Cómo salir de la zona de confort

Cómo salir de la zona de confort

Nuestra zona de confort es el espacio de seguridad en el que sentimos comodidad y control. Este espacio no se limita al ámbito físico, sino que comprende también el área psicológica, nuestras actitudes y comportamientos. Sin embargo, esta zona frena y limita el crecimiento personal y la vivencia de experiencias nuevas que proporcionan aprendizaje, pero salir de la zona de confort produce un miedo e incertidumbre que en ocasiones puede paralizarnos. Si quieres saber cómo salir de ella, sigue leyendo este artículo de Psicología-Online: Cómo salir de la zona de confort, donde encontrarás 15 ejercicios para salir de la zona de confort.

Sal de tu zona de confort

Zona de confort es un término muy empleado en el día a día y en contextos informales. Además, es objeto de investigación y un concepto que se utiliza en el ámbito de la psicología. Pero, ¿qué significa zona de confort?

1. La zona de confort

¿Qué es la zona de confort? Este concepto se refiere a un estado mental y conductual en el que las personas siguen un comportamiento, estrategia y actitud rutinario y repetido, sin asumir ningún tipo de riesgo o cambio en sus vidas. El rendimiento que se obtiene en esta zona es constante, pero es un área en la que no se produce aprendizaje, ya que en ella se encuentra todo lo que ya se conoce y se domina. Se trata de un espacio personal en el que se actúa sin demasiada conciencia y sin prestar demasiada atención, con el llamado piloto automático. Las situaciones son familiares y conocidas, por lo que la persona sabe con seguridad cómo reaccionar a ellas y afrontarlas. ¿Qué pasa si salgo de la zona de confort? Que entro en la zona de aprendizaje.

2. La zona de aprendizaje

La llamada zona de aprendizaje es un área de expansión en la que las personas asumen nuevos retos y desafíos, y experimentan en diferentes áreas de su vida. Este espacio implica un esfuerzo personal, una sensación inicial de inseguridad y desprotección y unos niveles de ansiedad aceptables. Sin embargo, en este es donde se produce el crecimiento personal, el aprendizaje, la adquisición de nuevas herramientas y la ampliación de conocimientos. Una vez la persona domina aquello que era novedoso, pasa a formar parte de la zona de confort. Sin embargo, tras la zona de aprendizaje se encuentra la zona de pánico.

3. La zona de pánico

En este área ya no se produce aprendizaje, debido a que la situación sobrepasa los propios límites y se experimenta una sensación de falta de control que resulta paralizante. En este espacio se desarrollan niveles muy elevados de ansiedad y miedo, estos derivan en conductas de huida a la zona de confort de nueva.

Salir de la zona de confort: preguntas frecuentes

Si te estás planteando salir de tu zona de confort y no sabes cómo, puede que te plantees las siguientes preguntas:

¿Qué significa salir de la zona de confort? Salir de la zona de confort representa realizar nuevas actividades, adoptar nuevos hábitos o perseguir nuevos retos.

¿Por qué no quiero salir de mi zona de confort? En la zona de confort, la gente experimenta una sensación de control y de seguridad. En este entorno se minimiza la incertidumbre y se obtiene estabilidad. A pesar de ello, el bienestar que se obtiene de esta zona no tiene porqué proceder del crecimiento personal y la satisfacción, más bien es derivado de la ausencia de emociones tales como el exceso de ansiedad, miedo y una incertidumbre e inseguridad desbordantes.

¿Por qué cuesta tanto salir de la zona de confort? Las resistencias que encuentra la gente para salir de su zona de confort son precisamente este miedo e incertidumbre, junto a la sensación de falta de control y desorientación. Este área de comodidad puede resultar segura y constituir una especie de refugio, pero es limitante y a largo plazo puede producir apatía, desmotivación, aburrimiento, tristeza sensación de falta de sentido, pasividad y conductas de evitación. Es por ello, que es necesario realizar un esfuerzo y salir de vez en cuando de la propia zona de confort

¿Por qué salir de la zona de confort? Los motivos para salir de tu zona de confort hacia la zona de aprendizaje son los beneficios que reporta. Por ejemplo:

  • Aumenta la autoconfianza
  • Aumenta la capacidad de afrontar diferentes problemáticas
  • Proporciona nuevas perspectivas y experiencias
  • Amplía los conocimientos

15 ejercicios para salir de la zona de confort

¿Cómo salir de la zona de confort fácilmente? Debido a que no siempre es fácil abandonar nuestra área de seguridad y control, a continuación mostramos una serie de consejos y ejercicios que pueden ser de ayuda para la salir de la zona de confort:

  1. Conocer los límites: si te preguntas cómo salir de la zona de confort, es importante que la salida de la zona de confort no se convierta en una obsesión y un exceso de presión. Cada persona es diferente y presenta ritmos que difieren entre sí, por lo que hay personas que podrían salir de este área mediante un gran cambio repentino y otras que necesitarán realizar pequeños pasos o cambios. Por ello, es necesario el autoconocimiento y análisis de nuestros rasgos de personalidad y miedos, ya que es vital encontrar el equilibrio entre la ansiedad y aquello positivo que se deriva de esta salida del área en la que hallamos comodidad.
  2. No caer en el catastrofismo: a la hora del planteamiento y planificación sobre la salida de la zona de confort, ayuda saber que estar fuera de ella no implica no volver jamás a esta. La zona de confort es un espacio al que siempre se puede volver si se desea, ya que la zona de aprendizaje no comporta la pérdida absoluta de control; la responsabilidad y el poder de decisión sigue perteneciendo a la persona.
  3. Descubrir sitios nuevos: uno de los ejercicios para salir de la zona de confort es realizar una lista de sitios a los que no se ha ido nunca y de eventos culturales o artísticos que tengan lugar e intentar una vez por semana ir a uno de ellos. De esta manera se explora el entorno más cercano pero desconocido.
  4. Salirse del propio estilo: la novedad puede encontrarse de manera sencilla, simplemente probando con nuevos estilos de comida, de música, de género de libros, de películas, etc. Puede ser de utilidad prestar atención y pensar en aquello nuevo que nos ha aportado estos estímulos desconocidos.
  5. Buscar compañía: realizar alguna actividad o cambio que produce temor y evitación con otra persona puede ser la clave para atreverse a dar el paso, debido a que esta puede reducir la angustia e incertidumbre. Puede resultar el factor que promueva a la acción.
  6. Analizar las propias experiencias: otro ejercicio para salir de la zona de confort consiste en ser consciente y realizar un repaso mental de las cosas que hemos aprendido a lo largo de nuestra vida, así como recordar los sentimientos y emociones previos y posteriores, los beneficios y conocimientos que se obtuvieron, eso puede facilitar la toma de decisión de abandonar la zona de confort.
  7. Conocer gente: exponerse a personas nuevas constituye un reto en sí mismo en muchas ocasiones, por ello, es un buen ejercicio para salir de la zona de confort. Además, la diversidad de gente aporta diferentes puntos de vista, conocimientos e ideas y planes que tal vez no te habrías llegado a plantear hasta mantener contacto con esa persona. Aquí encontrarás consejos para conocer gente nueva.
  8. Dedicar un tiempo a saber qué se quiere: esto implica reflexionar sobre aquello que nos gustaría realmente realizar y analizar las barreras que encontramos y abordar la forma de superarlas. Una vez definido el deseo o deseos, es aconsejable desglosar este objetivo en diferentes pasos a seguir, ya que promueve la clarificación, la simplificación y la realizabilidad del mismo.
  9. Realizar una jerarquía de miedos: otro de los ejercicios para salir de esta zona, consiste en elaborar una lista de acciones o actividades que nos causen desde miedo y/o ansiedad leve hasta altos niveles y ordenarlas de menor a mayor angustia. Una vez realizada, empezar la exposición por aquellas que menos atemoricen.
  10. Cambiar la rutina: conviene dedicar un tiempo a analizar qué rutinas realizamos a lo largo de los días, pensar y escribir una lista de posibles alternativas o variaciones que se podrían introducir para generar un cambio en la cotidianeidad y salir de la zona de confort.
  11. Buscar información: en ocasiones, las personas podemos exagerar y magnificar aquello que nos es desconocido. Por ello, averiguar más e informarse acerca de aquellas actividades que dan miedo, puede disminuir la incertidumbre, que es uno de los factores que bloquea la salida de la zona de confort.
  12. Prepararse: otro de los ejercicios para salir de la zona de confort es preguntarse a sí mismo o misma acerca de qué es aquello que podría salir mal o sería negativo al realizar aquello que da miedo e inseguridad. Una vez identificado, pensar y planificar cómo abordar esas posibilidades. Esta anticipación contribuye a generar una mayor sensación de control sobre los acontecimientos.
  13. Identificar áreas vitales a mejorar: esto implica analizar aquellas partes de nuestra vida o actitudes y comportamientos propios que nos gustaría cambiar de forma positiva. Una vez realizada la identificación, hacer una lluvia de ideas de diferentes alternativas, también se puede preguntar a más gente para que aporten nuevas ideas. Escoger aquellas que más plausibles parezcan y ponerlas en práctica.
  14. Desapegarse: la zona de confort también tiene una parte material e implica todos aquellos objetos de lo que no se quiere deshacer una persona, pese a que no lo necesite, ya que le reconforta y de alguna manera le hace sentir seguridad. Es un buen ejercicio para salir de la zona de confort empezar a reducir estos poco a poco.
  15. Acudir a una persona profesional: la parálisis y los bloqueos en cuanto a salir de la zona de confort son frecuentes. Por ello, puede ser de ayuda recurrir a una persona profesional que trabaje el autoconocimiento, la confianza, la motivación y que ayude a diseñar conjuntamente un plan de acción y realice el seguimiento de este. Además, la búsqueda de ayuda ya constituye en sí misma un gran paso hacia la zona de aprendizaje.

Si te interesa conocer ejercicios concretos para el ámbito labora, los encontrarás en este artículo sobre Cómo salir de la zona de confort en el trabajo. Por otro lado, si te interesan consejos especialmente destinados al ámbito amoroso, puedes leer este artículo sobre Cómo salir de la zona de confort en una relación.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
  • Cajina, G. (2013). Rompe con tu zona de confort: 52 propuestas para tomar las tiendas de tu vida. Espasa Libros.
  • Forés Miravalles, A., Sánchez i Valero, J. A., & Sancho Gil, J. M. (2014). Salir de la zona de confort. Dilemas y desafíos en el EEES. Tendencias pedagógicas.
  • Hemmi, M. (2013). ¿Te atreves a soñar? Paidós.