Cómo tratar a una persona que está a la defensiva

Cómo tratar a una persona que está a la defensiva

Las personas que están a la defensiva son personas que presentan una herida emocional provocada por algún trauma vivido durante la infancia, adolescencia o juventud y viven con una carcasa que les protege del mundo para evitar ser heridos de nuevo. Actúan de forma hipervigilante, atentos a cualquier posible ataque del exterior. A la mínima señal interpretada por ellos como amenaza, sacan la espada para defenderse del golpe que no quieren recibir. Sin embargo, es precisamente este mecanismo defensivo el que les lleva a ver amenazas donde en realidad no las hay. De aquí que sean personas que siempre se están defendiendo incluso cuando, aparentemente, no existe ningún hecho objetivo que provoque esta respuesta.

En el siguiente artículo de Psicología-Online propondremos 7 consejos para tratar con una persona que está a la defensiva y mejorar las interacciones sociales.

Intentar entender sus conductas

¿Cómo lidiar con una persona que siempre está a la defensiva? Las personas que actúan de forma defensiva golpean o suelen alejar a los demás, por lo que es muy difícil establecer buenas relaciones con ellos. Debido a esto, y teniendo en cuenta que no se trata de un comportamiento consciente y premeditado, sino del resultado de una herida emocional interna que lo aboca a defenderse de este modo, desde Psicología-Online queremos promover formas de interacción con estas personas que favorezcan su mejor integración social y que les ayuden a superar su herida interior.

El primer consejo para tratar a una persona que está a la defensiva es tratar de entender sus conductas bajo el prisma de la herida emocional. Esto hará que no nos sintamos ofendidos por sus conductas y que, al sentir compasión por ellos, interactuemos de un modo mucho más fortalecedor y constructivo.

Tener paciencia

No es nada fácil relacionarse con este tipo de personas, ya que continuamente se sienten atacados y golpean antes de recibir la ofensa o ataque imaginado. Esto supone recibir respuestas impulsivas y, en más de una ocasión, ofensivas. Si respondemos dejándonos llevar por nuestras propias heridas emocionales pueden acabar provocando fuertes y desagradables conflictos.

Por ello, una buena manera de mejorar la relación y favorecer el mejor estado interno de esta persona es cambiar la mirada hacia ellos y verlos como víctimas de sus propios traumas. Para lograrlo, necesitaremos tener paciencia y permanecer calmados a su lado, a pesar de las respuestas defensivas que recibamos.

Permanecer a su lado

Hoy en día está muy de moda el consejo psicológico "alejarse de las personas tóxicas", pero en realidad, en mayor o menor grado, todos somos tóxicos en la medida en que todos, en menor o mayor medida, presentamos determinadas carencias emocionales.

Este planteamiento, lejos de construir una buena personalidad, lo que fomenta es el confrontamiento y la separación entre los seres humanos. En el caso de las personas que siempre están a la defensiva, y a pesar de lo difícil que pueda resultar relacionarnos con este tipo de personas, es importante permanecer a su lado sin abandonarles para ayudarles a mejorar, siempre y cuando no lleguen a traspasar nuestros propios límites.

Reeducar sutilmente

En muchas ocasiones, si nos paramos a observar desde fuera podremos observar el infierno que estas personas están atravesando. Es decir, su actitud hipervigilante para defenderse de los posibles peligros es totalmente paranoica y enormemente agotadora.

En estos casos, nos encontramos en una situación en la que, con todo el tacto y respeto del mundo, podemos contribuir a reeducarles y que, poco a poco, puedan adoptar una visión más calmada, confiada y realista de la vida.

Favorecer la confianza

Para que esta reeducación positiva sea efectiva será necesario que la persona en cuestión confíe en nosotros. Si trabajamos este aspecto, es posible que las respuestas defensivas se vayan reduciendo de forma gradual al disminuir su miedo interno a ser golpeado.

Posteriormente, este nuevo estado y sus nuevas formas de actuar le servirán como referente válido y seguro de actuar con el resto del mundo.

Animar y optimizar su visión

Una de las mejores maneras de reeducar su conducta es transmitirles alegría, mostrarle lo bueno que existe en la vida y en las personas y cómo, en realidad, el peligro puede convertirse en algo insignificante, aleatorio y con muy baja probabilidad de que ocurra.

Gracias a la confianza que la persona irá depositando en nosotros, esta nueva visión mucho más esperanzadora de la vida irá calando en su interior, transformándolo internamente y rompiendo las cadenas que lo ataban a la trampa de la respuesta defensiva.

Establecer límites

Teniendo en cuenta todo lo expuesto anteriormente, es importante mostrarle que hay ciertos límites que no se pueden atravesar. Si bien podemos ser pacientes con sus conductas defensivas y verlo cómo víctima de sus propias heridas, esto en ningún caso justifica libre albedrío para sus conductas.

De igual modo, delimitar unos límites claros ayudará a la persona a abandonar ciertas respuestas que, más que ayudarlo, lo estarán esclavizando a una vida paranoica y repleta de miedos. El cuidado de los demás con paciencia y entrega puede ayudar a sobrellevar las heridas del pasado de una persona. Si necesitas ayuda para lograrlo, en este artículo te explicamos Cómo tener más paciencia.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
  • Delahooke, M.(2021). "Más allá de la conducta". Editorial Anaya Multimedia.