Efectos positivos y negativos de la marihuana en el cerebro

Los efectos neurológicos y psiquiátricos de la marihuana afectan a las áreas del cerebro donde se distribuyen principalmente los receptores cannabinoides, cuya interacción con los principios activos del cannabis modifican el funcionamiento de los sistemas neurotransmisores vinculados a estos receptores.

Estos receptores cannabinoides son abundantes y pueden encontrarse en diversas partes del cerebro:

• Ganglios basales: asociados al control de los movimientos y en el cerebelo, que coordina los movimientos del cuerpo.
• Hipocampo: relacionado con las funciones de aprendizaje, memoria y control del estrés.
• Corteza cerebral: se asocia a las funciones cognitivas más elevadas.
• Núcleo accumbens: considerado como el centro de placer del cerebro.
• Hipotálamo: otra de las áreas en las que los receptores cannabinoides están presentes en cantidades apreciables. Entre otras cosas, el hipotálamo se encarga de regular la sensación de saciedad.
• Amígdala: asociada a emociones y miedos.
• Médula espinal: asociada a las sensaciones periféricas como el dolor.
• Tronco encefálico: relacionado con el sueño, la excitación sexual y el control motor.
• Núcleo del tracto solitario: asociado a sensaciones viscerales como náuseas y vómitos.

¿Qué pasa si fumas marihuana en exceso?

La marihuana puede provocar distorsiones más marcadas en la percepción del tiempo, el espacio y la percepción del cuerpo, deterioro de la esfera cognitiva, despersonalización y desrealización, especialmente si cuando la persona es un/a consumidor/a ocasional o bien se consume en dosis elevadas.

Dependiendo de la dosis, los cannabinoides pueden inhibir temporalmente la transmisión de señales neuronales a través de los ganglios basales y el cerebelo. En dosis bajas, los cannabinoides parecen estimular el movimiento del cuerpo, sin embargo, las dosis altas parecen inhibirlo, lo que a menudo se manifiesta con una menor estabilidad de la postura y la firmeza de la mano para realizar tareas y movimientos que requieren una atención especial.

En ocasiones, la marihuana puede presentar algunos efectos subjetivos en el cerebro, como una mayor apreciación del sabor y el aroma de los alimentos, la música y las actividades recreativas, así como un mayor autoanálisis y autoconocimiento y ofrecer una ligera sensación de felicidad o euforia o un alivio de la tensión.

Debido a la centralidad del sistema endocannabinoide en la regulación del cuerpo humano, actualmente los investigadores se centran en el potencial terapéutico del cannabis. Los usos médicos de la marihuana incluyen:

• Eliminación del dolor o analgesia en enfermedades que implican espasticidad asociada con dolor resistente a las terapias convencionales como la esclerosis múltiple o lesiones de la médula espinal.
• Analgesia del dolor crónico, sobre todo el dolor neurogénico.
• Efecto antinauseoso que no se puede lograr con tratamientos tradicionales en quimioterapia, radioterapia y terapias para el VIH.
• Efecto estimulante del apetito, que no se puede lograr con tratamientos tradicionales, así como en el deterioro físico y la pérdida del apetito en pacientes con cáncer o SIDA, anorexia o anorexia nerviosa y glaucoma resistente a las terapias convencionales.
• Reducción de los movimientos involuntarios del cuerpo y la cara cuando esto no se puede lograr con tratamientos tradicionales, como en el caso del síndrome de Gilles de la Tourette.

¿Cuáles son los efectos negativos de la marihuana? Entre los efectos secundarios psicológicos y neurológicos que pueden producirse como consecuencia del consumo de marihuana se encuentran:

• Ansiedad y pánico.
• Crisis psicóticas francas o, más comúnmente pensamiento paranoico, que tienden a resolverse en la gran mayoría de los casos en cuestión de minutos o unas horas.
• Disminución de la concentración y organización del pensamiento, dificultad de la memoria.
• Disminución de la capacidad y la preparación de los reflejos, que pueden interferir con actividades como la conducción.
• Disminución de la estabilidad de la postura.
• Disminución de la firmeza de la mano en la realización de tareas y movimientos que requieren especial atención.
• Sedación.

Con menor frecuencia, como resultado del uso crónico de cantidades muy altas pueden aparecer náuseas graves que requieren hospitalización. Este efecto ha sido muy publicitado en los medios estadounidenses como resultado de la legalización del cannabis para uso recreativo en algunos estados.

Cómo influye el estado psicológico de la persona en los efectos de la marihuana

Cabe destacar que los efectos se ven afectados por la sensibilidad individual de la persona, el uso previo de la sustancia y la cantidad ingerida. Por ello, uno de los efectos más singulares de la marihuana está relacionado con la sugestibilidad del sujeto que la está utilizando, especialmente en el caso de fumadores ocasionales o en las primeras experiencias (set y setting).

Por lo tanto, el estado psicológico del individuo que consume cannabis es un factor importante a la hora de presentar síntomas negativos, ya que en base a esto el efecto puede amplificarse, llegando a provocar efectos secundarios como sugestión, ansiedad, somatización o amplificación de los efectos físicos que pueden generar preocupación en el usuario.

Asimismo, en algunos casos, especialmente si se tiene el estómago vacío, es la primeras experiencia o se han tomado dosis muy altas o combinadas con otras sustancias como el alcohol, la marihuana puede provocar vómitos y alta sudoración, efectos que generalmente tienden a resolverse en un corto período de tiempo, normalmente entre 2 y 3 minutos. En el siguiente artículo encontrarás Efectos de las drogas en el sistema nervioso.

A pesar de que los efectos secundarios que podría tener el cannabis en el organismo a largo plazo todavía no se conocen del todo, numerosos estudios de neuroimagen han demostrado que el uso continuado en el tiempo de la marihuana puede afectar la estructura y la función de ciertas áreas del cerebro. De este modo, el consumo de marihuana puede asociarse a alteraciones de la capacidad cognitiva y afectiva.

Por lo tanto, la marihuana, cuyos efectos deben atribuirse al principio activo tetrahidrocannabinol, actúa a nivel del metabolismo cerebral y puede producir cambios funcionales y estructurales del tejido nervioso:

• Respuesta alterada a los estímulos afectivos.
• Respuesta alterada en el cerebro a estímulos gratificantes.
• Anomalías la amígdala y el hipocampo, dos zonas importantes del cerebro.
• Alteraciones funcionales permanentes, especialmente entre adolescentes.
• Neuroadaptación: reorganización del circuito visual-reactivo e hipoactividad del cerebelo.
• Alteración de la funcionalidad de los circuitos frontales normales al realizar tareas que implican la capacidad de inhibición y monitoreo del rendimiento.
• Alteraciones de las funciones ejecutivas en consumidores abstinentes.
• La memoria de trabajo espacial se ve comprometida y el cerebro tiene más dificultades para recordar y requiere más energía.

El consumo prolongado de cannabis provoca cambios transitorios en el organismo, tanto a nivel farmacocinético (la forma en que los principios activos son absorbidos, distribuidos, metabolizados y eliminados) como farmacodinámico (cómo interactúan con los receptores celulares).

Estos cambios llevan a la persona a desarrollar tolerancia, por lo que necesitará consumir cantidades más elevadas para obtener el mismo efecto y conducen a una eliminación más eficiente del cannabis del organismo, potenciando los procesos metabólicos, pero con el riesgo de aumentar la incidencia de efectos secundarios.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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