Cómo perder la vergüenza

Cómo perder la vergüenza

Seguramente en muchas ocasiones no te has atrevido a realizar alguna actividad por temor al qué dirán si lo haces mal o si haces el ridículo. Es un sentimiento de pérdida de dignidad y de temor a ser humillado/a. El origen del sentimiento de vergüenza está en nuestro instinto de supervivencia.

Antiguamente, y en cierto modo también actualmente, se necesitaba pertenecer a un grupo con el fin de sobrevivir, por lo que el realizar una acción ridícula podría suponer la expulsión grupo y, por tanto, la capacidad de sobrevivir sería mínima. Así pues, el sentimiento de vergüenza es un residuo de ese instinto primario de sobrevivir. Actualmente, ha perdido su función y no es más que un obstáculo en nuestro día a día. Por ello, es importante saber cómo hacerle frente. En este artículo de Psicología-Online, te contaremos cómo perder la vergüenza, las características de la vergüenza y los tipos de vergüenza que existen.

Qué es la vergüenza

La vergüenza es una emoción o sentimiento de incomodidad causado por el miedo a que nuestra acción cause rechazo en los demás. Dicho de otra manera, también es una perturbación del estado emocional debido a una acción cometida que socialmente se considera humillante. Es una emoción que nos limita por el miedo a ser rechazados/das. Por ello, las personas vergonzosas tienden a evitar ciertas situaciones o contextos por miedo hacer el ridículo.

¿Quieres saber cómo perder la vergüenza? Sigue leyendo para conocer las características de la vergüenza y cómo superar este sentimiento.

Características de la vergüenza

Hay diversas características que pueden ayudarte a identificar tu sentimiento de vergüenza. A continuación, veremos cuáles son las características de la vergüenza:

  • En muchas ocasiones es inconsciente por lo que no sabemos que la tenemos.
  • Es muy duradera, es decir, pese a haber terminado la situación que nos podría producir vergüenza, este sentimiento perdura en el tiempo.
  • Las emociones y sentimientos que surgen como consecuencia de la misma, como la baja autoestima, tristeza, ansiedad, son muy intensos.
  • Está acompañada de pensamientos, imágenes, frases negativas originadas en la infancia. Ejemplos de ello es pensar que uno mismo es estúpido/a, inútil, el sentimiento de no ser suficiente, entre otros.
  • El origen más primario, como decíamos al comienzo del artículo, se debe a nuestros instintos primarios de supervivencia. Sin embargo, hay factores ocurridos durante la infancia que pueden provocar que unas personas tengan mayores sentimientos de vergüenza que otras. En muchas ocasiones, los padres de un/a niño/a le envían mensajes negativos cada vez que comete un error, haciendo que dichos mensajes se acaben internalizando y haciendo que ese/a niño/a se sienta cada vez más inseguro/a de iniciar una acción.

Por qué sentimos vergüenza

Quizá a menudo te has preguntado por qué sentimos vergüenza. Las principales causas de este sentimiento son la sensación de vulnerabilidad que sentimos frente a los demás, por prejuicios sociales, y el miedo a ser excluidos/as por hacer el ridículo si no seguimos los estándares más valorados por la sociedad. El miedo a ser rechazados/das hace que nos adaptemos a las normas preestablecidas y juzguemos aquellos comportamientos o acciones que se alejan de ellas.

Si quieres saber más sobre la vergüenza, en el siguiente artículo encontrarás información de por qué me da vergüenza todo.

Tipos de vergüenza

¿Cuántos tipos de vergüenza hay? Podemos distinguir distintos tipos de vergüenza. Veamos cuáles son:

  • Amorosa: el hecho de que una persona sepa que tenemos sentimientos amorosos hacia ella y nos rechace puede llegar a producir un gran sentimiento de vergüenza.
  • Por estar expuestos: el motivo de la vergüenza se debe a que nos han descubierto en una situación, por ejemplo, íntima o que hayan expuesto un error tuyo públicamente.
  • Por expectativas: a veces el problema surge porque tenemos altas expectativas sobre nuestro futuro, de modo que, al no conseguir dichos logros, sentimos vergüenza.
  • Exclusión social: uno de los tipos de vergüenza es la exclusión social. Que no te inviten a una comida o a un plan con amigos puede llegar a hacerte sentir desplazado y que surja un sentimiento de vergüenza.
  • Ajena: podemos sentir vergüenza ajena al ir acompañados de alguien que puede llamar la atención por su forma de vestir, su comportamiento o por su forma de pensar puede llegar a producirnos un sentimiento de vergüenza. En este artículo, verás por qué sentimos vergüenza ajena.

Ejercicios perder la vergüenza

¿Cómo superar la vergüenza? Existen dinámicas para perder la vergüenza. Te recomendamos los siguientes ejercicios para dejar de ser tímido/a:

  • Acepta tener imperfecciones: si asumes que en algún momento puedes equivocarte y cometer un error no te supondrá tanta vergüenza si ocurre. Expón tus defectos con gracia, de forma que al reconocer su existencia pierden importancia para los demás. En este artículo, te contamos cómo reírse de uno mismo.
  • Ponte objetivos: si te preguntas cómo perder la vergüenza, además de ponerte metas a alcanzar, intenta también obligarte a cumplirlas. Si en algún momento tienes miedo a quedar en ridículo, recuerda cuál es tu meta y no permitas que ese miedo te impida alcanzarla.
  • Mira de quién te rodeas: si te rodeas de personas demasiado tímidas, que temen cometer errores o que juzgan a otros cuando los comenten, seguramente acabes teniendo mayores sentimientos de vergüenza. A la hora de superar la vergüenza procura rodearte de personas que se preocupen de disfrutar y se olviden de lo que hacen los demás o de lo que opinan los de más sobre ellos.
  • Trabaja tu autoestima: si vives pendiente de lo que vayan a opinar los demás sobre ti es porque seguramente tu opinión sobre ti no es muy positiva. Otro de los ejercicios para perder la vergüenza es analizar lo que piensas sobre ti mismo/a y procurar modificar esos mensajes por otros más positivos. Recuerda que tu valor no cambia por lo que opinen los demás. Descubre cómo mejorar la autoestima.
  • Sé objetivo/a: a veces llegamos a analizar las situaciones de una forma demasiado subjetiva que nos impide ver cómo es la realidad. Para perder la vergüenza intenta tener un punto de vista en tercera persona: ¿Qué pensarías tú de alguien que ha cometido ese error? Seguramente no tendrías una mala opinión sobre esa persona o, al menos, no sería nada similar a la que crees que tendrían sobre ti si cometieras ese mismo error.
  • Exponte: para superar la vergüenza, exponte a aquello que te produce vergüenza. Puedes comenzar por aquellas situaciones que no te causan tanta ansiedad y terminar por aquellas que te producen más ansiedad. Esta es la mejor forma de combatir los miedos.

Si quieres saber más, te recomendamos leer este artículo sobre cómo superar la timidez y la inseguridad.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
  • Burgo, J. (2018). Shame : Free yourself, find joy and build true self-esteem. Londres: Watkins Media.
  • Broucek, Francis (1991). Shame and the Self. Guilford Press, New York, p. 5.
  • Calderón, G. (2004). La ambivalencia de la bioética: cinco tesis para superar la vergüenza. Orientaciones Universitárias, (35), 107-122.