trata de esta problemática, el diagnóstico debe realizarlo un profesional de la salud mental que tenga en cuenta las características de cada paciente.

Afortunadamente, a día de hoy existen métodos para tratar la aprosexia y que permiten mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen. En los siguientes párrafos, te mostraremos los tratamientos más efectivos para abordar esta problemática:

• Terapia psicológica: existen diversos métodos terapéuticos para resolver los conflictos personales. En el caso de la aprosexia, uno de los enfoques más importantes es la terapia cognitivo conductual, pues esta trabaja las emociones, pensamientos y conductas de la persona que provocan los síntomas mencionados anteriormente. Más aún, este tratamiento brinda diferentes herramientas para afrontar situaciones en las que se requiere la atención sostenida de un modo más ameno.
• Farmacología: los medicamentos que actúan sobre los niveles atencionales del ser humano son una herramienta efectiva para tratar la aprosexia. En general, el uso de medicación ayuda a fijar la atención y a disminuir la distraibilidad, dado que modifica las conexiones neuronales de la corteza cerebral vinculadas con capacidad atencional.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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