Causas de la agresividad infantil

Causas de la agresividad infantil

La mayoría de la gente se enfada o se vuelve agresiva en algún momento de su vida, incluidos los niños. Los adultos suelen tener mejor control sobre su comportamiento en esas situaciones. Los niños, sin embargo, en esos momentos tienden a dar patadas, empujar, morder… La agresividad en niños puede ser síntoma de muchos problemas subyacentes: trastornos psicológicos, problemas médicos o determinadas circunstancias vitales.

Algo fundamental a la hora de tratar la agresión es encontrar aquello que la produce. Por eso, en este artículo de Psicología-Online te mostramos algunas causas de la agresividad en la infancia y una serie de consejos para afrontarla.

¿Qué es la agresividad infantil?

La agresividad puede darse tanto en niños con dificultades en el desarrollo como en aquellos con un desarrollo considerado “normal”. La agresión constituye un daño intencionado hacia otra persona, incluso si el intento de dañar falla. No hay una única teoría sobre las causas de la agresividad. Algunos creen que la agresividad es innata o instintiva. Algunos investigadores sociales indican que los cambios en los valores comúnmente compartidos, en los patrones de crianza tradicionales y el aislamiento social conducen a una agresión cada vez mayor en niños, adolescentes y adultos. La agresividad en niños guarda relación con el desempleo familiar, los conflictos en el hogar, la delincuencia y trastornos psicológicos.

Hay diferentes niveles de agresión entre niños y niñas en las mismas familias. Los niños suelen ser más agresivos que las niñas. Y los más grandes suelen presentar más conductas agresivas que los pequeños. Además, el comportamiento agresivo puede ser intencional o no. Muchos niños hiperactivos y torpes son accidentalmente agresivos, pero no es su intención. De ahí que se diferencie entre conductas intencionales y no intencionales.

Causas de la agresividad infantil

Algunas de las causas de la agresividad infantil son:

  • Trastornos del estado de ánimo: niños con algún trastorno del humor puede ser agresivos en algunas fases, pudiendo perder el autocontrol y volviéndose impulsivos. Y en momentos en los que puedan estar deprimidos, aunque la agresión es menos común, puede estar muy irritables y como consecuencia, volverse agresivos.
  • Psicosis: en estos casos también pueden darse conductas agresivas. Por ejemplo, un niño con esquizofrenia puede volverse desconfiado, y la respuesta a su miedo podría ser la agresión.
  • Frustración: niños con dificultades cognitivas o de comunicación también pueden manifestar alguna conducta agresiva. En estos casos la agresividad es su forma de manejar la ansiedad o frustración que le generan las dificultades con las que se encuentra.
  • Impulsividad: en niños con TDAH la impulsividad y la mala toma de decisiones pueden llevar a un comportamiento que puede ser interpretado como agresivo. Estos niños no tienen en cuenta las consecuencias de sus acciones, que pueden parecer insensibles o maliciosas, pero en realidad no están pensando.
  • Trastornos de conducta: la agresividad es una característica significativa en este tipo de trastornos. A diferencia del niño que no tiene en cuenta las consecuencias de lo que hace, los niños con trastornos de conducta son intencionadamente malos, siendo el tratamiento y pronóstico muy diferente al caso anterior.
  • Problemas médicos: a veces hay causas orgánicas de la agresividad. Por ejemplo, en un niño con una lesión en el lóbulo frontal o en determinados tipos de epilepsia pueden darse episodios agresivos.
  • Trauma: en este caso la agresión es producto de los estresores de la situación en la que se encuentra el niño y no es consecuencia de un problema subyacente. Pero estos casos son raros y si la agresión comienza a darse con mayor frecuencia podría indicar la existencia de un problema emocional.

Consejos para manejar a niños agresivos en casa

Establece unos límites firmes y consistentes

Los niños necesitan saber qué tipo de comportamientos están permitidos y cuáles no. Es importante que te asegures que las personas que cuiden de tu hijo en determinados momentos sean consecuentes con las normas establecidas, así como con las consecuencias que tienen una serie de comportamientos. Un niño que muerde, da patadas o empuja debe ver de forma inmediata que esas conductas no permitidas tienen una serie de consecuencias. Si todas las veces que muestra una conducta agresiva obtiene la misma respuesta por parte de los adultos a su cargo, hará una asociación y aprenderá que eso no se debe hacer.

Enséñale a tu hijo nuevas formas de manejar su enfado

Anímale a emplear el lenguaje para expresar sus sentimientos en lugar de mostrar conductas agresivas. Es importante que tu hijo observe como en casa los conflictos se resuelven de forma pacífica. Así le estarás dando un ejemplo y siendo congruente con las normas establecidas.

Inculca el autocontrol en tu hijo

Los niños no tienen una habilidad innata de autocontrol. Necesitan que se les enseñe a no pegar a otros cada vez que lo deseen. Un niño necesita la guía de un padre para desarrollar la capacidad de mantener sus sentimientos bajo control y pensar en lo que va a hacer antes de hacerlo.

Evita alentar la “dureza”

Hay determinadas familias en las que se fomenta la agresividad, sobre todo en niños. Algunos padres dicen con orgullo que sus hijos son “duros” o que deben serlo. Esto puede hacer que el niño sienta que tiene que ser agresivo para tener su cariño y aprobación.

No golpees como forma de castigo

Algunos padres pegan a sus hijos como castigo. Un niño que siempre que se porta mal es castigado físicamente puede entender que esa es la forma adecuada de manejar a las personas cuando no le gusta lo que hacen. Por lo que el castigo físico podría reforzar la agresividad en los niños.

Controla tu propio temperamento

Los niños tienden a fijarse en sus padres, aprenden por observación e imitación. Si te expresas de forma agresiva, tus hijos pueden tratar de seguir tu ejemplo. Por eso es importante dar un buen ejemplo a tus hijos, expresando el enfado de diversas formas adecuadas.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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