Cómo dejar de ser tan rencoroso

Cómo dejar de ser tan rencoroso

Podemos definir el rencor como un sentimiento desagradable, iniciado por una disputa o por un desacuerdo con alguien. Cuando una persona nos ha herido, podemos llegar a pensar que merece una venganza o, si más no, sentimos odio y rencor hacia ella. Esto es un mecanismo de protección para evitar sentir el dolor que nos ha producido dicha herida. Si convertimos esa sensación desagradable y la proyectamos hacia otra persona, evitamos sentirnos mal, pero canalizamos el desagrado y lo convertimos en rencor.

Dicha estrategia no está considerada como la más efectiva para sanar una herida. Esto es debido a que nos impide vivir libres al seguir manteniendo ese lazo de venganza y resentimiento. Si quieres saber cómo dejar de ser tan rencoroso, en Psicología-Online, te ofrecemos este artículo con las mejores claves para llevar una vida más tranquila.

¿Qué es el rencor según la psicología?

Es probable que, en ocasiones, no seamos capaces de identificar correctamente este sentimiento. Es importante saber definir el rencor para poder dar con él y eliminarlo.

Según la psicología, podemos describir el rencor como un conjunto de sensaciones, pensamientos e ideas desagradables, persistentes en el tiempo y dirigidas hacia una persona (o grupo de personas) en concreto. Estas ideas pueden contener planes de venganza, odio irracional, angustia por relacionarse con la persona por la que siente rencor e, incluso, intenciones de agresión.

Las causas del rencor son múltiples, pero normalmente están relacionadas con algún hecho o comentario que nos ha sentado mal y que proviene de otra persona. Canalizamos todo ese malestar en ella y vamos formando un gran resentimiento. Puede que, si no lo comunicamos correctamente, la persona implicada ni siquiera sea consciente de que ha hecho o dicho algo malo. Lo que para nosotros es algo imperdonable, para la otra persona quizás es una tontería y no lo hacía con mala intención.

¿Es malo ser rencoroso?

Si bien es cierto que todos y todas hemos experimentado sensaciones de rencor, existen personas cuyos rasgos y actitudes tienen tendencia al resentimiento. Suelen ser individuos inseguros, con facilidad para sentirse heridos y con poca capacidad para gestionar las emociones. Una persona rencorosa puede perdonar, pero no olvida.

Proyectar el rencor hacia la pareja, la familia o en el trabajo, no es algo agradable, ni para nosotros ni para quienes nos rodean. Pese a su finalidad inicial de proteger nuestra autoestima, el resentimiento no nos es útil para nada, nos encarcela y no nos permite pensar con claridad. En ocasiones, ni siquiera sabemos por qué guardamos ese sentimiento. Es importante obtener las herramientas adecuadas para saber cómo dejar de ser tan rencorosos, de este modo podemos vivir libres de pensamientos desagradables e innecesarios.

¿Se puede evitar ser rencoroso?

A pesar de que, como hemos comentado anteriormente, existen rasgos de personalidad con tendencia al rencor, todos podemos evitar esa emoción. Basta con identificar el sentimiento, racionalizarlo y utilizar una serie de claves y estrategias para, poco a poco, eliminar el rencor.

Cómo dejar de ser vengativo y rencoroso

El primer paso para saber cómo dejar de ser tan rencoroso y evitar este sentimiento es identificarlo. No es tan sencillo, puesto que, muchas veces, creemos que las personas hacia las que sentimos resentimiento se lo merecen. Así que, para identificar el rencor correctamente, tendremos que preguntarnos "¿por qué siento odio hacia esta persona?" "¿qué me ha hecho?"

Una vez detectado el sentimiento, podemos canalizarlo lejos del otro individuo. Debemos recordar que el origen del rencor es una mala estrategia de gestión emocional. Por ello, trabajar nuestras emociones mediante pensamientos positivos que alejen el resentimiento es una buena herramienta. Si lo vemos necesario, podemos hablar con el otro individuo implicado para explicarle aquello que nos ha hecho daño u ofendido. De este modo, evitaremos que lo vuelva a hacer o, por lo menos, habremos tomado responsabilidad en el asunto.

Finalmente, para eliminar el rencor, podemos utilizar algunas claves de la terapia cognitiva. Resulta útil hacernos preguntas a nosotros mismos para ir dirigiendo el sentimiento y cuestionar el origen del rencor. Si somos capaces de ver la inutilidad de seguir siendo vengativos, terminaremos por dejar que el resentimiento se aleje de nuestros pensamientos.

Un ejemplo de cuestionamiento de pensamientos negativos es el siguiente:

  • ¿De qué me sirve seguir odiando a esta persona?
  • ¿Qué puedo arreglar en mi vida con este sentimiento?
  • ¿Este rencor me permite seguir adelante?

Claves y estrategias para evitar el rencor

  • Aprende a perdonar: si seguimos pensando que la persona que nos dañó lo hizo a propósito, es el momento de aprender a perdonar. Si resulta que ese individuo tiene la necesidad de hacer daño a otras personas, quizás es porque es incapaz de tratar con sus propios problemas personales. En ese caso, debemos evitar los conflictos con esa persona y alejarnos de ella.
  • Déjalo ir: es importante evitar problemas innecesarios en nuestra vida. Es cierto que los conflictos pueden resultar un valioso aprendizaje, pero el rencor suele implicar arrastrar un sentimiento desagradable. Por esta razón, una decisión inteligente es dejarlo ir y seguir nuestras vidas en búsqueda de la felicidad personal.
  • Transforma la culpa en responsabilidades: la culpa es un sentimiento relacionado con la carga, no podemos hacer nada con ella salvo arrastrarla. En cambio, la responsabilidad se trabaja. Si en vez de echar la culpa a alguien de sus actos, le responsabilizamos y hablamos con esa persona, estaremos dando una oportunidad a alguien para que mejore y, de este modo, evitaremos el rencor.
  • Practica la comunicación asertiva: en el caso de que decidamos hablar con la persona por la que sentimos rencor, debemos hacerlo de la mejor manera posible. A pesar de que existen muchos estilos comunicativos, la mejor estrategia será aprender a ser asertivo.
  • Pensamiento positivo sustitutorio: esta estrategia se basa en reemplazar un pensamiento negativo por la versión positiva de este. Por ejemplo, podemos cambiar el "esta persona es mala, me ha hecho daño y se merece lo peor" por "esta persona quizás no quiso hacerme daño, de todos modos, ha pasado mucho tiempo y no tiene por qué importarme".

Tras un proceso de aprendizaje, y con la práctica adecuada de estos consejos, podremos desarrollar nuestro temperamento para dejar de ser tan rencorosos. Todas las personas tenemos la oportunidad de evolucionar. Eliminar este tipo de sentimientos tan desagradables debería ser el proceso de todo aquél que quiera mejorar en su modo de relacionarse con los demás y consigo mismo.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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