Cómo tratar a un adolescente rebelde

Cómo tratar a un adolescente rebelde

En algún momento, todos hemos visto a un adolescente con problemas de conducta cuestionando a sus padres, y a padres quejarse de su comportamiento y de no saber qué hacer. Se encuentran con que su hijo ya no es un niño y comienza a comportarse de forma diferente una vez que llega a la adolescencia. Este periodo es uno de los más complicados e inestables en la vida de una persona, en el que tienen lugar numerosos cambios que constituyen las bases sobre las que se construirá nuestra identidad. En este artículo de Psicología-Online, vamos a mostrarte algunas pautas a seguir para que puedas saber cómo tratar a un adolescente rebelde.

Adolescente rebelde: características más comunes

El comportamiento de un adolescente cambia bruscamente:

  • Suelen estar más nerviosos
  • Menos habladores
  • Ven a sus padres como enemigos
  • Y, en ocasiones, presentan una actitud irascible o agresiva

En este periodo de transición demandan libertad y quieren ser tratados como adultos mientras su entorno no acepta la independencia que el adolescente necesita para explorar y exponerse al mundo por sí solo, ya que le siguen viendo como un niño.

Es normal que, a veces, el adolescente se sienta desorientado o incapaz, puede que no tenga las estrategias suficientes para afrontar determinadas situaciones, pero es algo que debe superar. Aunque nos referimos a ellos como adolescentes rebeldes, en realidad muchos de ellos solo están tratando de encontrar su camino en el mundo.

Algunos autores hablan de que los adolescentes rebeldes suelen crecer en familias en las que los límites y fronteras no están bien definidos, hay mala o escasa comunicación, y una baja jerarquización en la que el adolescente ocupa una posición poderosa en la familia respecto a sus padres, lo que hace que, ante una negativa, presente cierta intolerancia a la frustración dando lugar a un comportamiento rebelde por parte del adolescente.

Consejos para saber tratar a un adolescente rebelde

A continuación, se plantean una serie de consejos que pueden proporcionar las herramientas suficientes para superar los posibles conflictos entre padres y adolescentes:

  1. Reconocer los cambios: en primer lugar, debes reconocer los cambios y aceptar el hecho de que tu hijo ya no es un niño. Esto conlleva muchas cosas, por ejemplo, preferirá pasar el tiempo con sus amigos en vez de contigo, ya no jugará en casa, comenzará a expresar su propia opinión…
  2. Respetar sus necesidades: debes comprender y respetar sus necesidades. No tienes que darle total libertad, pero al menos debes intentar darle más apoyo y permitirle aprender de sus propios errores.
  3. Reestablecer los límites: decide desde el principio las reglas que debe cumplir, teniendo en cuenta que éstas le ofrezcan espacio para decidir respetando la edad y competencias de tu hijo.
  4. Ser congruente: una vez que estableces los límites y reglas debes cumplirlas siempre. Ser incongruente muestra poca seriedad y sugiere flexibilidad a la hora de cumplir las normas de la casa. El objetivo es que hagas todo lo que puedas para que cumpla las normas, y para eso, tú debes ser el primero que lo haga.
  5. Elogia sus logros: trata de no compararle con otros adolescentes y habla sobre las cosas que le gustan y hace bien. Su autoestima es muy importante para superar situaciones estresantes, por ello, refuérzale cuando actúa de forma adecuada, por ejemplo, cuando muestra respeto, elógiale especificando lo que hace bien y así podrá integrarlo en su repertorio de conducta.
  6. Escúchale: abre un espacio de comunicación. Escucha sus problemas y trata de encontrar soluciones junto a él, esto le hará sentirse respetado y valorado. Cuando tu hijo quiera hablar y tú estás haciendo algo, deja lo que estás haciendo o pregúntale si puede esperar hasta que acabes. Cuando le estés prestando toda la atención, él se sentirá alagado y te tendrá en cuenta como una guía y apoyo.
  7. Sé un ejemplo para él: los padres deben mostrar un buen comportamiento y ser un modelo a seguir. Debes interactuar de forma adecuada y respetuosa no solo teniendo en cuenta las palabras empleadas, sino también el tono y otros aspectos no verbales, además de ser congruente con aquello que quieres que haga tu hijo.

En este otro artículo te contamos cómo puedes ayudar a un adolescente con depresión.

 

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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