La muerte es un hecho natural, es cierto. Sin embargo, cuánto duele decir adiós a un ser querido que ha fallecido como consecuencia del cáncer. En ese caso, a la propia tristeza de la muerte se suma el sufrimiento previo que ha experimentado la familia desde que el paciente recibió el diagnóstico de su dolencia. La muerte viene a romper la esperanza de la supervivencia. Y eso produce una herida inevitable en el corazón emocional de quienes sienten el vacío que ha dejado esa persona tan única y especial. ¿Cómo superar la muerte de un ser querido por cáncer? En Psicología-Online, queremos acompañarte en este proceso con estas palabras que ojalá te aporten algo de consuelo.
7 consejos para superar la muerte de un ser querido fallecido por cáncer
Intenta recuperar tu rutina habitual cuanto antes
Conectar con tus hábitos de siempre te ayudará a centrarte mentalmente en esta realidad. Eso no significa que el dolor se olvide de golpe, sin embargo, la rutina es ese refugio que tanto deseamos cuando experimentamos un cambio doloroso y repentino. A veces, si la muerte de un ser querido duele tanto es porque experimentamos la paradoja de su adiós con la evidencia inevitable de que la vida continúa. En ese caso, retomar la rutina es una forma de actuar en coherencia con este principio vital.
Deja que fluyan las lágrimas
expresa el dolor que sientes a través del llanto. A veces, llorarás en soledad. Y otras, en compañía de un confidente que te apoya de manera incondicional. Después de la tensión emocional padecida por la preocupación y la incertidumbre, el llanto es una forma de canalizar esa tensión.
Visita el cementerio
A algunas personas les ayuda visitar la tumba del familiar fallecido, llevarle flores y hablar interiormente con él. Se trata de una cuestión muy personal que tú mismo irás descubriendo si se ajusta a tu deseo de este momento o prefieres evitar esta experiencia. Escucha tu propio corazón e irás encontrando las respuestas. Ante todo, haz aquello que necesites hacer. Lo cierto es que no es indispensable ir al cementerio para pensar mentalmente en esa persona especial. Puedes tener este recuerdo y dedicarlo a su memoria desde cualquier lugar. Allí donde estés.
Esa persona siempre formará parte de tu vida
Su vida ha dejado un legado de recuerdos en tu historia. Momentos, palabras, reflexiones, planes y memorias. En este proceso de duelo, sentirás cómo los recuerdos afloran en cualquier lugar. Y aunque esos recuerdos te producen tristeza por la ausencia de ese familiar, también te ayudan a sentir el amor que vive en ti. Un amor por el que sientes gratitud al tomar conciencia del regalo de su vida.
Comparte el dolor en familia
La muerte de esa persona ha afectado a todo el entorno. Sin embargo, cada uno manifiesta el dolor del adiós de un modo distinto. Intenta acompañar desde el respeto a los demás y, también, déjate acompañar del mismo modo. En los procesos de duelo ante pérdidas significativas, es una buena idea la de concretar más planes en familia para compartir tiempo de calidad con el núcleo más cercano. Este proceso de acompañamiento grupal es terapéutico para todos.
Habla con alguien que haya pasado por lo mismo
Es posible que conozcas a algún amigo que ha vivido esta experiencia anteriormente. Su historia es distinta a la tuya, sin embargo, la empatía es tan humana que su relato y sus consejos pueden ayudarte por un motivo muy importante. Si él ya ha pasado la fase de duelo, puede observar el proceso desde una perspectiva diferente. Es decir, puede contarte que, aunque ahora te parezca difícil, en algún momento volverás a experimentar la misma alegría que viviste en el pasado.
Taller de superación del duelo
Tal vez prefieras encontrar un grupo de personas que están pasando por lo mismo en este momento. Existen talleres especializados en superación de la tristeza producida por la muerte de un ser querido. Talleres que están coordinados por personas expertas en inteligencia emocional. El principal beneficio de formar parte de este tipo de experiencia es tener un lugar en el que hablar en un espacio de total confidencialidad sobre los miedos, sentimientos y dudas. Además, la ayuda de este grupo es terapéutica porque se produce justamente en un momento vital para el afectado: el primer año de la ausencia de ese familiar tan querido.
Escribe una carta de despedida a ese familiar fallecido
Cuando muere un ser querido fallecido por cáncer, la familia no puede establecer un diálogo directo con esa persona. Sin embargo, sí estás pasando por una situación de este tipo, sí puedes expresarte anímicamente y hacerlo te ayudará a liberar los nudos que te duelen. El ejercicio de escribir una carta dirigida a esa persona puede ayudarte a aliviar el peso de esta herida. Es un ejercicio que puedes hacer por ti mismo, por tu propio bienestar. Deja que fluyan sobre el papel todas las palabras que necesites expresar.
Siente la intimidad que te aporta esa carta, pero además, piensa que tu corazón realmente está conectado con el recuerdo de esa persona. Por tanto, todo aquello que expresas lo estás sintiendo realmente y, en cierto modo, tu corazón y tu mente lo viven como si este mensaje estuviese llegando a su destinatario.
Puedes utilizar el recurso de la carta tantas veces como necesites. De hecho, si te gusta escribir, este puede ser un ejercicio de creatividad en un momento en el que la vida te pone ante una situación marcada por las preguntas existenciales sobre la brevedad del tiempo y el misterio de la muerte. Es habitual tener este tipo de diálogo filosófico en un momento de estas características. Y la escritura es una herramienta para exteriorizar todo aquello que puede doler todavía más si se reprime.
El duelo en el cáncer
Las fotografías de esa persona o aquel regalo que te hizo en algún momento, son detalles que cobran valor emocional con el paso de los años. Además, disfruta de la oportunidad de volver a aquellos lugares que te recuerdan a él por algún motivo. El poder del amor más allá de la muerte es una realidad trascendente.
Por ejemplo, habrá momentos en los que no podrás evitar emocionarte por sentir la experiencia evocadora de los recuerdos que no son más que una manifestación de la vida en letras mayúsculas. Sin embargo, siempre te sentirás afortunado por haber tenido la oportunidad de conocerle. Y, ahora, desde tu posición, también puedes compartir las anécdotas que recuerdas. Cuando lo haces, das vida emocional a la memoria de ese ser querido.
¿Cómo superar la muerte de un ser querido por cáncer? Si estás pasando por esta experiencia, intenta tener paciencia porque los días fluyen con un compás distinto a cuando te sientes alegre por una buena noticia.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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