Características de personas optimistas y pesimistas

Características de personas optimistas y pesimistas

El optimismo o el pesimismo se entienden mejor vistos desde la comparativa de aquellas actitudes propias de cada punto de vista. Una misma persona puede pasar por momentos de optimismo y otros de mayor pesimismo en su propia vida.

Sin embargo, cuando cada ser humano mira con sinceridad en su interior también puede darse cuenta de cuál es la tendencia más habitual en su vida o en su presente. ¿Cuáles son las características de las personas optimistas y pesimistas? En Psicología-Online te lo contamos.

¿Cómo actúa una persona optimista?

El optimismo produce admiración puesto que la mayoría de las personas desean vivirlo en la práctica. Sin embargo, el optimismo no es innato sino que se cultiva a través de hábitos marcados por la constancia. ¿Cómo actúa una persona optimista?

1. Sentido del humor

Son personas que tienen la capacidad de relativizar las dificultades y las circunstancias externas a través de una mirada divertida que pone el punto de atención en algún aspecto cómico de la realidad en sí misma. El sentido del humor es una decisión personal puesto que cada persona puede cultivarlo de manera individual.

2. Observar las cosas en su contexto

En relación con el punto anterior, las personas optimistas también son capaces de relativizar determinadas circunstancias porque atienden al contexto de lo ocurrido y observan que todo pasa y nada permanece. Es decir, aquello que hoy es plena actualidad, dentro de solo unos días será pasado. Por ello, los optimistas viven el presente con una visión constructiva.

3. Autenticidad

El verdadero optimismo solo es efectivo cuando es sincero. Desde esta perspectiva, una de las cara características de las personas optimistas es que irradian luz allí donde están porque contagian su buena energía a los demás a través de reflexiones, palabras, actitudes y el propio ejemplo.

4. Realistas

A veces, quienes viven un momento de pesimismo sienten que los optimistas se alejan de la realidad en sus interpretaciones. Sin embargo, el pensamiento positivo verdaderamente efectivo es aquel que también integra la realidad de la vida. Las personas optimistas también viven dificultades y momentos difíciles. Sin embargo, intentan centrarse en ocuparse de aquello que pueden gestionar en lugar de preocuparse de manera crónica. Intentan generar alternativas, buscan ayuda si la necesitan y no se encierran en sí mismos.

5. Bienestar emocional

Buena parte del bienestar que experimentan las personas optimistas depende de su propia actitud. Es decir, esta sensación de armonía es un reflejo del impacto positivo que los pensamientos felices producen en el plano afectivo a través de un diálogo interior amable y constructivo. El optimista tiene una autoimagen constructiva de sí mismo y el modo en el que se observa influye en la forma en la que se posiciona en las distintas esferas de su vida.

¿Qué significa ser una persona pesimista?

Las personas optimistas también tienen momentos de pesimismo. Y quienes se sienten más pesimistas, también tienen instantes de optimismo. Por esta razón, ambos conceptos se retroalimentan en la propia experiencia del vivir. La principal diferencia entre el optimismo y el pesimismo puede ser la manera de enfocar la vida y los retos que esta misma te propone. ¿Cuáles son las características de las personas que tienden a pensar en negativo?

1. Visión negativa de la realidad

Esto puede observarse en todos los fragmentos del tiempo. Por ejemplo, el protagonista recuerda con más frecuencia las situaciones tristes del ayer o vive con la percepción de añoranza crónica que le impide disfrutar del presente. Del mismo modo, se centra más en las carencias que en los motivos de gratitud por el presente. Del mismo modo, visualiza el futuro desde el prisma de la inseguridad. Por tanto, el pesimismo, al igual que el optimismo, muestra una mirada ante la realidad.

2. Quejas frecuentes

Si en el plano del pensamiento surgen creencias limitantes que boicotean el potencial de esa persona, en el plano de la expresión verbal surge la tendencia a la queja como una respuesta de insatisfacción personal. La queja no soluciona nada por sí misma, sin embargo, parece un mantra para quien contempla la realidad desde la perspectiva de la autocompasión, la sensación de mala suerte, la comparación con los demás o el miedo.

A veces, las personas pesimistas llegan a la conclusión de que no tienen suerte porque este es el mensaje que se han repetido a sí mismas en infinidad de ocasiones.

3. Tienen una imagen equivocada de sí mismas

Las personas pesimistas tienen una visión distorsionada de sus capacidades y talento. Y, con frecuencia, confunden el modo en el que se ven a sí misma con la forma en la que creen ser vistas por los demás. Por ejemplo, no se sienten cómodas cuando reciben palabras de reconocimiento porque no se creen realmente merecedoras de ello. El pesimismo es una de las características de las personas con autoestima baja.

4. Se comparan con los demás

Las personas pesimistas pueden perder dosis de energía en la tendencia recurrente de vivir desde la comparación al idealizar a los demás y al situarse a sí mismas en un rol de inferioridad.

5. Inseguridad

Son tantos los pensamientos negativos que pueden pasar por la mente de una persona a lo largo de una sola jornada que estas creencias se trasladan al plano de la acción en la forma de una actitud marcada por la inseguridad ante situaciones nuevas que producen temor.

Cómo llegar a ser una persona optimista

El optimismo y el pesimismo no son conceptos absolutos puesto que todo ser humano tiene pensamientos negativos y otros felices. Las características de personas optimistas y pesimistas pueden aparecer en un mismo individuo de forma simultánea. Por lo que la pregunta "¿es mejor ser optimista o pesimista?" en ocasiones, puede no tener mucho sentido.

Cómo tener una actitud optimista

Sin embargo, si una persona siente que el peso de la negatividad excede de manera considerable a la buena energía del optimismo, entonces, puede comprometerse con su propia capacidad para iniciar un proceso de cambio personal porque el optimismo no es un privilegio exclusivo de aquellos que se sienten de este modo, sino una meta posible y alcanzable. ¿Cómo llegar a ser una persona optimista?

  1. Así como no existe un límite definitivo en la sabiduría, tampoco existe un límite máximo en el optimismo. Por tanto, intenta poner en valor aquellas acciones sencillas del día a día que ejercitas con el objetivo de cuidarte a ti mismo.
  2. Decide ser optimista. Para ello, elabora una lista de motivos por los que quieres alcanzar esta misión. Estas razones constituyen una fuente importante de tu motivación. Cuando te encuentres ante una situación compleja, recuerda que tú eres libre de decidir cómo quieres responder ante ella. ¿Qué opción te compensa más? Elige aquella que más te conviene.
  3. Cursos de crecimiento personal. Tan importante como la formación profesional es la formación para la vida. Y estos talleres de autoconocimiento pueden marcar un punto de inflexión en quienes ejecitan nuevos recursos y habilidades de resiliencia en el contexto de sesiones formativas guiadas por expertos en psicología.
  4. Lleva el humor a tu vida a través del cine, el teatro, los monólogos, la literatura y las conversaciones con amigos. El estímulo del humor agudiza tu ingenio en beneficio de la felicidad.
  5. Lee libros de psicología positiva y confía en el potencial de esas reflexiones vitales que puedes convertir en un lema para tu presente.

Si quieres cambiar tu vida, comienza por cambiar tu actitud.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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