Cómo ser feliz cuando todo va mal

Cómo ser feliz cuando todo va mal

Las circunstancias externas sí forman parte de nuestra realidad y como tal pueden condicionarnos cuando no estamos pasando un buen momento. Sin embargo, el ser humano es libre y creativo, tiene un gran poder de resiliencia. Por tanto, los factores externos no producen un impacto determinista en tu destino, especialmente, si de forma consciente decides que eso no ocurra porque sabes el poder que tiene tu actitud. Si te preguntas cómo ser feliz cuando todo va mal, ya sea intentando ser feliz solo o en pareja, en Psicología-Online te damos algunas claves para sonreír.

5 consejos para ser feliz cuando todo va mal

A continuación, te damos algunas ideas para lograr este propósito.

1. Evita el lenguaje absoluto

Es una afirmación muy humana la de generalizar y concluir que absolutamente todo tiene un tono negativo. Sin embargo, conviene evitar este tipo de valoración cuidando los matices del lenguaje. Seguro que en medio de ese todo puedes encontrar alguna razón para la gratitud y el optimismo. Intenta concretar más allá de la generalidad.

2. Observa el tiempo como tu aliado

Puedes dejarte llevar por la impaciencia al preguntarte cuánto tiempo durará todo esto. Sin embargo, cambia tu percepción sobre las semanas para darte cuenta de que, en realidad, esto también pasará. No puedes saber el plazo exacto en el que eso va a ocurrir. Lo que sí sabes de antemano es que esta circunstancia tiene una duración temporal y, por ello, puedes aprender a relativizar.

3. Amistad y relaciones personales

En un momento de este tipo, tener una red de apoyo te ayudará a incrementar el optimismo. Las alegrías multiplican su valor cuando se comparten mientras que la tristeza pesa menos gracias al efecto emocional de la compañía. Cuida tus relaciones personales y abre tu corazón con aquellas personas que te transmiten empatía.

4. No idealices la felicidad

En un contexto de este tipo, la felicidad también tiene un color diferente. En esta circunstancia, la paz y la tranquilidad de ánimo te ayudan a afrontar mejor este dolor. ¿Cómo alcanzar este punto? Acepta las circunstancias externas e intenta centrarte en aquello que tú puedes hacer, aquí y ahora, para sentirte mejor contigo mismo. Por tanto, no te culpes por aquello que no puedes controlar. Aprende a cuidar de ti mismo y tampoco te exijas la perfección. De hecho, es conveniente que te repitas con más frecuencia que tú estás poniendo de tu parte para avanzar.

5. Encuentra estímulos saludables de felicidad

Un paseo agradable, una sesión de cine, actividades de ocio, un momento de lectura, una conversación con un amigo, la alimentación consciente, la satisfacción del trabajo bien hecho, la visualización de momentos felices... En definitiva, cultiva la ilusión de una manera proactiva.

¿Qué NO hacer cuando todo va mal si quieres ser feliz?

En una circunstancia de este tipo, puedes empezar a avanzar en la dirección de la felicidad personal a partir de la determinación de aquello que es mejor no hacer. Si quieres saber cómo ser feliz cuando todo va mal, lo que debes hacer es seguir estos consejos para evitar caer en errores comunes:

1. No hagas responsables a los demás de tu infelicidad

Esto no solo empeora la situación, sino que además afecta a tus relaciones personales puesto que los demás pueden distanciarse al sentirse injustamente tratados. Es importante que liberes a los demás y a ti mismo, de esta carga. No pongas tanto poder en las circunstancias externas y empieza a dar más peso a tu creatividad interior.

2. Dramatizar

Es cierto que la vida, como si fuese el guión de una película, también tiene ciertos tintes de drama en algunas partes de su argumento cuando la tendencia hacia la negatividad parece la ley que marca el curso de los acontecimientos. Sin embargo, evita este tono dramático en las valoraciones e interpretaciones de la realidad.

Puedes hacerlo a través de esa atención al mensaje que hemos explicado anteriormente al evitar términos absolutos como siempre, nunca, todo o nada. A través de los matices del lenguaje, también describes con más esperanza la realidad.

3. No tener empatía contigo

El contexto es importante, por tanto, sé amable contigo y comprende tu situación. Eso no significa que tengas que compadecerte. Sí es recomendable que tengas en cuenta la influencia que los hechos de ahora pueden tener en tu estado de ánimo. Cuando existen motivos para estar decaído, es natural experimentar síntomas de tristeza.

4. No te encierres en ti mismo

Puede ocurrir que no quieras hablar con nadie de cómo te sientes porque prefieres no preocupar a tu entorno. Sin embargo, es importante que no lleves esta carga en soledad y hables de todo esto con un confidente leal. Eso no significa que necesites consejos de manera necesaria, pero sí necesitas sentirte escuchado por alguien más.

5. Cuidado con la queja

Tan negativa puede ser la queja crónica como aquella actitud que te lleva a reprimir cualquier mínimo de queja. Quejarte también puede ser un desahogo saludable en ciertos momentos. Sin embargo, no alimentes esta actitud hasta convertirla en un hábito y recrearte en ella. Tampoco es buena idea la de suprimir el número de quejas a cero porque esta meta es poco realista.

Reflexiones para momentos difíciles

Si estás pasando por un momento difícil, tal vez te ayude recordar que en el pasado también ha sido protagonista de instantes en los que pusiste en práctica tu capacidad de superación. Aquellos momentos te dejaron enseñanzas que pueden servirte de inspiración ahora para afrontar mejor este capítulo de tu vida:

  1. Incluso en momentos difíciles, la vida continúa. Por tanto, no detengas tu paso hasta quedarte quieto en el dolor.
  2. El dolor y el sufrimiento no son sinónimos. El sufrimiento nace a partir de la recreación del motivo principal que causó la herida.
  3. Las circunstancias difíciles no son agradables, sin embargo, a veces marcan un punto de inflexión en la vida del protagonista que es más sabio a nivel vital a partir de la superación de ese periodo. Es decir, creces a nivel interno.
  4. Cuando tengas un día gris, recuerda que mañana será otro día y será mejor. A veces, solo necesitas un poco de tiempo para cambiar la perspectiva.
  5. Puedes transformar esta situación y encontrarle un sentido real si vives este proceso desde la perspectiva del aprendizaje. ¿Qué puede enseñarte esta situación? ¿Y qué puedes ofrecer tú a la vida en este momento tan determinante?

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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