Aspectos teóricos de la creatividad

Aspectos teóricos de la creatividad

Como uno de los tantos quehaceres de hombre la Música en sus tantas y variadas formas ha expresado no solo una necesidad social sino uno de los aspectos más trascendentes de la Creatividad Humana. Tal como la imagen impresa de la gran "Gestalt" del Creador, quién habría realizado su obra universal desde la misma Palabra. Que el Arte tiene por hijas a todas las creaciones pictóricas, escultóricas, literarias, musicales, teatrales, danzantes, etc. es un hecho indubitable desde el principio de los tiempos en los que el Hombre fue "arrojado al mundo " en el decir de Kierkegaard y se vió envuelto en una Naturaleza que conforma parte substancial de su Vida desde entonces y para siempre. Todo el Universo forma, según mi vivencia particular, una gran constelación de ritmos, melodías y armonías como si fuera un gran concierto eterno.

En este artículo de PsicologíaOnline, hablamos sobre los aspectos teóricos de la creatividad.

Creatividad: definición e importancia

La creatividad, al ser uno de los procesos psíquicos más sofisticados y estructurados, permite la realización de las más diferentes, complejas y trascendentes actividades humanas. En este proceso creador toda nuestra personalidad se halla comprometida.

Por su articulación con la naturaleza humana, la creatividad es una fuente indispensable desde la que es posible obtener para llevar a la práctica en la forma más concreta posible todo aquel caudal de recursos que se hallan "dormidos" en nuestro psiquismo. A estos recursos potenciales quizás, deberíamos recurrir en todos los momentos de nuestra vida en los que se producen cambios de un alto contenido significativo.

La creación o el acto de crear es una característica esencial del ser humano. Es este uno de los misterios que se hallan en el fondo de nuestro inconsciente. Será en la creación en la que "algo" que no era pasa ser, y será el hombre quien posee poder de crear y modificar la naturaleza de las cosas que le servirán de "sustento" diario y trascendente.

Cuando analizamos la historia de la creatividad, nos maravillamos del enorme progreso que se manifiesta en el siglo XX: teorías atómicas, relatividad, mecánica cuántica, física nuclear, genética, inmunología, cibernética, radioastronomía .En estos descubrimientos el hombre da cuenta de la íntima naturaleza de las cosas, las que como siempre, nunca son tal como totalmente aparecen a nuestros sentidos. Cuando se crea, el hombre se acerca a las esencias, pero, cuando se repite, solo se llega a una mera apariencia.

Será en la obra de arte como tal (arte del latín "artao": unir partes), unirá cósmicamente (ordenadamente) todo aquello que al hombre se le presenta caótico. De esta manera, el Arte (aunque no todas las veces) evidencia ese aspecto organizador, sea tendencia al equilibrio y a la armonía innatos en la conciencia humana. También podríamos hablar de "otro orden" o bien de "un nuevo orden", cuando la obra de arte o de la técnica -ya que ambas son complementarias- presenta formas que se apartan de las concepciones clásicas. La incertidumbre que caracteriza a estos finales de siglo, presenta aquí también en sus singulares credenciales.

Toda creación humana avanza en el sentido de incrementar el orden y ordenar lo desparejo aún cuando ciertos desórdenes nos produzcan tanto placer estético. La creación humana se desarrolla y desarrollaría en el sentido de dar sentido a la vida.

No obstante, la creatividad no se desarrolla en forma constante. Existen ciertas imprecisiones en la emergencia de la misma. Hay tiempos históricos en los que la creatividad es más profunda y otros en los que no aparece. En este sentido, se podría decir que la creatividad tanto en el creador como en la creación histórica, avanza por saltos. Saltos de naturaleza epistemológica. Estos podrán observarse tanto en la creación de la técnica como en la creación artística ya sea esta, musical, literaria, pictórica.

Una creación sucede a otro como en un collar de perlas verdaderas, entre las que, existe una necesaria separación témporo-espacial. Su unidad le dará la veracidad y la certeza de sus contenidos.

Será en la actual creatividad humana donde encontraremos estas cuatro características:

  1. Son de un alto y complejo nivel,
  2. casi todos los creadores están muertos,
  3. todos estos cambios afectan a una parte de la naturaleza humana y
  4. crece en forma despareja (nuestra física sería mejor que la de Aristóteles, pero la escultura contemporánea no superaría a la clásica). La música de Mozart, Beethoven o Brahms conservan su vigencia orgánica y estructural hasta estos mismos tiempos que nos toca vivir.

Objetivos

Teniendo en cuenta algunos y otros factores enunciados precedentemente podemos considerar a este artículo como importante para toda aquella actividad en la que la técnica y los factores artísticos se encuentren reunidos. Hemos propuesto por el momento cuatro objetivos sustanciales:

  1. Reflexionar sobre la propia capacidad creativa conociendo, presenciando y obrando acorde con lo que cada persona puede y quiere hacer. Poder y querer están inextricablemente relacionados.
  2. Promover la creatividad auténtica, reuniendo a los propios e innatos recursos que cada ser humano posee, desmitificando los fáciles recursos del plagio y la copia.
  3. Proponer un modo de creatividad individual y grupal, teniendo en cuenta no solo las necesidades del creador sino también las del momento histórico que vive.
  4. Establecer la recuperación de la ética que propone todo acto creativo cuando es auténtico y está al servicio del Bien Común.

En la Música es donde la creatividad parece haberse encarnado con más ahínco. Se hace música en todos los pueblos del mundo. Música tanto popular o profana como religiosa, acompañando ambas al continuo devenir de la Humanidad.

Aspectos teóricos de la Creación/Creatividad

Desde tiempos inmemorables, la Creación ha ocupado en forma preocupante, la mente del hombre. Preguntas acerca de la Creación siempre han suscitado en la Humanidad, interrogantes de todo tipo. Es así que tanto los mitos como las leyendas e interpretaciones fantásticas acerca de cuándo, por qué y para qué ha sido creado el hombre, ha generado un más allá hermenéutico del cual también se han ocupado todas las ciencias acorde con sus campos de investigación.

Pero será la religión quien desde su inicio ha tenido a la Creación como el punto de partida de todo lo creado. Creación que no ha sido terminada, sino que continúa en un profundo proceso de re-creación. De este proceso de re-creación dará cuenta la Creatividad.

Según nuestro criterio, la Creación se corresponderá con un plan divino y la Creatividad con un plan humano. De este modo, deslindamos los planos de aplicación de ambas palabras, aunque queremos dejar sentado que la Creatividad se desprende de hecho, de la misma Creación.

Pero para acceder a la Creatividad acorde con una articulación que desarrollé en Psicología del deporte, utilizaremos el dominio especializado de la ciencia humana. También esto es posible en otros ámbitos de la Psicología aplicada.

A tal efecto el método más sincero, será el de encontrar bases sólidas reuniendo la mayor cantidad de información disponible partiendo de aquel aforismo que propone Husserl, es decir "volver a las cosas mismas". Para esto, si recorremos la historia, a su largo, encontraremos hombres que han aportado contribuciones de excepcional importancia en los diversos campos de actuación de nuestra especie. Artistas, técnicos, visionarios, innovadores en todas las áreas han dejado firmes testimonios de la alta capacidad simbólica que posee humano y que de suyo, marca el abismo entre lo que es netamente humano y la pretendida evolución desde la especie animal, aún cuando esta sea comprobable. Es obvio que si todos compartimos este mundo, tengamos "cosas"parecidas para habitar en él. Pero, el hecho de que a nuestro sistema neuro-vegetativo lo llamemos así, y de vez en cuando encontremos humanos a los que llamamos no sin cierto prejuicio "vegetales", en muy poco podemos asimilar un vegetal a la notable y maravillosa "máquina" que es el hombre. Obviamente que los vegetales tienen lo suyo! Y qué decir de los árboles nuestros amigos más antiguos y serenos!

El acto de crear es una característica esencialmente humana y solo el hombre puede realizar este acto infinitamente creador que aún hoy en día, se nos presenta como una especie de misterio por su sentido y su relación con lo más profundo que poseemos, nuestra trascendencia.

La Palabra y el gesto de la Creación

Será por medio de la palabra o por medio del gesto creativo que un individuo o grupo de personas realizan el llamado acto creador, que desde nuestra posición, diremos “acto creativo”. Es por intermedio de este acto típicamente humano que se da a luz algo que anteriormente no existía, o bien es descubierto con una forma distinta. Este acto según lo muestra la Antropología posee una característica estructural y simbólica y se registra en el dominio de lo humano.

Pero algo sucedió con los “antiguos”, los que aún hoy en día nos muestran su cultura. Lo que es posible de observar, dando lugar a diferentes interpretaciones; es el hecho de que tal como lo señala D. Morris (l989) son “seres quedados”. Su cultura no ha avanzado. Pero, cabe preguntarnos, ¿será necesario?.¡

Cuando nos acercamos con el debido respeto a estas culturas “primitivas”, descubrimos que estos “quedados”, que han sido aislados y aún frenados por la llamada civilización han inventado estilos de vida, lenguajes, arte, cultos, los que observados detenidamente presentan un grado de originalidad fascinante.

Teniendo en cuenta los aproximadamente tres millones de años de antigüedad que tiene nuestro planeta, la humanidad en muy poco tiempo ha realizado una historia vasta y profunda. Será por que ese poder simbólico que poseemos los hombres, ¿así lo permite? ¿Sí ese poder simbólico es tan rico, cómo no lo va a ser su consecuencia inmediata, la creatividad?

Concurre a nuestro esclarecimiento el hecho de ese notable descubrimiento de que el hombre representa con su singularidad al universo mismo, habiendo sido creado con la misma materia que el universo posee. ¿A esta altura sería posible pensar al hombre como el resultado de una sucesión inverosímil de casualidades? ¿No estaríamos aquí dentro de uno de los tantos mitos que le fue necesario a ciertos científicos para comprobar su propio ateísmo?

¿No será acaso el hombre una manifestación probable y lógica, nacida de un “proceso” inteligente y ordenado? P. Putnam (The future of Land Based on Nuclear Fuels, 1950) ha calculado que si nuestra especie procediese de una pareja que hubiese vivido diez mil años antes de Cristo y hubiese ido creciendo regularmente según un índice del 1 por 100 anual, la masa de carne humana formaría una esfera de varios miles de años-luz de diámetro. Es obvio que este es un cálculo aritmético, pero da una buena imagen de las propiedades de expansión que posee la materia viva, aunque cuando este tipo de cálculos nos parezca paradojales y absurdos.

¿Por otro lado, por qué los biólogos se ven impulsados a decir que los organismos son objetos improbabilísimos, que la evolución es un sistema que genera altos grados de improbabilidad? ¿No será esta también una necesidad mítica al servicio de un paradigma de moda?

Las teorías

Según la mayoría de las teorías imperantes en la antigüedad, la materia una vez creada se iría degradando hasta un final (“Eschatón”) en el que moriría. Estas investigaciones siempre fueron realizadas en sistemas cerrados y a nivel molecular, por lo que estuvieron sujetas a grandes errores de resultado. Estos procesos fueron inspirando paulatinamente formulas tales como aquella en que “nada se crea, nada se pierde, todo se transforma”.

Esta visión que sobre todo ha caracterizado al siglo pasado se ha modificado sustancialmente frente a las investigaciones y descubrimientos del siglo XX. La radioactividad, la teoría de la relatividad, la mecánica cuántica, la física nuclear, la cibernética, la astronomía, etc., han podido revelar cada una a su manera, que la energía no se crea o no se pierde, así tampoco como que exista realmente una degradación de la materia del universo.

Por otro lado, según A. Ducrop (Le roman de la matiere, 1970) aclara que: “las transacciones energéticas que tienen lugar en los niveles finos, atómicos, corpusculares, infracorpuslares, perecen gobernadas por lo que la cibernética denomina retroaccíon positiva”.

Resumiendo, la gran ley universo será no una degradación, sino una valoración regular de su sustancia.

La materia está llamada a dar origen a asociaciones cada vez más evolucionadas. Al principio de la cadena, estaban las partículas. En el otro cabo, encontraremos la vida. La cibernética será el artífice de la evolución.

Esta vida es observada por H. Brown (The Challenge of Man´s Future, 1954) como: “si cuantitativamente la vida no forma más que una película excesivamente fina en la superficie del planeta que la soporte, sin embargo, viene existiendo a lo largo el de la mayor parte de la historia de la Tierra y cualitativamente el sistema nervioso humano representa la más elevada organización observable de la materia”.

Fue también en este siglo en el que la imagen de Freud, con su descubrimiento de las leyes que regulan los procesos inconscientes, sostuvo una sobredeterminación de estos en toda nuestra conducta. A esta posición extrema se añadió la de Marx quien a su vez creyó descubrir que otra causalidad determinista, emergía de las relaciones económicas.

Cada cual a su modo y teniendo a aquellos autores que también adhirieron a esta posición radical, observamos que todos ellos creyeron encontrar en los principios deterministas el conocimiento de todas las causas de un fenómeno por lo cual estaríamos en condiciones de llegar a predecirlo en forma absoluta.

Este principio determinista ha sido puesto entre paréntesis a partir de la teorías de Einstein, Heisenberg y Wiener. Que parangón importante podríamos hacer entre estos científicos y las creaciones musicales de Schonberg, Dallapicola, Webern, Honneger y tantos otros que introdujeron nuevos paradigmas que sugirieron el inicio de nuevas formas de escuchar.

Todo parecería indicar que la creación humana (creatividad) se desarrolla en un sentido: agrupar e incrementar los diversos ordenes en que se manifiesta la Vida misma. La música es un testigo constante del cambio de los tiempos y de este modo se manifiesta en diferentes modificaciones estructurales, a las que el “oído” debería irse acostumbrando como se acostumbraron en la época de Beethoven varios oyentes de trinos que no eran considerados muy “santos”.

Esta forma inconclusa de terminar un artículo, no es azarosa, sino también motivada por la necesidad de que permanezca tan indefinida y vacilante como la vibración del Universo el que en su “inútil” expansión muestra a las claras que la Creación, por lo menos, aún no ha terminado de ser.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

Si deseas leer más artículos parecidos a Aspectos teóricos de la creatividad, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Psicología cognitiva.