Cómo dejar a tu pareja sin hacerle daño

Cómo dejar a tu pareja sin hacerle daño

Puede que, tras leer nuestro artículo para saber si continuar o no con una relación, te hayas dado cuenta de que tu pareja no te aporta lo que quieres. Si esta persona no mejora tu vida y no te deja desarrollarte como persona, si sufres por la relación y no te sientes bien en ella, quizás es el momento de tomar la decisión de dejarla. Pero en este punto surgen muchísimas dudas: cómo se lo digo, cómo se lo va a tomar, qué voy a hacer solo/a... y, sobre todo, surge un importante miedo: el miedo a sufrir y hacer sufrir a esa persona que tanto hemos querido.

Por todo ello, en este artículo de Psicología-Online te explicamos cómo dejar a tu pareja sin hacer daño y sin sufrir. Este escrito pretender ser una guía práctica y sencilla con los pasos a seguir y los consejos imprescindibles que agradecerás conocer si te encuentras ante una ruptura con tu pareja.

Cómo terminar una relación sin hacer daño y sin sufrir

Una vez el amor se ha acabado y se quiere terminar la relación, el objetivo principal es no hacer más daño, ni entre vosotros/as ni a terceros. Una ruptura no es una guerra. Piensa que en las situaciones complicadas es cuando de verdad se demuestra la bondad de las personas.

Para proceder a dejar una relación es esencial hacerlo de forma asertiva, es decir, respetando a la otra persona pero también respetando tu decisión. En primer lugar, es necesario que estés seguro o segura de tu decisión y que te sientas preparado/a para llevarla a cabo. Si no es así, acude a un o una profesional de la psicología que te ayude a empoderarte.

A continuación, deberás comunicarle a tu pareja tu decisión. En este punto es importante no buscar culpables ni hacer reproches, ya que solo contribuyen a aumentar el dolor. Es recomendable dejar cerrados todos los temas que haya en común, despedirse y cortar el contacto.

Es importante saber que toda ruptura implica una pérdida y muchos cambios. Es normal y lógico que duela, es totalmente normal pasarlo mal y sentir tristeza, frustración, rabia, agobio, nervios... así como también es habitual sentirse perdido y tener dudas. Tener la expectativa de que la ruptura no te afectará y que no habrá momentos malos es contraproducente, porque lo más probable es que sea irreal y que te estés autoengañando. Sin embargo, podemos abordar la situación de la forma más sana y respetuosa posible para minimizar los daños y no sufrir de más. En el siguiente apartado verás los pasos a seguir para dejar a tu pareja de forma menos dolorosa.

Cómo dejar a tu pareja: 10 pasos esenciales

En una ruptura se pasa mal. Pero puedes evitar complicar la situación y sufrir más si sabes cómo dejar a tu pareja sin hacerle daño. Estos son los 10 pasos a seguir:

1. Acepta que el amor puede acabar

El amor evoluciona con la relación, igual que las personas crecen, se desarrollan y cambian. El amor siempre puede acabar. Incluso cuando una relación va muy bien, se debe tener presente que nunca hay garantías de que el amor dure para siempre. De hecho, aunque es posible, es lo más improbable. Por tanto, lo más adaptativo es que seas realista y consciente de que el amor puede acabar y que en ese escenario la mejor actuación es dejar la relación.

2. Agradece todo lo compartido

Da las gracias por todo lo que te ha aportado la relación. Seguro que has pasado momentos muy felices y que gracias a la relación has podido tener experiencias y aprendizajes que te han ayudado a desarrollarte como persona.

3. Piensa en todo lo aprendido

Cuando termina una relación, no significa que el tiempo que haya durado esta ha sido perdido. Lo importante de las relaciones no es cuánto duren, sino lo que aporten a nuestra vida. Seguro que de las vivencias con esa persona sacas un gran aprendizaje, tanto de las relaciones como de ti mismo/a.

4. Prepárate emocionalmente

Es importante que antes de dejar la relación te sientas convencido/a y preparado/a. Eso significa que trabajes tu autoestima y gestión emocional para poder afrontar la ruptura de la forma más sana y madura posible.

5. Comunícale a tu pareja que no quieres seguir la relación

De forma asertiva, explícale que has tomado la determinación de dejar la relación, cuéntale los motivos y cómo te sientes. Siempre hablando desde tu punto de vista y desde tus sentimientos. Aquí puedes ver qué es la asertividad y ejemplos.

Sobre todo y ante todo: sé respetuosa/o. Debes tratar a la otra persona con respeto y honestidad. No dejes que las emociones se apoderen de ti y te lleven a realizar acciones que sabes que no van contigo ni con tus valores y que más adelante, cuando mires atrás, harán que te arrepientas. Aunque ya no haya amor, aunque haya habido mucho sufrimiento, piensa que todo ser humano merece ser tratado con dignidad y respeto por el simple hecho de ser persona, independientemente de cómo haya ido la relación.

Las faltas de respeto y el mal trato por su parte no justifica que tu también puedas hacerlo, si la relación te hace sufrir, aléjate. Pero siempre desde el respeto y actuando acorde a tus valores y creencias. Pues es justamente eso lo que te conducirá a la paz y el bienestar contigo misma/o.

6. Agradécele el tiempo juntos

Aunque la relación termine, incluso aunque haya habido mucho dolor, si tienes algo que agradecerle a esa persona, hazlo. La gratitud te ayudará a conectar con aquello te ha hecho sentir bien y te ayudará a darle un sentido a la relación. Ese ejercicio te facilitará a posicionarte diferente, con una actitud que te ayudará a dejar la relación en el pasado en paz contigo mismo/a y con la otra persona.

7. No busques culpables

Es fácil echar la culpa a la otra persona, cuesta más asumir la propia responsabilidad. Sin embargo, cuando el amor termina, no es culpa de nadie. Además, la responsabilidad de cuidar la relación es de ambos miembros por igual. De todas maneras, el tiempo para analizar los actos y asumir las responsabilidades ya ha pasado. Si ya has tomado la decisión de terminar la relación, no vale la pena comentar aspectos negativos. Procura evitar los reproches que provocarán discusiones y dolor innecesarios.

8. Perdónale y perdónate

Todas las personas cometemos errores, seguro que se han cometido muchos durante la relación. Nadie es perfecto ni nacemos enseñados, poco a poco vamos aprendiendo y mejorando.

  • Perdónale. No es por él o ella, es por ti mismo/a. El rencor te seguirá uniendo a esa persona y lo que buscas con la ruptura es precisamente desvincularte. La venganza no te hará sentir mejor a la larga, todo lo contrario, si haces cosas que tú no consideras correctas, en el futuro no te sentirás orgullosa/o.
  • Perdónate. Eres humano, puedes equivocarte. Todos y todas actuamos a veces de forma inadecuada. Lo importante es saber pedir disculpas y aprender de los errores. Piensa siempre que el pasado no se puede cambiar pero se puede utilizar para crecer. En este artículo encontrarás más información sobre cómo aprender a perdonar.

9. Despídete y cierra el ciclo

Si estás seguro o segura de que acabar la relación es lo que quieres, es importante poner un punto y final. Para ello, debéis dejar cerrados los temas que tengáis en común. Según lo que signifique eso en vuestro caso, será un proceso más o menos largo y doloroso. Mi consejo en este punto es que, si las cosas se complican, acudas a los profesionales que sean necesarios (abogadas, psicólogas, mediadoras, etc.).

10. Corta el contacto

Es necesario que la ruptura esté clara para empezar a realizar el duelo. Como muchos expertos y expertas en terapia de pareja afirman, la mejor manera para acabar una relación es aplicando el contacto cero. Para ello, debes explicar a la otra persona que la comunicación por tu parte se va a acabar y que esperas que por su parte también, ya que es para el bien ambas partes. Empieza vaciando tus espacios físicos de todos aquellos objetos que te hagan pensar en la relación y continua con tu teléfono móvil: fotos, redes sociales...

Cómo realizar un buen duelo tras una ruptura

El duelo es el proceso de adaptación tras una pérdida y suele durar un año, por lo general. Cada duelo es único y dependerá de las características de la persona, de la relación y de la ruptura. Lo más importante en este punto es que te permitas sentir lo que sientes. Es completamente normal que sientas malestar, dolor, tristeza, rabia, vacío, apatía, frustración,... Sientas lo que sientas, es normal y forma parte de la fase de adaptación.

Es importante que sepas que el duelo es un proceso activo, en el que tú debes implicarte. Es esencial escuchar tus emociones y sentimientos, aceptarlos y expresarlos adecuadamente. Para ello, un ejercicio muy recomendable es escribir una carta o hablar con personas de confianza.

También debe haber momentos de desconexión, es decir, se trata de encontrar el equilibrio entre no evitar las emociones, pero tampoco dejar que te invadan, se instalen en ti y te incapaciten. Recuerda que las emociones pasan por ti con una función. La tristeza, por ejemplo, que es la emoción más habitual tras una pérdida, nos deja sin energía para que paremos a reflexionar y asimilar lo que ha pasado antes de tomar acción.

Para todo ello, el acompañamiento profesional sería idóneo. Te enseñará a gestionar las emociones, a conocerte y a relacionarte con los demás desde la asertividad, construyendo así relaciones más sanas y beneficiosas.

Consejos para afrontar una ruptura

Cabe mencionar que cada persona es diferente y que no podemos saber lo que será mejor en cada caso. A continuación, encontrarás los 10 consejos principales y generales más importantes a tener en cuenta al dejar una relación de pareja.

1. Evitar el contacto

Lo mejor para ambas personas es el contacto 0. Es normal que sientas una fuerte necesidad de retomar el contacto, eso es porque la resistencia al cambio es fuerte. Es más fácil quedarte en la zona de confort, en lo malo pero conocido, que lanzarse a lo desconocido. Sin embargo, si quieres apostar por tu bienestar y tu desarrollo personal, será necesario que afrontes el miedo a lo desconocido.

Lo mejor es que:

  • No hables con esa persona
  • No le sigas en redes sociales
  • No busques información sobre él o ella
  • No preguntes por él o ella a amistades en común
  • No tengáis propiedades en común ni asuntos que os unan
  • No tengáis ningún tipo de contacto

La excepción es el caso de tener hijos/as en común. En ese caso, sí tiene que haber contacto pero se debe limitar al mínimo indispensable para el cuidado de los infantes y no utilizarlo de excusa. Si este es tu caso, en el siguiente artículo abordamos cómo gestionar la separación cuando hay hijos/as.

Es normal que al principio sientas ganas de saber esa persona, puede ser difícil no contactarle, y más ahora que hay tantas facilidades con las redes sociales. Sin embargo, lo recomendable es evitar el contacto tanto físico, como telefónico y online.

2. Confiar en ti mismo/a

Si has decidido dejar la relación, es porque tenías tus motivos. Confía en tu criterio y sé firme en tu decisión.

En caso de que no hayas tomado tú la decisión de acabar la relación, deberás asumir que no se puede tener una relación con una persona que no quiere estar contigo. Confía en ti, en tus fortalezas y en tus habilidades para superar esta situación y salir fortalecido o fortalecida de ella.

3. Reencontrarte contigo mismo o misma

Habitualmente, tras involucrarse mucho en una relación, especialmente en relaciones tóxicas y dolorosas, la persona ha perdido parte de su identidad. Muchas veces, el esfuerzo y dedicación exagerados que se realizan con el propósito de "hacer funcionar" una relación tóxica hacen que te vayas olvidando de ti cada vez más. Ahora es el momento de pensar en ti y recuperarte. Retoma antiguas aficiones, amistades o costumbres. Así como también puedes buscar y crear nuevas. Se trata de pasar tiempo contigo, experimentar y descubrir cómo eres en nuevas facetas de esta nueva etapa. Aprendiendo y disfrutando de tu propia compañía.

4. No dejarte llevar por estados puntuales

Es normal que en algunos momentos te invada la melancolía y tengas ganas de establecer contacto con tu expareja. Pero recuerda que el cerebro tiende a retener los buenos recuerdos más que los malos, por lo que la visión que tienes actualmente de la relación está sesgada.

5. No obligarte a olvidar

Haya durado más o menos la relación, si estás aquí es porque ha sido importante para ti. Por lo que permanecerá en tu memoria como parte de tu vida. El objetivo no es olvidarla, sino recordarlo de una manera sana: de vez en cuando y de una forma no dolorosa.

Cuando la ruptura es reciente, es normal que se recuerde muy a menudo y de forma dolorosa. El objetivo tampoco es olvidarlo, sino focalizar tu atención en otras cosas. Cuando llegue a tu cabeza algún recuerdo o pensamiento relacionado con la relación, podemos no dejarnos llevar por él y dirigir conscientemente la atención a otro asunto, a la tarea que estamos realizando o al momento presente. Para ello, es genial aprender mindfulness.

6. Permitirte estar mal

Si acabas de dejar a tu pareja, es probable que estés atravesando una situación complicada, de cambios y dolor emocional por la pérdida. Es normal que te sientas triste y no pasa nada. Las emociones forman parte de ti y para gestionarlas deben ser escuchadas y aceptadas.

Compréndete y cuídate. Es muy importante que te escuches y te trates con bondad, y que no te fuerces a estar bien cuando no lo estás. Tu estado de ánimo irá mejorando conforme vayas realizando el proceso de duelo.

7. Apoyarte en otras personas

Se estima que se tienen aproximadamente 3 relaciones estables en la vida, de media. Por lo que no eres ningún "bicho raro". La mayoría de personas de tu entorno habrán pasado rupturas u otras situaciones dolorosas y podrán comprender tu malestar. No tengas miedo a abrirte y recuerda que ser fuerte no es esconder tus emociones, ser fuerte es ser capaz de mostrarte vulnerable. Déjate ayudar por tus personas de confianza.

8. Evitar agravar el problema

Es importante no refugiarse en alcohol, drogas, compras, juegos, sexo... son parches que pueden aliviar el dolor emocional y ayudar a evadirte, pero mucho cuidado porque no son eficaces a largo plazo y pueden originar un problema de adicción. Las emociones deben gestionarse y no evitarse.

9. No empezar otra relación sin haber realizado el proceso de duelo

No es recomendable empezar otra relación sin haber realizado el proceso de duelo de la anterior relación. Es otra forma de parche. Se intenta evitar el dolor y el miedo a la soledad mediante otra pareja. El problema está en que así no aprenderás a gestionar tus emociones, a adaptarte por ti mismo o misma a la situación ni afrontarás tus miedos. Lo que conseguirás es elegir otra pareja de forma precipitada, sin haber dado tiempo a aprender de la relación anterior, y poner tu bienestar en manos de otra persona, asentando las bases para una relación de dependencia. Por todo ello, enganchar una relación con otra es un error.

10. Seguir creyendo en el amor

Otro error que se comete a menudo es el de culpar al amor. Después de sufrir en una relación, es normal que digas que no quieres volver a enamorarte y que no crees en el amor. Estás dolido/a, frustrado/a y enfadado/a por todo el malestar que sientes. Sin embargo, este malestar no está causado por el amor, sino por el desamor.

Decir que no quieres tener jamás una relación porque se puede acabar y pasarlo mal es como decir que no quieres vivir porque algun dia vas a morir. Las relaciones pueden acabar, sí, pero también te pueden aportar un sinfín de cosas positivas. Se trata de disfrutar del amor mientras sea sano y aprender a terminar la relación cuando provoca sufrimiento.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
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