El fortalecimiento del amor propio es un alimento del bienestar puesto que la autoestima es uno de los pilares clave en la receta de la felicidad. A veces ocurre que una persona se centra en objetivos externos que requieren su atención inmediata, sin embargo, no se da el espacio necesario a sí misma.
El cuidado de la autoestima parte de la escucha de las propias necesidades, de la amabilidad hacia uno mismo y de la introspección. En Psicología-Online enumeramos una selección de dinámicas de autoestima para adultos.
Haz un decálogo de virtudes y fortalezas
Tu diálogo interior te ayuda a sentir mejor cuando el tono del mismo es amable y constructivo. Nutre tu autoconcepto con una descripción positiva y amable de ti mismo/a poniendo el foco de atención en la descripción de cualidades, aptitudes, fortalezas y rasgos valiosos.
Puedes prolongar esta enumeración más allá del decálogo, sin embargo, la escritura de diez puntos clave puede ser un buen primer paso. Puedes reforzar este punto de vista con los mensajes de familiares y amigos, para que compartan contigo aquellos detalles que admiran en ti.
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Reserva un tiempo para ti
En un momento tan marcado por la inmediatez, el tiempo se convierte en un recurso escaso. En realidad, este es un autoengaño que parte de creencias limitantes. El tiempo no es una propiedad material. Una dinámica de autoestima que puedes integrar en tu agenda en relación con la autoestima es destinar un tiempo de una mañana o una tarde a la semana que sea para ti. Un tiempo que sea ese espacio mágico de tu agenda en el que dispones de flexibilidad para organizar planes que te gustan, centrarte en ti, encontrarte con personas importantes para ti o descansar.
Es cierto que el tiempo semanal que puedas dedicarte también está condicionado por las circunstancias propias de tu agenda personal y profesional. Lo más importante es que encuentres un espacio, aunque sea breve, para ti.
Mírate al espejo sonriendo
El espejo representa la metáfora del encuentro contigo mismo, un gesto tan cotidiano también tiene un trasfondo emocional de la mirada hacia ti. Pon una atención consciente, sonríe y dedícate palabras amables. Puedes hacer estas reflexiones en torno a las caricias positivas que te envías a ti mismo a nivel interno o, por el contrario, verbalizarlas en voz alta para así fortalecer las bases de la autoestima.
Ten paciencia y realiza este ejercicio durante varios días para familiarizarte con el hábito de autoestima de encontrarte contigo mismo cada día ante el espejo.
Escribe una carta a tu yo del pasado
Puedes reforzar la comunicación con tu ser a través del ejercicio metafórico de escribir una carta de reconocimiento, empatía, cariño y amabilidad a tu "yo" del pasado. Puedes centrar tu mensaje a un contexto específico de tu vida, por ejemplo, la niñez, la adolescencia o los primeros años de juventud. ¿Qué le dirías a ese alguien tan especial que eres tú mismo? Escribe tu mensaje como si fueses tu mejor amigo. Por ejemplo, puedes darle las gracias a esa parte de ti por haberte ayudado a ser la persona que eres hoy.
También puedes realizar el ejercicio de proyección de escribir una carta a tu "yo" del futuro por medio de un mensaje de empoderamiento para el cumplimiento de sueños, metas y anhelos. Es decir, un mensaje en el que conectes a nivel interno con la persona que te gustaría llegar a ser.
Refuerzo positivo del premio
Refuerza el efecto constructivo del reconocimiento al concederte pequeños caprichos pero apetecibles con más frecuencia. Por ejemplo, una sesión de cine en el día del espectador después de un día de duro trabajo. Un paseo relajante por un entorno natural. El disfrute de tu postre preferido. Identifica qué momentos sencillos de la rutina cotidiana son especialmente felices para ti y disfruta de esos momentos con más frecuencia.
Aplica esta dinámica de refuerzo positivo incluso cuando después de haber intentado lograr un objetivo importante para ti no has obtenido el resultado esperado. Celebra, en ese caso, el hecho de haber tenido la valentía de dar el primer paso. Es decir, no midas el nivel de éxito únicamente en función de los resultados.
Lectura para alimentar la autoestima
Fomenta el hábito de la lectura como una herramienta positiva para alimentar tu autoestima observando en el gesto de elegir un libro un regalo de amor propio que te dedicas a ti mismo. Por ello, puedes visitar librerías especializadas y bibliotecas de forma más frecuente.
Selecciona frases de autoestima que han llamado tu atención en los libros que has leído y crea un cuaderno de reflexiones en torno a esta temática. Un cuaderno que puedes releer con frecuencia a lo largo del tiempo y que está en un constante proceso de actualización.
Comparte algunos de estos descubrimientos con otras personas puesto que tu autoestima también aumenta cuando influyes positivamente en la vida de los demás y trasciendes a tu individualidad por medio de la conexión con los demás.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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