Tras una ruptura de pareja existe un momento de duelo, una etapa de olvido que es necesaria para sanar las heridas que quedan abiertas tras el adiós. Cada historia es distinta y cada persona tiene su propio proceso de superación. Sin embargo, el primer año posterior a la ruptura de una relación estable es muy importante.
Este primer año supone un punto de inflexión personal, implica la adaptación de la persona a una nueva vida, dejando atrás todos los momentos compartidos y realizando nuevas dinámicas que anteriormente compartía con otra persona, por ejemplo: fechas personales importantes, festividades, cenas familiares, vacaciones...
No obstante, el proceso de duelo debe cesar en algún momento, no es bueno para la salud mantener un estado depresivo por una ruptura. Si aún te preguntas "¿Cuánto dura el duelo por una ruptura?" Te invitamos a seguir leyendo este artículo de Psicología-Online.
¿Cuánto se tarda en olvidar a alguien?
No es lo mismo olvidar a un amor no correspondido que olvidar una pareja sentimental con la que hemos pasado muchos momentos. Comúnmente se dice que los hombres tardan menos en superar una ruptura que las mujeres pero eso no es así. Cada persona es única y aunque haya diferencias en las conductas ente mujeres y hombres, no siempre suele ser reflejo de sus sentimientos reales.
Si bien es cierto que se pueden apreciar fases muy parecidas en todos los procesos de duelo por una ruptura, no hay un tiempo establecido que marque el fin de este. Depende de muchas variables como, por ejemplo, el tipo de relación que te tuvo, si esa persona sigue en nuestro círculo de amigos o trabaja con nosotros, si la ruptura fue un proceso traumático...
Es complicado saber con exactitud cuánto dura el duelo por una ruptura, no obstante, generalmente, superar la tristeza después de una separación suele conllevar entre pocos meses y un año.
Proceso de autodescubrimiento
Este primer año supone un proceso de autodescubrimiento. A pesar de tener nuestras ilusiones rotas y experimentar una decepción afectiva, podemos llegar a sentir en primera persona esa gratificante experiencia de vivir la vida en cada etapa con lo positivo que tiene cada momento, aprendemos a olvidar el pasado y vivir el presente.
El proceso del olvido está marcado por la tristeza, sin embargo, esta tristeza no impide que podamos disfrutar de los momentos felices. A lo largo de este proceso de autodescubrimiento, vamos superando importantes retos vinculados con el proceso de olvido y superación personal. Conquistar estas metas nos hace más fuertes y aumenta nuestra autoestima.
Durante esta etapa, necesitamos establecer nuevos hábitos y otras rutinas que se alejen de todo aquello que nos recuerde a nuestra expareja. Por ello, debemos afianzar nuevas costumbres que aporten seguridad e independencia emocional. El paso del tiempo también ayuda a observar con mayor distancia la relación de pareja y esta perspectiva también nos puede aportar una mayor objetividad. Con el tiempo, nos iremos sintiendo mejor tras la ruptura.
El duelo patológico
Hay ocasiones en que la tristeza tras la separación no cesa con el paso del tiempo. Si bien es cierto que cada persona tiene su propio proceso de duelo, si este se excede e impide que llevemos una vida normal, quizás estemos sufriendo un duelo patológico.
Este tipo de duelo se define como un sentimiento intenso, negativo y muy perdurable en el tiempo tras una pérdida. En el caso de sufrir un duelo patológico, podemos llegar a recurrir a conductas desadaptativas que no resuelven el problema, incluso podríamos desarrollar adicciones para evitar el dolor y llenar el vacío constante que sentimos en nuestro interior. El duelo patológico limita de forma negativa nuestro día a día, impide el crecimiento y la felicidad personal y no permite que superemos completamente la ruptura. Debemos ser capaces de asimilar la pérdida. En caso contrario, si no lo tratamos correctamente, seguiremos arrastrando este desagradable sentimiento.
Existen diversos factores que podrían ser los causantes del duelo patológico, entre los más influyentes encontramos los siguientes:
- Personalidad insegura
- Poca resiliencia
- Autoestima baja
- Poco o nulo apoyo social
- Existencia de otros trastornos de la salud mental
Todos ellos son factores que intervienen en la aparición del duelo y suponen obstáculos en la superación personal que impiden que podamos seguir nuestro propio camino. El duelo es necesario pero no es saludable que se torne patológico.
¿Cómo superar el duelo patológico?
Asumir que estamos viviendo sin una pareja es el primer paso para superar el duelo patológico. Parece algo obvio, sin embargo, nos podemos llegar a aferrar a la idea de que esa persona volverá o que sin ella no somos felices. Es importante recordar que no necesitamos una media naranja que nos complemente, somos personas fuertes e independientes ante todas las situaciones de la vida.
Podemos intentar superar el duelo patológico mediante ejercicios de autoayuda que fortalezcan nuestra autoestima y nos aporten herramientas para aprender a vivir lejos de la dependencia emocional. Aprender a ser autosuficientes también es una buena terapia contra el duelo. De este modo, nos daremos cuenta de que no necesitamos realmente a esa persona que creemos necesitar para ser felices.
Si seguimos arrastrando el dolor y el sufrimiento tras una separación, deberíamos plantearnos consultar a un especialista para que nos ayude a salir de esta espiral. Una correcta terapia psicológica puede ayudarnos a evitar que el duelo derive en una depresión mayor u otro trastorno afectivo.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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