Cómo trabajar la empatía en adolescentes

Cómo trabajar la empatía en adolescentes

La empatía es, en su forma más simple, la conciencia de los sentimientos y emociones de otras personas. Es un elemento clave de la inteligencia emocional, el vínculo entre uno mismo y los demás, ya que es así como nosotros, como individuos, entendemos lo que otros están experimentando como si lo sintiéramos nosotros mismos. La empatía va más allá de la simpatía, lo que podría considerarse “sentir por alguien”.

La empatía, en cambio, es “sentir con” esa persona, a través de la imaginación (ponernos en su lugar). Es la cualidad que subyace al amor, el cuidado y la compasión. Enseñar a los adolescentes a cuidar a los demás y ser empáticos les ayudará a establecer buenas relaciones sociales. En este artículo de Psicología-Online, te mostramos algunas formas de trabajar la empatía en adolescentes.

Qué es la empatía en psicología

La empatía puede ser definida como la habilidad de diferenciar entre los sentimientos propios de los de otra persona. Se trata de ser capaz de ponerse en el lugar de otra persona y ver las cosas desde su perspectiva, así como regular sus propias respuestas emocionales. La empatía es un factor primordial en el desarrollo de la inteligencia emocional.

Puede parecerte que estas habilidades son habilidades sociales propias de un adulto. Sin embargo, las personas adultas pueden tener problemas con ellas. Por ejemplo, algunas personas pueden rechazar ayudar a otras personas que están en situación de necesidad no porque no tengan empatía sino porque pueden no tener la capacidad para afrontar de forma adecuada sus propias reacciones emocionales ante determinadas situaciones.

¿Se puede enseñar y trabajar la empatía en adolescentes?

La respuesta a esta pregunta es “”. La empatía es una habilidad que puede ser aprendida y podemos favorecer su desarrollo. Además, hay varios grados de empatía, y con práctica, podemos fortalecerla. Para los adolescentes, ser capaz de desarrollar la empatía es un paso crucial en su desarrollo porque mejora las habilidades sociales y su capacidad para cuidar de los demás.

Algunos estudios han mostrado que la falta de empatía es un posible factor de riesgo para el desarrollo de conductas antisociales como el bullying o conductas agresivas. Cuando la persona que produce ese tipo de conductas no es capaz de reconocer ni identificar la situación en la que se encuentra la víctima y no siente ni culpa ni pena no verá ninguna razón para cambiar y continuará realizando ese tipo de conductas. De ahí la importancia de cultivar esta habilidad.

Dinámicas para trabajar la empatía en adolescentes

A pesar de que también existen dinámicas para practicar la empatía en adultos, aquí nos centraremos en ejercicios específicos para trabajarla en adolescentes. Estas son las mejores dinámicas:

1. Desarrolla un apego seguro con tu hijo adolescente

Cuando las necesidades emocionales de un niño o adolescente son abordadas y satisfechas, los adolescentes son más propensos a mostrar empatía y ayudar a otros que están en peligro. Como padre o madre, puedes esforzarte para desarrollar un tipo de apego seguro con tu hijo. Es importante que le muestres que puede contar contigo cuando necesite apoyo emocional y físico. La investigación muestra que los niños que tienen padres que los ayudan a sobrellevar las emociones negativas de una forma compasiva y orientada a la solución de problemas tienen más probabilidades de mostrar preocupación por otros niños, es decir, ser más empáticos.

2. Recuerda que tu hijo es un individuo independiente

Trata a tu hijo como una persona independiente con una mente e intereses propios. Habla sobre sus emociones y ayúdale a comprender cómo los sentimientos, los deseos y las emociones pueden influir en el comportamiento. Puedes enseñarle a reconocer y etiquetar sus sentimientos, así como aquellos que ha observado en los demás, modelando la expresión verbal.

Por ejemplo, cuando te comuniques con tu hijo puedes hablar sobre tus propios sentimientos, así le estarás proporcionando un lenguaje apropiado para expresar las emociones. Además, puedes utilizar la escucha reflexiva para ayudarle a etiquetar los sentimientos de los demás haciéndole preguntas como “pareces un poco enfadado hoy, ¿ha pasado algo?”. Esto le ayudará a reconocer sus sentimientos y la importancia de expresarlos.

3. Modela el comportamiento empático e induce sentimientos de simpatía

Como padres, podemos aprovechar las oportunidades cotidianas para indicar situaciones en las que la empatía es necesaria. Podemos generar respuestas de simpatía en nuestros hijos. Por ejemplo, viendo una película o una serie de televisión podemos ver escenas en las que hay bullying o conductas crueles. Podemos emplear estas situaciones para plantearle cómo se puede sentir la víctima. Al hacer esto, estamos llevando las cosas un paso más allá porque no solo estamos etiquetando sentimientos, también estamos ayudando a reconocer oportunidades en las que nos podemos preocupar por las necesidades emocionales de otras personas, intercambiando ideas sobre diferentes maneras de ayudar.

4. Ayudarle a ponerse en los zapatos del otro

Cuando los adolescentes identifican o sienten que otra persona es similar a ellos, es más probable que sientan empatía por esa persona. Por eso, una forma de enseñarles a desarrollar sus habilidades empáticas sería ayudarles a descubrir lo que tienen en común con otras personas. Además, esto es muy importante en una sociedad como la de hoy en día dónde las nuevas tecnologías plantean debates sobre la línea que distancia lo real de lo imaginario y rara vez hay consecuencias directas para determinadas acciones. Cuánto más podamos humanizar la angustia de la víctima, mayor empatía desarrollará.

Estas son solo algunas formas de cómo enseñar empatía a los adolescentes. Además de enseñarles a fortalecer sus habilidades empáticas, también debemos darles la oportunidad de ponerlas en práctica. Como padres, se les puede ayudar a identificar lugares en los que puedan tener la oportunidad de trabajar directamente con personas en situaciones de necesidad, lo que les permite comenzar a identificarse con esas personas y fortalecer aún más su desarrollo empático.

Si quieres potenciar estas dinámicas para trabajar la empatía, los libros son un buen recurso para lograrlo. No pierdas la oportunidad leer La sensibilidad es la nueva fuerza, un libro empoderador que confirma el papel fundamental que desempeña la empatía y la compasión en estos tiempos convulsos, tan llenos de egoísmo y separación.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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