Cómo contestar a una persona agresiva

Cómo contestar a una persona agresiva

Nuestra forma de actuar provoca una respuesta acorde a la personalidad de las personas con las que interactuamos. Es importante tomar conciencia de este hecho ya que las buenas relaciones sociales se encuentran en nuestra mano mucho más de lo que podríamos pensar. Esto se convierte en algo especialmente importante cuando nos relacionamos, entre otras tantas personalidades difíciles, con personas agresivas. En estos casos, nuestra conducta será altamente determinante para que la interacción derive directamente en un conflicto o, sin embargo, sea conducida por un buen camino que no dé pie a ninguna manifestación de agresividad por parte de esta persona.

En el siguiente artículo de Psicología-Online te proponemos 9 modos de actuar que nos pueden ayudar mucho a evitar conflictos innecesarios al relacionarnos y entender cómo contestar a una persona agresiva.

Interactuar desde la serenidad y la calma

En primer lugar, es fundamental que al interactuar con una persona agresiva tratemos de mantener la calma en todo momento. Esta actitud supondrá un grandísimo escudo frente a los ataques que podamos recibir de esta persona.

Esto no siempre resulta una conducta fácil, ya que todos presentamos heridas emocionales y cuando alguna persona se dirige a nosotros agresivamente suelen activarse todo tipo de mecanismos de defensa para protegernos. Por ejemplo, la ofensa, el rencor y la misma agresividad o, por el contrario, miedo, huida, evitación o paralización.

Estas interacciones pueden dar lugar a situaciones con consecuencias muy negativas para ambas partes. Por esta misma razón, es recomendable trabajar esta actitud de serenidad y calma que beneficiará nuestras interacciones y muchas situaciones a lo largo de nuestra vida.

Expresarse de forma asertiva

La asertividad es la habilidad para expresar nuestras opiniones y sentimientos de manera clara, firme y pacífica, manifestando nuestro parecer a la otra persona de un modo tranquilo y respetuoso. En este caso, actuar de manera asertiva nos ayudará mucho a gestionar de manera constructiva los pequeños conflictos que vayan presentándose durante la interacción.

En este artículo encontrarás más información sobre Tipos de conflictos y su resolución.

Ser paciente

La paciencia infinita es un don muy valioso que puede amainar ciertas tempestades y permite adoptar una visión compasiva que ve más allá de la conducta manifiesta, presintiendo el sufrimiento que se expresa desde el interior de la persona por medio de la agresividad.

De este modo, actuando pacientemente ante una persona agresiva ayudamos a apaciguar sus tormentos y, a largo plazo, las conductas agresivas pueden espaciarse en el tiempo y aminorar su intensidad. El motivo de ello es que la persona, incluso sin saberlo conscientemente, se siente amparada por nuestra respuesta pacífica, por lo que su respuesta agresiva perderá su sentido defensivo.

Ser compasivo/a

Junto con la paciencia, la compasión por la persona agresiva se convierte en otra de las actitudes que permite reducir la manifestación de malas conductas del agresor. En este sentido, el rencor acumulado por el dolor sufrido y la incapacidad para encontrar herramientas adecuadas para subsanar ese dolor pueden haberle llevado a utilizar la agresividad como único medio de expresión y relación con el mundo.

La entrega de amor, consuelo y compasión hacia personas con grandes heridas constituye la mejor terapia de sanación de tan graves traumas vitales. Sin embargo, es importante no dejar que otras personas traspasen nuestros propios límites de forma continuada. En este artículo encontrarás más información sobre las Consecuencias de una relación tóxica.

Empatizar e intentar entender lo que la persona pide

La paciencia y la actitud compasiva permite empatizar con la persona agresiva leyendo entre líneas y entendiendo el mensaje que la otra persona intenta transmitir a través de la agresividad. Haciendo uso de la calma y la asertividad podemos intentar ofrecer a la persona lo que necesita. No obstante, cabe destacar que esto en ningún caso debe significa someterse al agresor y complacer todos sus deseos, ya que eso solo reforzaría su conducta agresiva.

Por el contrario, actuar de manera empática reducirá estas conductas al tocar profundamente su corazón. La persona agresiva recuperará por momentos su buena conciencia y evitará que sus deseos sean impedidos por su sometimiento al mecanismo defensivo agresivo.

Ser amable

Las personas con conductas agresivas suelen ser, como hemos mencionado anteriormente, personas heridas que han recibido muy poco amor y buen trato en sus vidas. A su vez, es normal que este comportamiento defensivo genere desconfianza, miedo y alejamiento, en las personas con las que se relacionan, conductas bien alejadas del amor anhelado por todo ser humano.

Por todo ello, actuar con buenas actitudes con las personas agresivas como, por ejemplo la paciencia, compasión, empatía, amabilidad, pueden convertirse en una buena herramienta de sanación y transformación personal.

Animar y motivar con sutileza al cambio

Como una pequeña parte de todo este comportamiento alentador y consolador que estamos ofreciendo, animar y motivar con sutileza hacia el profundo cambio interno dará lugar a la desaparición progresiva de las conductas agresivas y a una mejora progresiva de su situación personal y de sus relaciones sociales.

La alegría posee una grandísima fuerza de transformación. Unida a los componentes anteriormente nombrados permitirán a la persona agresiva confiar en nosotros y en nuestras buenas indicaciones.

No tolerar el traspaso de ciertos límites

Otro aspecto fundamental para conseguir romper el automatismo agresivo de estas personas es expresar con claridad que ese no ese modo de expresión no es un buen camino. Es importante que bajo ningún concepto se toleren ciertas manifestaciones agresivas como pueden ser humillaciones, maltrato verbal, agresiones físicas, etc.

Nuestra intención en todo momento es ayudar a esta persona a que consiga romper la inercia automática de la respuesta agresiva. Para ello, si bien es importantísimo acompañar, ser empático/a y compasivo/a, no menos importante resulta no permitir la manifestación de la violencia en ninguna de sus formas.

Poner fin la interacción de forma respetuosa

Después de aplicar estos consejos, si vemos que con el paso del tiempo la persona no cambia sus conductas agresivas, lo mejor será poner fin a la relación que no parece que, de ninguna de las maneras, pueda llegar a buen puerto.

Comunicar que quieres poner fin a la relación haciendo uso de la calma y el respeto será importante para dejar constancia de que no huimos por miedo, sino que nos alejamos porque ya hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos para que la situación mejorase. El resto del esfuerzo dependerá de la otra persona.

Errores que debes evitar ante una persona agresiva

Los principales errores que debemos evitar cuando nos encontramos ante una persona agresiva pueden resumirse en estos tres:

  1. Someternos a sus mandatos.
  2. Huir y evitar la relación con esta persona.
  3. Reaccionar de forma agresiva a sus conductas.

En los dos primeros casos, la respuesta agresiva del agresor se verá reforzada, lo que supondrá un gran perjuicio para ambas personas. La persona agresora fortalecerá más su mecanismo defensivo de respuesta y la persona agredida puede recibir mayores o más intensas conductas agresivas por parte del agresor. El tercer caso puede dar lugar a fuertes conflictos irracionales que, en el peor de los casos, pueden acabar con peleas físicas de gran violencia.

En definitiva, intentar llevar a cabo, en la medida de lo posible, los consejos aportados en este artículo permitirá a la persona agresiva replantearse su conducta y empezar a buscar alternativas de expresión y librar a la persona víctima de sus conductas no deseables e injustificadas.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
  • André, C. et cols. (2022). "Cómo tratar con personalidades difíciles". Arpa Editores.