Cómo dejar de pensar tanto

Cómo dejar de pensar tanto

Las personas suelen encontrarse saturadas por la gran cantidad de pensamientos que acechan a diario. Cuando esto sucede, es frecuente que aparezcan niveles de estrés elevados, ya que este exceso de ideas impiden que la persona pueda relajarse, incluso en momentos destinados al descanso. Asimismo, en muchas situaciones de la vida cotidiana nos anticipamos a situaciones futuras que podrían o no ocurrir. En general, esto denota un gasto considerable de energía que podría dirigirse a otros fines. ¿Alguna vez te has pasado noches sin dormir porque tu mente no dejaba de darle vueltas a un evento estresante? ¿Conoces a alguna persona que viva con preocupaciones constantes que le impidan disfrutar del presente? Si te sientes identificado/a, seguro que la lectura de este artículo te resultará interesante.

En este artículo de Psicología-Online, te brindaremos información acerca de cómo dejar de pensar tanto.

Realizar una lista de ideas

Los pensamientos constantes que no cesan pueden deberse a una falta de organización. En estos casos, una de las claves para ordenar las ideas es crear un listado de información que incluya, por ejemplo, situaciones o eventos importantes que causen estrés, temores u obligaciones. Esto te permitirá aliviar la tensión producida por el estrés que supone no dejar de pensar.

Practicar actividad física

La práctica deportiva es una herramienta fundamental que posibilita un bienestar físico y emocional. Frente a situaciones que susciten una dificultad en dejar de pensar, se recomienda la realización de alguna actividad física del agrado de la persona dado que esto produce la liberación de endorfinas, hormona vinculada a la felicidad.

Además, el ejercicio requiere de la concentración de la persona para su correcta ejecución.

Acudir a terapia psicológica

Cuando los pensamientos atormenta de manera constante a la persona y le impiden llevar a cabo actividades cotidianas, la sugerencia más importante consiste en acudir a un profesional de la salud mental para iniciar un tratamiento psicológico. Este abordaje brindará herramientas para reducir la intensidad de los pensamientos.

Realizar actividades artísticas

El arte puede presentarse en múltiples formas, ya que no es posible delimitarlo a una sola actividad. Por lo tanto, aquí podemos incluir actividades como el teatro, la música, la pintura o la escultura, entre otros.

Por lo tanto, ante el hecho de que la persona no pueda dejar de pensar, está indicada la realización de una actividad artística de interés ya que dicha energía es redirigida hacia otro ámbito. En consecuencia, puede producirse un cese de pensamientos abrumadores.

Respirar profundamente

Los niveles elevados de tensión están vinculados a contracciones musculares que generan inconveniente en el cuerpo. Por esta misma razón, una persona que esté preocupada y no deje de pensar suele presentar dificultades musculares. De esta manera, inhalar y exhalar profundamente de forma continua hasta lograr una relajación es otra herramienta para dejar de pensar tanto en situaciones que produzcan malestar.

En el siguiente artículo encontrarás Ejercicios de respiración.

Meditar

Es posible conseguir un estado mental y corporal relajado mediante la realización determinadas acciones, entre ellas la meditación, que puede ser guiada por un instructor o realizarse de forma autónoma.

En líneas generales, la meditación consiste en apelar a la concentración basada en el presente a partir de la respiración y ayudará a que los pensamientos preocupantes cedan.

Comprender que los pensamientos constantes no aportarán soluciones

Comprender que el hecho de pensar de forma constante en todo no traerá consigo ningún tipo de solución puede ser otra alternativa que posibilite un descanso mental y dejar de pensar tanto en todo.

Las personas que no pueden dejar de pensar intentan encontrar soluciones frente a los problemas que aparecen en dichas situaciones. Sin embargo, esto resulta contraproducente, ya que el simple hecho de pensar en el problema no brindará respuestas o alivio.

Actuar

En relación con el punto anterior, los pensamientos recurrentes no conllevan a ningún desenlace favorable. Por esta razón, las personas que no pueden dejar de pensar intentan encontrar respuestas aliviadoras que nunca aparecen.

De este modo, si un pensamiento tiene su resolución en llevar a cabo una acción, es preciso dejar de posponerla para liberar tensiones acumuladas.

Aceptar y dejar ir los pensamientos

Aceptar y dejar ir los pensamientos consiste en comprender que ciertos pensamientos forman parte de nosotros/a, por lo que debemos aceptar su presencia. No se trata de intentar eliminarlos, ya que eso implicaría un esfuerzo excesivo, sino comprender que estarán por un tiempo limitado y luego perderán consistencia.

Si apelamos a la creencia de que las ideas pueden irse del mismo modo que una persona se va de un lugar, esto puede resultarnos de gran ayuda en estos casos.

Hablar con otra persona

Si una idea no deja de rondarnos la mente, es necesario que realicemos alguna acción para que su intensidad disminuya. De hecho, el simple hecho de hablar de esa situación que nos genera incertidumbre, temor, enojo y/u otra emoción resulta efectivo ya que se produce así una catarsis.

En este sentido, puede ser conveniente recurrir a hablar con una persona de confianza sobre lo que nos está sucediendo.

Llevar una alimentación saludable

Ciertos alimentos contienen propiedades que calman el sistema nervioso central. Por ello, seguir una alimentación saludable basada en como los vegetales verdes, pescados, aceite de oliva, frutas y legumbres puede hacer que el efecto de relajación que se produce en el cuerpo incida sobre los pensamientos constantes. Para lograr esto, es necesario tener consumir productos saludables cada día.

Asimismo, existen hierbas relajantes como, por ejemplo, la valeriana, melisa, manzanilla o lavanda que también pueden ayudarnos a dejar de pensar tanto.

Leer

La lectura es un hábito que puede traer muchos beneficios para la vida de las personas. Por un lado, fomenta el conocimiento general a partir de la información que sacamos de los libros, textos académicos y noticias.

Por otro lado, la lectura requiere de una concentración mental frente a lo que estamos leyendo, por lo que es posible que el resto de pensamientos cesen durante la lectura.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
  • Payás Puigarnau, A. (2008). Funciones psicológicas y tratamiento de las rumiaciones obsesivas en el duelo. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 28 (102), 307-323.