¿El dejador echa de menos?

Muchas personas creen que la parte de la pareja que pone punto y final en la relación no tiene motivos para echar de menos a esa relación, pero el caso es que acabar la relación con alguien supone un duelo, aunque lo hayas acabado tú.

En ese proceso de duelo, en ocasiones, puedes echar de menos cosas de la pareja, planes que hacíais juntos e incluso a la persona. Acabar una relación de pareja llevará a la persona a vivir un duelo y, como consecuencia, a momentos de tristeza, de miedo a estar solo/a o a la incertidumbre de si has tomado la mejor decisión o no. A todo ello, en ocasiones, se le pueden añadir sentimientos de culpa que pueden crear malestar al pensar que has hecho daño a tu expareja, por lo que tampoco es nada fácil ser la persona que pone punto y final a la relación.

Si nos basamos en la teoría del proceso de duelo, sí es normal echar de menos a la pareja mientras se vive la pérdida, es normal tener miedo y dudas sobre si has tomado la decisión correcta. Aun así, si eso sucede sería bueno, primero, permitir sentir esta pérdida y miedo y, segundo, intentar volver a buscar los motivos por los cuales pusiste punto y final a la relación y valorar si aún hoy en día te siguen pareciendo motivos de peso o no.

Generalmente, la persona que deja a la otra, en el proceso de adaptarse a la situación tomada, puede tener momentos de arrepentimiento, como parte del proceso de duelo. Aún así, también es cierto que en algún momento el arrepentimiento, que se puede haber vivido en alguna de las fases del duelo, debe desembocar en una negociación sobre la situación actual y hacia donde se quiere tomar la dirección y, posteriormente, una aceptación sobre la decisión tomada.

Si ves que el arrepentimiento es muy frecuente y sientes que no avanzas después de haber tomado la decisión, quizás es momento de revisar tus sentimientos.

El dejador sí que sufre. Tener dudas sobre alguna cosa a la mayoría de las personas les atormenta, imagina si las tienes por el futuro de tu relación. Dejar a la persona que tienes al lado puede suponer un cambio de 180 grados en tu vida, por lo que es normal tener dudas y miedos respecto a si tomar la decisión.

Además, una vez tomada la decisión, también pueden aparecer las dudas de si has hecho lo que de verdad querías o era, simplemente, un bache que se podía superar o bien puede aparecer junto a ello un sentimiento de culpa si crees que has hecho daño a la persona que estaba a tu lado. Así que el mito de que la persona que deja no sufre, no es cierto, ya que el duelo por la pérdida de la relación lo pasan ambas partes, además en el dejador se le puede sumar la culpa, un sentimiento que en muchas ocasiones es fuente de malestar para quien lo siente.

El dejador quiere volver cuando se da cuenta de que la decisión tomada no cumple con sus expectativas creadas, es decir, normalmente las relaciones se terminan porque se cree que uno/a va a estar mejor solo/a que con la otra persona. Cuando la realidad no cumple con la realidad que teníamos en nuestra mente, es cuando la persona que ha puesto punto y final a la relación decide volver para intentar una segunda oportunidad.

También puede suceder que la parte que ha sido dejada emprenda un nuevo camino con otra persona y en ese momento el dejador, al verse reemplazado, sienta la necesidad de volver. La costumbre de ser él o ella quien hacía camino con aquella persona y ver que la otra persona ya ha rehecho su vida puede romper ciertos esquemas mentales o expectativas y llevar a la persona a querer recuperar su anterior relación.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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