Cómo ser una persona altruista

Cómo ser una persona altruista

¿Quién dijo que los seres humanos son básicamente todos egoístas? Muchos creen que la tendencia a ser ególatras es común e incluso tiene bases científicas seguras, pero los conocimientos que proceden del conjunto de los estudios psicológicos, etológicos, evolutivos y de las neurociencias muestran lo contrario. En nuestras relaciones hay un rico equipo de predisposiciones biológicas que favorece los vínculos con nuestros semejantes y nos impulsa a cuidarnos unos a otros.

Este bagaje va desde el llanto a la sonrisa, desde el contacto físico al beso, desde los gestos de consuelo al reflejo emocional tanto en las formas más inmediatas del contagio como en las más evolucionadas de la empatía. Por eso, en este artículo de Psicología-Online vamos a descubrir algunos consejos sobre cómo ser una persona altruista.

Qué es el altruismo

Son muchas las definiciones del altruismo, a veces incluso contradictorias entre sí. El término deriva del latín alter, y fue acuñado en los años 30 del siglo XIX por Auguste Comte, uno de los padres de la sociología y fundador del positivismo. Según sus propias palabras, lo que significa ser una persona altruista es "la eliminación de todo deseo egoísta y del egocentrismo, como pide una vida dedicada al bien de los demás".

En general, con altruismo se indica la actitud y el comportamiento de quien tiene la calidad (moral) de interesarse por el bienestar de sus semejantes, tanto en el sentido de la supervivencia como en el de la calidad de vida, miembros de su propia especie o incluso de otras especies.

Normalmente esto se considera una cualidad claramente positiva, ya que mejora indirectamente sus posibilidades de supervivencia y bienestar. Si se aplica a los humanos, se considera una cualidad moral.

Ayudar con nuestra presencia

Una forma de aprender qué el altruismo es estar disponible para ayudar a un pariente o amigo en dificultad: basta con llevarle medicinas si está enfermo, ir a comprarle cuando está demasiado ocupado, acompañarlo a un examen médico si no tiene permiso de conducir. Todas pequeñas cosas que, sin embargo, cuando se hacen con constancia y dedicación nos hacen personas más desinteresadas.

Todos tenemos días en los que nos gustaría apagar el teléfono y cerrar el mundo; sin embargo, hacerlo demasiado a menudo significa que no puedes ser una presencia estable para amigos y familia cuando necesitan tu ayuda. Encuentra formas de estar presente y ayudar a la gente que te rodea y confía en ti en momentos de necesidad.

Escuchar a los demás

Puede parecer trivial, pero la mayoría de nosotros no escuchamos cuando otros nos hablan. Ya sea una conversación telefónica o en persona, la mayoría de las veces nos distraemos pensando en nuestros propios problemas y compromisos. Para ser una persona altruista tenemos que detenernos y dar tiempo a quien quiera hablar con nosotros: escuchar de modo participativo enseña también a ser menos egoístas.

Si quieres trabajar este aspecto en tu día a día, en Psicología-Online te ayudamos con este artículo sobre Escucha activa: características, ejercicios y ejemplos.

Hacer un gesto amable al día

Para aprender ser una persona altruista, un ejercicio útil es hacer cada día un gesto significativo: ceder el asiento en un tren o en un autobús a una persona que está en dificultad, mantener abierta la puerta y hacer pasar a un anciano, sonreír a una persona que se encuentra en la calle o en un lugar público y que parece triste. Se trata de pequeños gestos, que no cuestan nada económicamente pero que pueden significar mucho para quien los recibe.

Dale algo a quien lo necesite

No hablamos necesariamente de dinero, sino sobre todo de tiempo y ayudas concretas: ya se trate de regalar ropa que ya no se utiliza a quien podría necesitarla o servir una comida en una comunidad, en todas partes es posible conceder un poco de tiempo a los demás.

Las formas de voluntariado son realmente muchas y no se está obligado a garantizar siempre su presencia, pero hacerlo cuando se puede no sólo ayuda a alimentar nuestro amor altruista, también permite a los menos afortunados tener algo más.

Ofrecerse como voluntarios

La mayoría de las asociaciones están felices de recibir un servicio aunque sea una vez, pero anhelan tener voluntarios regulares y constantes con los que poder contar para entablar relaciones con los clientes: leer con los niños en la escuela, llevar a los ancianos a las citas, traducir para citas médicas, tutoría de una familia de refugiados, etc. Hay formas infinitas de hacer voluntariado, así que identifica una necesidad y determina lo que puedes hacer para contribuir.

El voluntariado es la mejor manera de practicar el altruismo. Cuando ofreces gratis tu tiempo y tus habilidades, lo que obtienes a cambio es la gratificación de haber hecho tu parte para ayudar a tu comunidad. Los estudios demuestran que el voluntariado puede aumentar la felicidad y favorecer la longevidad.

Hacer un regalo inesperado a quien amamos

Otra de las características de las personas altruistas es hacer un obsequio de forma espontánea. Se trata de ofrecer una pizza a una amiga, una entrada de cine a su hermana, un libro a su pareja son todos gestos altruistas, especialmente si se hacen en momentos inesperados y no porque son el regalo de una fiesta específica. ¡Un regalo inesperado regala alegría a quien recibe, pero también a quien lo hace!

Aprender una habilidad y enseñarla

Esta simple acción nos une unos a otros en formas que pueden durar décadas: es el superpoder del altruismo. Deportes, trucos de la alfombra elástica, mousse de chocolate, escrituras, historia, jardinería, ciencia, colección de rocas, hacer mermelada, trabajar la madera, hacer trabajos de reparación en el hogar, criar pollos, coser, historia familiar, bailar, caligrafía etc. cualquier cosa está bien. ¡Y no teman aprender algo nuevo!

Abre tus propios horizontes

Ser una persona altruista significa tener la habilidad de ver más allá de tus preocupaciones personales y empatizar con los demás, incluso con aquellos que nunca has conocido. Si tus problemas y tu situación te consumen, no tendrás tiempo ni energía para ser desinteresado. Tener una fuerte conciencia del mundo fuera de tu cabeza es el primer paso para ser menos egoísta y alimentar tu amor altruista.

Pensar en cómo se sienten los demás

La empatía y ser una persona altruista van de la mano. Si entiendes cómo se siente una persona, será más fácil actuar desinteresadamente con ella; y puedes empatizar incluso con personas que nunca has conocido. Ponte en el lugar de otras personas: si estuvieras en la misma situación, ¿cómo te sentirías? ¿Cómo te gustaría ser tratado?

Ser altruista incluso cuando nadie se de cuenta

Las personas altruistas no son amables y generosos porque esperan que se les reconozca, sino que lo hacen porque es lo correcto, y porque hace sentir bien ayudar a los demás cuando se tiene la posibilidad de hacerlo. Donar de forma anónima es una buena manera de ser generoso sin necesidad de obtener algo a cambio.

Tomar a una persona altruista como modelo a seguir

Ser una persona altruista no siempre es agradable y, por lo general, vale la pena anteponer las necesidades de los demás a las tuyas, pero a menudo es difícil actuar en el interés de otro cuando también tienes que satisfacer tus necesidades. Por eso tener modelos de altruismo podría ser de gran ayuda.

Cuidar de ti mismo

Ser altruista tiene un alto precio emocional si no te das tiempo para recuperar tu energía. Si te encuentras siempre cuidando las necesidades de los demás y diciendo "sí" cuando necesitas un descanso, entonces tal vez necesitas dar un paso atrás y concentrarte un poco en ti mismo. Si no eres física y emocionalmente sano, no serás lo suficientemente fuerte para "estar ahí" para los demás, así que asegúrate de cuidar de ti mismo apropiadamente.

Consulta nuestro post Cómo amarse a uno mismo donde te brindamos consejos prácticas para cuidar de ti cada día.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

Si deseas leer más artículos parecidos a Cómo ser una persona altruista, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Personalidad.

Bibliografía
  • Bonino, S. (2012). Altruisti per natura. Alle radici della socialità positiva. Roma: Laterza.
  • Fracas, B. (2020). Come imparare l'altruismo. Recuperado de: https://www.amando.it/salute/psicologia/come-imparare-altruismo.html