Cómo tener más paciencia

Cómo tener más paciencia

Una de las virtudes más importantes para mejorar la calidad de vida emocional es la paciencia. La capacidad de aprender a esperar es muy necesaria, ya que más allá de los anhelos de la voluntad, el ritmo de la realidad no siempre está acompasado a los propósitos de mente y corazón. Esta espera a la que tenemos que hacer frente en muchos momentos de nuestra vida es saludable para aprender a tolerar la frustración.

Conviene realizar el ejercicio de echar la vista al pasado para comprobar alguna meta personal lograda después de esfuerzo y dificultades. Cuando tomamos conciencia de todo el proceso, una vez finalizado, nos damos cuenta de que es importante no tirar la toalla antes de tiempo, puesto que es saludable perseverar en la conquista de los propósitos personales. Merece la pena esperar por aquello que aporta un bien a tu vida porque te permite crecer como persona o desarrollarte en el ámbito profesional.

En este artículo artículo de Psicología-Online, te mostramos diferentes consejos sobre cómo tener más paciencia. Aprende cuándo vale la pena ser paciente y cuándo no.

Ventajas de tener paciencia

La paciencia consiste en saber esperar mientras llega aquello que deseamos, aceptando que las cosas no siempre dependen de nosotros mismos y además nos permite disfrutar del momento presente, apreciando plenamente lo que tenemos aquí y ahora.

A continuación, veremos las múltiples ventajas de tener paciencia:

  • Permite analizar los problemas con detenimiento: la paciencia posibilita encontrar la solución perfecta para los problemas. Cuando actuamos impulsivamente, sin tiempo para analizar correctamente las situaciones, solo llegaremos a soluciones temporales que harán que el problema se reproduzca una y otra vez.
  • Estar de mejor humor, estar menos irritado/a y no sentirte frustrado/a por no tener de inmediato lo que queremos.
  • Reduce los niveles de estrés que puede transformarse en otras dolencias.

Maneja el enfado

A veces la paciencia brilla por su ausencia en las relaciones interpersonales y podemos llegar a desesperarnos. Quizá haya alguna persona que te haga perder la paciencia por su conducta o incluso la única presencia de esa persona ya te molesta. En ocasiones, puede ser un punto débil, pero es muy importante tenerla para potenciar unas buenas relaciones con los demás. Por eso, tener más paciencia es clave y, aunque no sea tu mejor cualidad, puedes aprenderla.

Si te preguntas cómo aprender a ser más paciente, lo esencial es aprender a manejar el enfado que causa la impaciencia. Por ejemplo, imagina que un amigo llegó tarde al cine y tuvisteis que entrar a la sala con la película empezada. Si cuando tu amigo llega estás enfadado y empiezas reprochándole y con actitud de enfado no darás pie a una conversación y no podrá explicarte qué le ha ocurrido.

No te centres únicamente en el problema porque entonces dejarás que la ira se apodere de ti. Para ser más calmado/a no dejes que sea el orgullo quien maneje la situación.

Trabaja la empatía

¿Cómo aprender a ser más paciente? A veces nos cuesta tener paciencia ante una persona en concreto, pero no confundas tener paciencia con mostrar indiferencia. Tener paciencia significa escuchar a esa persona, mostrar empatía y entender los sentimientos de los demás.

Cuando la empatía y la comprensión guíen tus actos verás como resulta mucho más fácil que la otra persona te entienda a ti también. Sin darte cuenta pasarás de crear un ambiente tóxico a crear amistades.

Supera tus miedos

Existen momentos en los que nos impacientamos y tenemos grandes posibilidades de boicotear nuestro éxito potencial como consecuencia de la impaciencia, es decir, del deseo de querer que nuestro deseo se haga realidad de forma automática.

En estos casos, para poner en práctica la paciencia hay poner el enfoque en superar los miedos que nos producen este estado de nerviosismo. No hay que dejarse llevar por lo que el miedo te hace sentir, sino que hay que afrontarlo. En este artículo, te contamos cómo superar los miedos.

La paciencia es una gran virtud pese a que en determinado momento produce emociones que son incómodas, pues existen momentos tendrás que esperar para conseguir lo que deseas.

Ponte diferentes metas

A la hora de entrenar tu paciencia, tienes que centrar tu atención en más de una meta con el objetivo de tener distintos focos de motivación en tu rutina diaria. Es importante no depositar todas las expectativas en un solo lugar para así tener distintos niveles de motivación, gracias a una buena compensación en la balanza emocional.

Además, para tener más paciencia no solo es recomendable tener metas a largo plazo, sino también expectativas más a corto plazo que ofrecen la posibilidad más real de vivir el presente.

Aprende a esperar por aquello que amas

¿Cómo se pone en practica la paciencia? La espera también pone a prueba el grado de compromiso que sientes por un objetivo en concreto. La espera fortalece tu fuerza de voluntad, tu capacidad de superación y te da la posibilidad de optimizar tus recursos, buscando incluso un plan B para no tirar la toalla.

Ante los obstáculos conviene ser realista con uno/a mismo/a y analizar si han sido agotados todos los recursos o es posible hacer algo más para luchar por esa meta deseada. Para tener paciencia es recomendable apostar por un diálogo interior constructivo con el objetivo de elevar el nivel de motivación. Descubre cómo encontrar motivación en la vida.

Analiza los aspectos que te impacientan

Si quieres tener más paciencia, un buena manera de lograrlo es hacer una lista de todo aquello que nos impacienta y ordenarla por según la importancia que cada cosa tenga para ti. Después debes analizar cuáles dependen realmente de ti y cuáles no. Hecho esto, ponte manos a la obra con las que dependan exclusivamente de ti, sin preocuparte por lo que hagan otros.

Sé más paciente en situaciones cotidianas

¿Cómo tener más paciencia? Para lograrlo puedes hacer ejercicios sencillos como llegar con unos minutos de antelación a una cita y esperar tranquilamente, esperar antes de descubrir o averiguar algo, no dejar una tarea hasta que hayas terminado, etc.

Estos pequeños cambios producirán grandes resultados y comprobarás que, a la larga, la vida se saborea mucho más siendo paciente.

Aprende autocontrol

Todos tenemos el suficiente poder en la mente para hacer lo que deseamos. Aprender a ser más paciente es cuestión de saber autocontrolarse. A continuación, te mostramos diferentes consejos para mejorar el autocontrol y ser más paciente:

  • Realiza un realista análisis interior: debes analizar lo que te hace perder la paciencia y determinar cuáles son aquellas cosas o situaciones que generan la impaciencia. Si lo consigues, tendrás más herramientas para enfrentarla, podrás actuar para evitarlas, eludirlas o eliminarlas.
  • Reconoce que no puedes tener el control sobre todo lo que te rodea: a veces las cosas suceden sin que nosotros poder hacer nada. Acepta las cosas tal como vienen y no entres en constantes queja, enojos o lamentos eternos por cuestiones que tienen su naturaleza singular y no cambiarán por más que tú lo desees.
  • Aprovecha para disfrutar del momento: cada día es una oportunidad de experimentar instantes placenteros. Elige ocasiones que desees vivir plenamente como disfruta de tu comida preferida, escuchar música que te guste, ver una película, mantener una charla con los amigos/as, etc.
  • Obtén beneficios de tu impaciencia: la creatividad está muy ligada a la impaciencia, por lo tanto, deja volar tu imaginación cada vez que te impaciente algo que podrías cambiar.
  • Descarga tu ansiedad de manera saludable: realiza actividades físicas y ejercita técnicas de relajación para despejar tu mente de preocupaciones.
  • Evita la inmediatez: muchas veces lo bueno se hace esperar, pese a que en la sociedad actual prime la lógica de que todo lo queremos tener ahora. Entiende que la vida es un proceso que implica el tránsito por diversos ritmos y momentos. No existe la felicidad inmediata. Conseguirla requiere esfuerzo, constancia y múltiples intentos.

Dar tiempo al tiempo

Dar tiempo al tiempo significa aprender a esperar y dejar que las cosas fluyan y sigan su curso. Esto puede resultar complicado pero, por ello, conviene cultivar la serenidad y el arte de la espera. Las cosas pasan sencillamente, cuando tienen que pasar y la impaciencia solo hace que todo pierda frescura y naturalidad.

Merece la pena aprender a pensar antes de hablar, meditar las cosas y contar hasta cien. Ocúpate de aquellos asuntos que de verdad dependen de tu voluntad. Cuando no sea así, entonces vive con sabiduría y no pierdas energía en un imposible.

El tiempo forma parte de la vida. De hecho, es fácil sentir el calendario y el paso de los meses y los días. No te preocupes por problemas del ayer o del mañana y vive el hoy. Ese es tu reto para aprender a vivir un poco mejor cada día, con más calma, sensatez y sentido común.

Busca planes alternativos

Si te preguntas cómo tener más paciencia, debes tener en cuenta que en la vida es importante tener siempre un plan alternativo para cuando ese primer camino trazado falla. Las personas que tienen paciencia de verdad son aquellas que no se dan por vencidas ante el primer obstáculo y siguen perseverando a pesar de todo.

Esa es una gran sabiduría de vida propia de quienes saben que en la vida, lo bueno, en más de una ocasión, se hace esperar porque cada cosa tiene su momento. En estos artículos encontrarás Consejos de superación para hombres y Consejos de superación para mujeres para afrontar los momentos difíciles.

Cultiva el amor interior

La paciencia está unida al amor. Cuanto más deseas algo, más opciones tienes de poder conseguirlo, pero existe una gran diferencia entre desear algo de una forma caprichosa y quererlo de verdad al cien por cien. El deseo se apaga fácilmente, en cambio, cuando un deseo está respaldado por el amor, entonces la paciencia es mayor porque está acompañada de la esperanza de poder lograr ese objeto. Teniendo en cuenta lo anterior, descubre cómo encontrar el amor verdadero.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
  • Amoroso, C. (2018). La paciencia. Weigl Publishers.
  • Brañas-Garza, P. A. B. L. O., Espín, A., & Jorrat, D. (2019). Midiendo la paciencia. Economía industrial, 413, 21-31.