Cómo evitar la envidia entre hermanos

Cómo evitar la envidia entre hermanos

La envidia es un sentimiento que no solo puede condicionar a los niños, sino también a los adultos. Las relaciones entre hermanos resultan complejas y la competencia puede instalarse en el seno de esa relación. Conviene no censurar el sentimiento de la envidia sino humanizarlo para comprender qué existe detrás de este estado de ánimo.

¿Cómo evitar la envidia entre hermanos? Respondemos a esta pregunta en Psicología-Online para que estos vínculos crezcan fuertes a partir de la inteligencia emocional que nace del respeto y la admiración hacia aquello que hace único a cada uno.

6 consejos para evitar los celo hacia un hermano adulto

  1. Tus creencias sobre aquello que tu hermano piensa u opina de ti pueden estar totalmente distorsionadas por tu propio punto de vista. Muchos de los nudos que se producen en este tipo de relación tienen que ver con la lectura distinta que cada uno ha hecho de aquellas vivencias que ambos han compartido en común. Para cuestionar la solidez de esas creencias sin contrastar que con tanta frecuencia te repites a ti mismo puedes hacerte estas preguntas: "¿Qué datos objetivos tengo para decir esta afirmación?, ¿Y si me estoy equivocando al prejuzgar a mi hermano?".
  2. Asume tu sentimiento de envidia hacia tu hermano. No tienes que decírselo a él si no lo deseas, pero sí es importante que lo reconozcas ante ti mismo. Los niños no tienen un nivel de introspección tan alto como el de los adultos para nombrar sus emociones y sentimientos. Sin embargo, desde tu posición, sí puedes identificar con naturalidad aquello que te ocurre. No te juzgues.
  3. Céntrate en aquello que te une. Tal vez ambos seáis muy diferentes en vuestra forma de entender la vida a pesar de haber crecido en un mismo entorno y haber sido educados en los mismos valores. Para fortalecer esta relación es recomendable que intentes construir el vínculo desde aquellos puntos en los que te sientes identificado.
  4. ¿Qué envidias y por qué? Seguro que en algún momento has observado la típica escena de película en la que dos personas sienten celos la una de la otra sin que cada una lo sepa. Mientras que uno de los dos sufre por un bien que el otro posee y del que él carece, la otra persona, lejos de sentirse inmensamente afortunada también tiene carencias y echa de menos la fortuna emocional que observa en el otro. Por tanto, la envidia es un síntoma recurrente que lleva al ser humano a no valorar de verdad aquello que posee.
  5. Actualiza tu posición en el mapa. Curiosamente, el sentimiento de envidia puede estar alimentado por situaciones y anécdotas de la infancia que no se han superado. Tú ahora eres un adulto y tu hermano también lo es. Cuando le juzgas por algo que ocurrió hace años no te das la oportunidad de conocer a la persona que hoy tienes delante. Afianza tu relación desde el presente, aprendiendo a olvidar el pasado y empezar de nuevo.
  6. Habla con otras personas de confianza y escucha sus propias historias familiares. Te darás cuenta de que, salvando las distancias de la naturaleza única de cada relación, encuentras características comunes con las que te sientes identificado. Decide, de forma consciente, no perder el tiempo en compararte con tu hermano ni en competir con él porque tu felicidad real depende de ti mismo y de tu propia evolución medida en relación con tus propias habilidades.

Envidia entre hermanos pequeños: cómo actuar

Los padres, como educadores de sus hijos, tienen una gran influencia en su propia evolución y desarrollo. ¿Cuáles son las bases para educar con inteligencia emocional?

  • Más allá de los planes comunes en familia, es recomendable que el padre y la madre encuentren un tiempo específico para estar a solas con cada niño. En torno a esos momentos surgen tradiciones que para cada niño son significativas.
  • Evita las comparaciones. Cuando observas a tus hijos puedes comprobar que cada uno tiene su propia personalidad, cualidades e intereses. Rasgos individuales que empiezan a destacar desde la más tierna infancia. Cuando quieras corregir a uno de tus hijos, no le pongas el ejemplo de los comportamientos de su hermano.
  • Deja que ellos resuelvan sus diferencias sin interceder tú constantemente. Especialmente, si discuten por un asunto y tú no has observado todo el proceso en el transcurso de los acontecimientos. En ese caso, puedes establecer conclusiones equivocadas en tus valoraciones sobre las actitudes de cada uno porque te falta la información completa de la historia.
  • No juzgues de manera negativa las llamadas de atención del niño que son una manifestación de celos hacia su hermano. Intenta recordar aquel periodo de tu infancia en el que tú sufriste celos similares. Por medio del poder de la empatía puedes comprender mejor esta reacción como una respuesta que forma parte de su propia evolución personal.
  • Observa cuáles son las habilidades en las que destacada cada niño. Refuerza a cada uno en sus propias capacidades para que el crecimiento de cada uno esté en relación con su propia naturaleza y no en su vinculación con el otro. Cada camino es distinto y ninguno es mejor que el otro. El apoyo familiar durante las primeras etapas del desarrollo es imprescindible.
  • El poder del juego. Los juegos como forma de relación también propician un aprendizaje valioso en los niños ya que en este entorno lúdico disfrutan de la relación con el otro y crean experiencias y recuerdos compartidos que confrontan con la sensación más amarga de los instantes de celos. A su vez, también puedes utilizar el recurso del cuento como medio didáctico para reflexionar sobre las emociones por medio de tramas descritas por personajes con los que los niños experimentan empatía.

Cuándo pedir ayuda profesional psicológica

En la etapa adulta, es recomendable que la persona asuma esta decisión cuando la envidia está paralizando su propio desarrollo personal como consecuencia de un estado de malestar interno que afecta a la propia paz interior. Cuando la persona quiere mejorar su relación con su hermano, sin embargo, no consigue avanzar de manera definitiva respecto de esta situación de celos, entonces, la ayuda psicológica puede ser especialmente terapéutica para incrementar la resiliencia. Cuando la envidia no es una situación puntual sino que brota de manera recurrente en episodios de la convivencia familiar.

Cuando la situación de celos remite a un niño pequeño, en ese caso, los padres pueden consultar apoyo pedagógico cuando deseen recibir indicaciones personalizadas sobre consejos de educación para actuar en distintas situaciones de la rutina cotidiana. Si deseas encontrar buena ayuda psicológica, te recomendamos el siguiente artículo sobre los mejores psicólogos infantiles en Barcelona.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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