Cómo mantener la calma en momentos difíciles

Cómo mantener la calma en momentos difíciles

"Respira hondo y cuenta hasta diez, visualiza un lugar donde te sientas feliz y entra en meditación" quién sabe cuántas veces amigos, familiares y expertos te han sugerido una de estas técnicas para mantener la calma. No obstante, cuando se trata de enfrentar realmente el momento en que la ira explota, es difícil dar en el blanco, especialmente porque ninguno de los métodos indicados es capaz de generar conciencia.

En este artículo de Psicología-Online explicaremos algunas técnicas mentales para intentar mantener la calma en los momentos difíciles.

Respira de forma consciente

¿Cómo mantener la calma en medio del caos? Aunque pueda parecer extraño, una gran ayuda contra el estrés y la ira es saber respirar correctamente. Cuando sientas que la preocupación y los pensamientos negativos se apoderan de ti, toma las riendas de la situación difícil y emplea unos minutos para respirar. Solo necesitamos unos minutos al día para pararnos en una posición cómoda y relajada para respirar y escuchar nuestra respiración.

Para realizar esta técnica, que recibe el nombre de "respiración consciente", en primer lugar siéntate y cierra los ojos y, posteriormente, puedes concentrarte en tu respiración. En este momento, tu mente no debe ir a ningún otro lugar ni pensar en otra cosa más que la inhalación y la exhalación, alternando cada 20 segundos entre una y la otra. Este es un ejercicio fundamental para controlar la ansiedad y la negatividad.

Si te interesa saber más acerca de esto, en el siguiente artículo encontrarás Ejercicios de respiración.

Aprende a escuchar a tu cuerpo

Aprender a centrar la atención en nosotros/as mismos/as resultará muy útil para aprender a escuchar las señales de nuestro cuerpo, como las tensiones o las respiraciones cortas e intervenir lo antes posible para mejorar las reacciones y aumentar el autocontrol.

Practica ejercicio para el cuerpo y la mente

El deporte ayuda a aliviar la tensión. De hecho, la actividad física es una gran aliada durante situaciones de estrés o dominadas por la ira. A su vez, practicar ejercicio nos ayudará a cambiar el enfoque, cansarnos y relajarnos y a aumentar el nivel de serotonina, lo que mejorará nuestro estado de ánimo.

Por otra parte, si correr, nadar o bailar no son para ti, puedes considerar las disciplinas que combinan los ejercicios físicos con los mentales, como el yoga, el Tai Chi o la meditación en movimiento, que son tanto relajantes como energizantes. De esta manera, podrás mantenerte en forma e incluso en sintonía con tu cuerpo.

Descarga la agresividad con el movimiento

En las ocasiones en las que no puedas practicar deporte, una buena alternativa es optar por hacer muecas en el espejo, abrir la boca para abrir las mandíbulas, masajearte la sien y las cejas, dar puñetazos y patadas al aire para liberar energías negativas o darte masajes y abrazarte para que sientas algo de consuelo. El cuerpo también necesita de tu parte para recuperar la calma.

Descansa

Ninguna persona puede estar en una situación de calma y serenidad si sacrifica las horas de sueño que tu cuerpo necesita, ya que dormir es esencial para mantener el control y aumentar tu inteligencia emocional. Durante el sueño, el cerebro se recarga y te permite despertarte lista para afrontar el resto del día. Por este motivo, si no descansas lo suficiente, no solo su cuerpo se cansará, sino también tu atención y autocontrol.

De hecho, la privación del sueño a menudo aumenta los niveles de la hormona del estrés, creando un ciclo sin fin por el que cada vez tendrás más dificultades para conciliar el sueño y dormir mejor.

Concéntrate en el presente

Este aspecto es importante para no dejarse llevar por pensamientos disfuncionales sobre el pasado o el futuro, es decir, sobre aspectos que no podemos controlar. Permanecer en el aquí y el ahora nos permite vivir en un estado de presencia activa y no juzgante para enfocarnos en lo que es realmente útil para nosotros.

Desconéctate del mundo exterior

Estar siempre enfocado/a en un objetivo es estimulante, pero no ayuda a hacer que el estrés sea un estado mental intermitente. De hecho, estar disponible para todo y para todos las 24 horas del día y los 7 días de la semana es contraproducente para disminuir el nivel de ansiedad.

Por lo tanto, al menos durante los fines de semana y los días festivos, desconecta durante unas horas de las redes sociales, el teléfono móvil y el correo electrónico personal o del trabajo. Cuídate haciendo algo que te guste y que no siga ninguna regla, como cantar, pintar o hacer deporte, entre otros. Estos momentos solo para ti te ayudarán en los días siguientes a no perder el control de las emociones negativas y a mantener la calma ante la provocación.

Cambia de perspectiva y piensa positivo

Cambia la perspectiva desde la que observas las cosas para reorientar los pensamientos y la mente a un estado positivo. Esto no significa ver la vida en estrellas, corazones y mariposas rosadas, sino cambiar la perspectiva y controlar el ruido que a menudo producen los pensamientos. Esto mejorará nuestra calidad de vida.

Para mantener la calma, manténte concentrado/a y piensa positivo, algo crucial para reducir las emociones negativas, como el estrés y la ira. De esta forma descubrirás cómo los pensamientos positivos pueden afectar al estado tanto de tu cuerpo como tu mente.

Piensa en momentos agradables

Si la calma está a punto de abandonarte, cambia de escenario y esfuérzate por pensar en una situación que te evoque pensamientos y sensaciones agradables. Esa cena romántica con tu pareja, la graciosa charla con tu bebé, las bromas con tus amigas... Deja que las emociones positivas inunden tus pensamientos y obtendrás un poco de equilibrio al instante.

Aprende a estar agradecido por lo que tienes

Estamos tan acostumbrados a querer siempre más y a quejarnos continuamente que a menudo perdemos el enfoque de lo que tenemos, que en muchas ocasiones ya es suficiente.

Diversos estudios han demostrado que las personas que trabajan a diario para cultivar una actitud de gratitud por lo que tenemos presentan una notable mejoría en su estado de ánimo, la energía y el bienestar físico. Para lograrlo, el primer paso es apreciar las pequeñas cosas que nos rodean como, por ejemplo, un trabajo que te da la posibilidad de vivir tranquilo/a, un buen amigo o algún recuerdo agradable. No tienen que haber sido eventos importantes, sino también pequeñas cosas que forman parte de la vida cotidiana.

Asimismo, cuando pensar que estás a punto de explotar se ha convertido en una constante, siéntate y toma nota de todas las cosas buenas que tienes y que puedes lograr, concentrándote en lo positivo de tu vida y en algo que te guste.

Sorprende a todos con la amabilidad

En momentos conflictivos, cuando alguien está siendo un tanto exagerado/a, puedes despistar a todos/as con tu amabilidad. Si el listillo habitual te ha superado mientras estabas en la fila, saca tu tono de voz más suave y usa las palabras más elegantes para decirle lo inapropiado y grosero que fue. El contraste entre la agresión esperada y la amabilidad exhibida con estilo le provocará un cortocircuito a tu favor.

Cultiva tu vida social

Salir con tus seres queridos o amigos es útil para reducir los niveles de estrés o la sensación de "estar solo y no entenderlo", así que no te aísles. Una vida social sana y activa aumentará la capacidad de autocontrol, reducirá la soledad y potenciará la autoestima.

En general, para mantener la calma es necesario desahogarse con alguien. Por este motivo, es recomendable hablar para liberar tus emociones y explicar cómo te sientes, así como pedir ayuda a quienes más confían cuando lo necesites.solo comparándote y bajando la guardia lograrás reducir el nivel de estrés, ansiedad o rabia que te invade.

Sé paciente

Es importante ir con prisas y darse tiempo para aprender a distinguir y a poner una cierta distancia entre nuestro interior y el exterior. Crecer significa aprender a escucharse y entender cuándo necesitamos tiempo. Por lo tanto, en la ajetreada vida cotidiana, en la que a menudo las dificultades y los problemas parecen acumularse sin fin, es fundamental tomarse un momento para uno/a mismo/a y poner en práctica estos consejos.

El resultado no siempre será inmediato y puede que al principio no puedas contrarrestar la ansiedad o la ira con pensamientos positivos o mantenerte enfocado/a en tu respiración durante los minutos necesarios. Sin embargo, lo importante es darse tiempo.

Con los continuos estímulos que recibimos del exterior hemos aprendido, por desgracia, a tener más en cuenta a los demás que a nuestras exigencias, con la inevitable consecuencia de poder "explotar" tarde o temprano, cuando ya no sabemos cómo gestionar todas las emociones.

Ejercita el desapego emocional

No se trata de mostrar indiferencia o perder interés, por el contrario, ejercitar el desapego emocional significa tener una mirada diferente sobre las circunstancias cuando las emociones se han calmado y todo te parece más claro, más simple, más obvio. Durante una pelea, es bueno asumir este tipo de desapego de inmediato, ya que la ira, los celos o el resentimiento que sientes en el momento no tienen éxito.

Sin embargo, no será fácil y habrá que darse tiempo y espacio. De este modo, si una discusión está a punto de degenerar, salir de una habitación puede ser un método eficaz para recuperar la calma adecuada.

Aprende a decir lo que piensas

Hay muchas formas de expresarse, exponer ideas y sensaciones. Una persona que se esconde en el silencio puede ser muy irritante, así como quien habla sin parar y sin filtros. La asertividad es, en cambio, una modalidad de comunicación que permite contener la rabia sin necesariamente reprimirla, afirmar los propios derechos sin negar los de los demás y comunicar nuestros sentimientos sin herir a la otra persona.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
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  • Lieberman, D. J. (2020). Come non perdere mai più la calma. Milán: TEA.
  • Zani, G. (2022). La quiete dopo la tempesta: 8 modi per mantenere la calma. Recuperado de: https://www.giuliazanipsicologa.com/2020/07/06/calma/