Cómo gestionar las peleas entre hermanos

Cómo gestionar las peleas entre hermanos

Los conflictos entre hermanos es una situación bastante común que aparece en casi todas las familias con dos o más hijos, sin embargo para los padres en muchas ocasiones puede llegar a generar angustia y frustración al no saber como actuar ante ello. En estos casos, lo que se puede hacer es ayudarlos a gestionar las peleas para que aprendan a resolver esos conflictos y diferencias que van surgiendo en el día a día para que puedan seguir desarrollando nuevas habilidades sociales lo cual incluso se verá reflejado en su vida futura. En este artículo de Psicología-Online vamos a brindarte algunos consejos para que sepas cómo gestionar las peleas entre hermanos.

6 consejos para aprender a gestionar las peleas entre hermanos

Está cl

aro que todos los padres desearían que jamás existieran este tipo de peleas y que sus hijos se llevaran bien todo el tiempo, de manera pacífica y empática, la realidad es que en la gran mayoría de los casos no es así y esto no tiene por qué ser algo alarmante.

Hay que tener en cuenta que los hermanos tienen una relación bastante cercana ya que se encuentran compartiendo todo el día y tienen una vida en común, por lo que es normal que en cualquier momento el conflicto surja así como le pasaría a cualquier adulto que comparte su día a día con otro.

Así que está claro que como padres no se puede hacer nada en contra de eso ya que es prácticamente imposible evitar las peleas entre ellos, que incluso en cierta medida son sanas ya que los ayuda a aumentar su capacidad de empatía y aprenden de esta manera a respetar y a saber cómo gestionar los conflictos con otras personas.

  1. No ver el conflicto como algo negativo. Lo que se suele suceder normalmente cada vez que empiezan los conflictos entre hermanos es que los padres comienzan a estresarse e incluso a enfadarse cada vez más si la situación no se arregla en seguida. Hay que tener en cuenta que los conflictos forman parte de la vida misma y que más que enfocarse en evitarlos, se debe de prestar más atención a la manera de afrontarlos. Hay que aceptar que existen los conflictos y aprender a resolverlos con naturalidad desde la calma y la comprensión.
  2. Enfocarse en la solución y no en el problema. Hay que ayudar a los hijos para que desde pequeños aprendan a enfocar su atención en la solución del problema y no en el problema en sí que no serviría para nada.
  3. Evitar juzgar a los hijos.Un error que cometen muchos padres a la hora de educar a sus hijos es que cada vez que surge algún conflicto entre ellos tienden a tomar el lugar de jueces y evalúan la situación de tal manera que dejan claro quien es el culpable, lo evidencian y lo dejan en desventaja ante el otro. Esto a la larga genera mucha rivalidad y conflicto entre ambos. Lo que se debe de hacer más bien, como se menciona en el consejo anterior es tratar de resolver el conflicto de la mejor manera y evitar buscar culpables o centrar toda la atención en el problema.
  4. Escucha activa. Es necesario que los padres más que hablar y juzgar a los hijos aprendan realmente a escucharlos y a ayudarlos a resolver sus problemas e inquietudes. Parte de los conflictos que se generan entre hermanos son provocados indirectamente por una escucha ineficiente por parte de los padres.
  5. Establecer normas y límites. Siempre deben de establecerse en casa normas que deben seguirse y que van orientadas a fomentar valores como el respeto, el amor, el compañerismo, etc. Por ejemplo deben estar estrictamente prohibidos los insultos, las agresiones, el maltrato, las burlas, entre otras actitudes negativas. Por supuesto los padres deben de ser los primeros en ponerles el ejemplo a los pequeños.
  6. Ayudarlos a expresar lo que sienten. Se debe enseñar a los niños cada vez que estén en medio de un conflicto entre hermanos a identificar y a expresar lo que realmente sienten. Es decir, en lugar de que actúen por el impulso y por el supuesto enfado que tienen en ese momento y le digan algo hiriente o golpeen al hermano, se les debe de enseñar que mejor expresen lo que en realidad sienten. La ira casi siempre esconde tristeza por lo que en lugar de manifestar ira y el enfado como tal, se les debe de enseñar a poner un alto y a comunicar, en este caso lo que los hizo sentirse tristes. Esto se logra con la práctica y ayuda también a generar más respeto y empatía entre hermanos.

En este otro artículo te descubrimos cómo evitar la envidia entre hermanos dándote algunos buenos consejos que merece la pena tomar en cuenta.

Qué NO se debe hacer para gestionar las peleas entre hermanos

Además de seguir los consejos anteriores para tratar de gestionar las peleas entre tus hijos, toma nota a esta serie de cosas que es importante que NO hagas para propiciar que con el tiempo las peleas no vayan en aumento o simplemente que no se gestionen de manera adecuada.

  • Perder la paciencia y actuar o decirles cosas de manera impulsiva.
  • Decirles simplemente que dejen de estar peleando.
  • Tratar de convencerlos para que estén tranquilos y vuelvan a jugar con normalidad.
  • Decirles lo mal que te sientes cada vez que ellos pelean y que el hecho de que lo hagan puede traerte graves consecuencias como enfermarte, que “te de un infarto”, entre otro tipo de cosas que les inventan los padres a los hijos a causa de la frustración que sienten en ese momento.
  • Juzgar a alguno de ellos y hacerlo quedar como el culpable.
  • Decirles que si se pelean ya no los vas a querer.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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