Ebriorexia: síntomas y tratamiento

La ebriorexia es un término no médico que se refiere al consumo de alcohol sin ir acompañado de comida para evitar consumir calorías. Otras personas, que consume algo de comida, pueden vomitar la comida y el alcohol para eliminar las calorías de su cuerpo. La Asociación Americana de Trastornos de la Alimentación define a la ebriorexia como comportamientos que incluyen: reemplazar el consumo de alimentos con un consumo excesivo de alcohol o consumir alimentos junto con cantidades suficientes de alcohol para inducir el vómito como método de purga y entumecimiento.

Las conductas típicas de la ebriorexia se derivan del miedo a aumentar de peso por el consumo de alcohol y son más prevalentes en mujeres universitarias, aunque hay hombres que también las experimentan. En casos extremos, las conductas alimentarias pueden encuadrarse en una anorexia o bulimia, en las cuales el alcohol puede usarse como un facilitador del vómito o para ayudar a controlar la ansiedad de comer. Sin embargo, las personas sin trastornos alimentarios que restringen su ingesta antes de salir por la noche pueden tener problemas con la ebriorexia.

Muchas personas piensan que el alcohol les proporcionará las calorías suficientes para reemplazar a las de la comida no ingerida. Sin embargo, el alcohol no tiene ningún valor nutricional y las personas consumen lo que se consideran “calorías vacías”. Además, aquellos que quieran intoxicarse pueden evitar ingerir alimentos para permitir una absorción más rápida de alcohol en el estómago e intestino delgado.

Algunos de los síntomas de la ebriorexia son:

• Tener mucha hambre por el día
• Beber en exceso por la noche
• Afectación y posible aparición de trastornos del estado de ánimo por el consumo de alcohol
• A pesar de encontrarse mal, continuar bebiendo para mantenerse intoxicado o ausente
• Caries dental: si se bebe con el estómago vacío, la persona se emborracha más rápido, pudiendo vomitar. Si esto ocurre de manera regular, el ácido del estómago comenzará a dañar los dientes.
• Cambios en la conducta: puede aumentar la inestabilidad del estado de ánimo, especialmente el mal humor y síntomas depresivos.

Además, presentará los síntomas del consumo excesivo de alcohol, que se define como el consumo rápido de grandes cantidades de alcohol en un corto periodo de tiempo:

• Vomitar
• Respiración irregular
• Confusión extrema
• Incapacidad para despertarse

Los trastornos alimenticios combinados con el consumo excesivo de alcohol pueden darse de diferentes formas. Aquellas personas que sin tener un trastorno de la alimentación tienen ebriorexia, tienen más probabilidad de desarrollarlo, ya que privar al cuerpo de calorías en días en los que se consume grandes cantidades de alcohol tiene consecuencias a nivel de salud mental, emocional y física:

• Ingerir alcohol con el estómago vacío hace que el cuerpo no pueda absorber ni procesar el alcohol lo suficientemente rápido para evitar una intoxicación por alcohol.
• En algunos casos, hay atracones (bulimia) porque la persona está muy hambrienta y no puede controlar sus impulsos. Después de estos atracones suelen producirse conductas que eliminan esas calorías del cuerpo, como por ejemplo vomitar. Y de esta forma, la persona comienza a desarrollar un trastorno de la alimentación.
• Reducir las calorías procedentes de nutrientes pone en riesgo a la persona.

Una persona con un trastorno de alimentación que se emborracha con frecuencia es susceptible de desarrollar una adicción al alcohol. El ciclo de la adicción es sutil y muy fuerte. Un error muy frecuente es pensar que beber solo los fines de semana no les hace más vulnerables al alcoholismo.

Hay debate sobre si la ebriorexia es un trastorno nuevo o no, pero no hay duda de que las personas que sufren anorexia o bulimia son propensas al abuso de alcohol o sustancias. Según un estudio del 2009 realizado por la revista internacional de trastornos alimenticios, hay una necesidad crítica de intervenciones en mujeres universitarias que presentan un consumo excesivo de alcohol y trastornos de la alimentación.

No hay un tratamiento específico para la ebriorexia, ya que no es un trastorno diagnosticable sino una combinación de dos trastornos diferentes. El tratamiento deberá abordar tanto el trastorno alimentario como el alcoholismo. También hay que tener en cuenta que puede haber un trastorno de salud mental subyacente que conduce tanto al trastorno de alimentación como a la adicción al alcohol. Un diagnóstico preciso es esencial para abordar ambos trastornos.

Algunos expertos parten del planteamiento de que estas personas están lidiando con el miedo, la ansiedad, el dolor, la tristeza, la pérdida en un nivel emocional muy profundo y, la estrategia de afrontamiento que emplean es la ebriorexia (trastorno de la alimentación y alcoholismo). Por lo que aprender formas saludables de regular esas emociones podría ser una parte fundamental del tratamiento. No se trata solo de eliminar los trastornos sino de construir de forma simultánea nuevas formas de afrontar diferentes situaciones en la vida.

La recuperación de unos hábitos alimenticios saludables y el mantenimiento de la abstinencia se puede hacer con la información y las herramientas adecuadas. Un equipo multidisciplinar puede crear un plan de tratamiento individualizado y proporcionar el apoyo, el conocimiento y las habilidades necesarias para reconstruir la vida de la persona. Cuanto antes tenga lugar el tratamiento, mejor será el resultado y menos consecuencias habrá a largo plazo.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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