¿Alguna vez habéis experimentado una sensación de debilidad psicofísica, aparentemente sin causa? Esta sensación se llama astenia, un término con el que se indica el grado máximo de cansancio. A diferencia de la fatiga, que aparece después de cansarse y tras una carga de trabajo, la astenia se manifiesta también en condiciones de reposo. Es descrita por las personas como una fatiga que no mejora con el reposo y que empeora con la actividad física y el esfuerzo mental.
Puede ser de origen psíquico o físico, pero no debe considerarse como una enfermedad, sino un síntoma que puede desarrollarse como efecto secundario de algunos medicamentos. En este artículo de Psicología-Online, profundizaremos juntos sobre la astenia emocional: qué es, síntomas, las causas y el tratamiento recomendado en estos casos.
Qué es la astenia emocional
La astenia emocional es una condición que se produce cuando se siente una fuerte falta de energía física y mental y ya no se logran realizar acciones elementales y básicas. A veces el cansancio crónico puede derivar de un estrés psicológico, causado por depresión, estrés excesivo o ansiedad, y producir dificultades de concentración. En este artículo, te contamos cuáles son las señales más frecuentes de estrés.
En estos casos, uno se siente abatido, vaciado y tiene dificultades para realizar cualquier tipo de acción, aunque no sienta dolor o no tenga limitaciones de tipo físico. Por ejemplo, las personas con depresión se sienten a menudo cansadas y fatigadas.
De hecho, las personas que sufren estrés laboral muy intenso pueden experimentar episodios prolongados de astenia. Este malestar se conoce como el síndrome de burnout, una verdadera forma de agotamiento o desgaste derivado de la naturaleza de algunas tareas profesionales.
Causas de la astenia emocional
¿Qué provoca la astenia emocional? Puede ser una respuesta fisiológica a la acumulación excesiva de estrés que las diferentes situaciones de la vida pueden provocar. Según algunas investigaciones estadísticas, las principales causas de la astenia emocional son:
- Problemas en el trabajo o en la escuela.
- Problemas familiares, financieros o de salud.
- Ser víctima de una relación abusiva.
- La muerte de un miembro querido de la familia o de un amigo muy cercano.
- Ataques de ansiedad repetidos o tener preocupaciones continuas. En este artículo, te contamos qué hacer ante un ataque de ansiedad.
- Trastorno obsesivo-compulsivo, asociado a la ansiedad.
- La sucesión de un trauma físico en una determinada área anatómica del cuerpo.
- Estar implicado/a en un desastre natural grave.
- Sufrir depresión o trastornos similares: la mayoría de estos casos se originan debido a estrés y/o depresión.
Síntomas de la astenia emocional
Las personas que padecen astenia emocional viven en un estado constante de ausencia de fuerzas y de debilidad física y psicológica. A menudo, sienten la necesidad de descansar y una sensación generalizada de sueño, pero no se puede eliminar, ni siquiera durmiendo.
Además, la fuerza muscular es tan pequeña que, aunque se puedan realizar movimientos particulares, estos se hacen siempre con poca energía y lentitud. Los principales síntomas de la astenia emocional son:
- Fatiga física y mental extrema.
- Agotamiento.
- Somnolencia.
- Falta de memoria y dificultades de concentración.
- Lentitud en los movimientos y trastornos de coordinación.
- Falta de fuerza.
- Dificultades para realizar actividades cotidianas: con repercusiones en la vida profesional y en las relaciones.
- Dolores de cabeza.
- Dolores musculares y articulares.
- Entumecimiento.
- Hormigueo.
Tratamiento de la astenia emocional.
¿Qué hacer para combatir la astenia? Ante todo, es necesario eliminar todas las causas subyacentes del cansancio psicofísico. Después hay que actuar sobre todas las fuentes de estrés que han sobrecargado nuestros circuitos cerebrales.
Independientemente de las causas de la astenia emocional, podemos ayudar a la persona a cambiar su estilo de vida, por ejemplo, que haga una dieta equilibrada y animarla a practicar ejercicio de forma regular.
Así pues, para el tratamiento de la astenia emocional, es necesario poner en práctica toda una serie de estrategias destinadas a favorecer la relajación y la eliminación de los factores de estrés como las siguientes:
- Reducir la carga de trabajo o de estudio.
- Evitar la ampliación de la lista de tareas pendientes o de trabajo.
- Pausas frecuentes durante el trabajo o el estudio. Descubre otras maneras de ser proactivo en el trabajo.
- Dormir al menos 8 horas por noche.
- Establecer una rutina diaria.
- Escuchar música clásica o relajante.
- Practicar deporte o dar paseos al aire libre.
- Seguir una alimentación sana y equilibrada.
- Reducir el consumo de cafeína y bebidas alcohólicas.
- Ingesta de complementos alimenticios de magnesio y potasio y omega 3, siempre bajo indicación médica.
- Dedicar momentos del día a relajarse.
- Practicar meditación o yoga. En este artículo encontrarás técnicas de relajación para principiantes.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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- Alarcón Terroso, R., Gea Serrano, A., Martínez Maurandi, J., Pedreño Planes, J. J., & Pujalte Maritínez, L. (2005). Guía de práctica clínica de los trastornos depresivos.
- Labrador, F. J., Vallejo, M. Á., Matellanes, M., Echeburúa, E., Bados, A., & Fernández-Montalvo, J. (2003). La eficacia de los tratamientos psicológicos. Infocop, nº 84.
- Manassee, L. (2005). Superar la ansiedad y el pánico: 121 consejos aplicables a la vida real. Barcelona: Ediciones Obelisco.