¿El éxito llama al éxito? - El efecto ganador

¿El éxito llama al éxito? - El efecto ganador

¿Qué es el éxito para ti? ¿Conoces el efecto ganador? ¿Sabes por qué el éxito llama al éxito?

En este artículo de Psicología-Online, ¿El éxito llama al éxito? El efecto ganador, te hablamos sobre el concepto de éxito y te explicamos las razones biológicas por las cuales una victoria genera la siguiente.

¿Qué es el éxito?

La palabra éxito tiene su origen en el término latín exitus, que significa salida y se entiende como el resultado final satisfactorio de una circunstancia. La definición de éxito establecida es el resultado feliz de una acción emprendida o de un suceso. De ese modo, el éxito se entiende como el hecho de obtener libremente lo que se desea, lograr un propósito o alcanzar una meta.

Podemos considerar un éxito cada vez que conseguimos algo que queríamos conseguir, pues es el propósito final de todos los proyectos que emprendemos en cualquier área de nuestra vida. Sin embargo, el significado del éxito es subjetivo y relativo a las metas, los objetivos, a las creencias, las expectativas y las circunstancias de cada persona.

Cabe mencionar algunas frases sobre el éxito que han propuesto ciertas personalidades:

El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse. (Winston Churchill). Es decir, es necesario cometer errores, aprender de ellos, y sobre todo, mantener una actitud que propicie el éxito.

Se alcanza el éxito convirtiendo cada paso en una meta y cada meta en un paso. (C.C. Cortéz). No es el único autor que relaciona el éxito con la constancia y la perseverancia.

Éxito y felicidad

¿Es lo mismo el éxito que la felicidad? Depende de la perspectiva de cada persona, pero, en general, no. No son lo mismo, sin embargo, están muy relacionados. El éxito es conseguir la cima, mientras que la felicidad consiste en disfrutar el camino. Mientras el éxito consiste en la consecución de aquello deseado, el concepto de felicidad implica una sensación de bienestar y satisfacción con uno mismo más amplia. Se puede tener éxito sin ser feliz, sin embargo, cuando uno es feliz, tiene éxito, ya que ha logrado el objetivo más anhelado por la humanidad.

El efecto del éxito

Efecto fisiológico del éxito

A nivel fisiológico, el efecto que tiene el éxito, igual que los demás estímulos gratificantes, como pueden ser la comida, la bebida o el acto sexual, están relacionados con el sistema de recompensa del cerebro, es decir, las áreas cerebrales encargadas de la motivación.

El encargado del sistema de recompensa es el circuito mesolímbico, que está compuesto por las proyecciones dopaminérgicas que van del área tagmental ventral, un grupo de neuronas dopaminérgicas del mesencéfalo, hacia el sistema límbico, es decir, a un conjunto de estructuras encargadas de las emociones. Más concretamente: la amígdala, que regula las emociones; el palium ventral; el hipocampo y el núcleo accumbens, que controla la liberación de la dopamina y es el responsable de la sensación de placer. Las proyecciones también se dirigen hacia áreas corticales como la corteza prefrontal, encargada de tomar decisiones y dirigir la conducta, la corteza orbitofrontal y el cíngulo. En la imagen de abajo puedes ver dichas partes.

La dopamina es un neurotransmisor del grupo de las catecolaminas encargado, principalmente, de la sensación de placer y de la motivación. Tiene una gran importancia en la vía mesolímbica.

El objetivo de este sistema es asociar ciertas situaciones con una sensación de placer, haciendo que aprendamos qué acciones son buenas para nosotros y estemos motivados para que volver a repetirlas en el futuro. Su propósito es adaptar nuestra conducta a la supervivencia y la evolución propia y de la especie.

Al conseguir algo anhelado, se eleva la dopamina, igual que al dar un abrazo. Por eso, el hecho de ganar provoca un aumento de las concentraciones normales del neurotransmisor en el cerebro, produciendo dicha sensación de placer.

Efecto psicológico del éxito

A nivel psicológico el éxito aporta:

  • Alegría y estado anímico positivo
  • Satisfacción y bienestar personal
  • Seguridad en uno mismo y mayor percepción de auto-eficacia
  • Mayor motivación
  • Mayor dedicación y esfuerzo

Causas del éxito

El éxito no se consigue por casualidad. A continuación explicamos las causas del éxito:

  • Aceptar retos, aceptar experiencias nuevas, querer innovar, estar motivado y tener iniciativa.
  • Establecer metas y objetivos bien definidos, que sean claros y, sobre todo, que sea posible conseguirlos. Saber dividir los objetivos en pasos y establecer fechas a corto y medio plazo.
  • El autoconocimiento. Conocerse a uno mismo, conocer los propios puntos fuertes en los que apoyarse y los puntos débiles a trabajar.
  • La autoestima, el autoconcepto y la autoimagen. Tener una imagen realista de uno mismo basada en el autoconocimiento y valorarse positivamente. Confiar en uno mismo y en sus capacidades. Es importante que la persona tenga unas expectativas realistas y, sobre todo, crea en si misma.
  • La personalidad y forma de ser. Hay creencias, actitudes, valores y estrategias que nos permiten generar hábitos y respuestas propiciadores del logro.
  • Trabajar de manera inteligente y constante. Estar atento, observar, detectar y canalizar el esfuerzo en aquello que realmente lo merezca de forma uniforme y prolongada en el tiempo.
  • Aprovechar cada oportunidad. Saber identificar las necesidades y encontrar soluciones. Convertir los problemas en retos.
  • Ser flexible y fluir. Tener la capacidad de adaptarse a las situaciones y aprender a cambiar cuando la situación lo requiera.
  • La resiliencia: desarrollar la capacidad de aprender y crecer ante la adversidad.
  • El compromiso y la persevencia. Estar totalmente comprometido con el objetivo, teniendo claro que se deberá priorizar aquello que forme parte de la consecución del mismo y rechazar las distracciones, así como poner toda la atención y esforzarse.
  • La experiencia, es decir, haber tenido la vivencia de éxito, pues la experiencia de éxito propicia volver a conseguirlo. Esto se conoce como el efecto ganador. A continuación profundizamos sobre este concepto.

El efecto ganador

La experiencia de éxito hace que mejore estado de ánimo, la seguridad en uno mismo, la motivación, la concentración y la capacidad de esfuerzo. Este estado, juntamente con todo lo aprendido, propicia que se vuelva a tener éxito. Por eso se dice que el éxito llama al éxito, porque se retroalimenta y se va encadenando un éxito tras otro. Se ha comprobado que, por ejemplo, en el mundo del deporte, el ganador de un partido tiene un 60% de probabilidad de ganar también en la siguiente partida o competición. Incluso, los estudiantes que han superado una prueba, tienen más probabilidades de pasar la siguiente.

El autor del efecto ganador es Ian Robertson, un neurocientífico y psicólogo clínico, que explica cómo, tras ganar un primer reto, aumentan las probabilidades de ganar el siguiente por causas fisiológicas. La experiencia de ganar aumenta la concentración de dopamina cuyo efecto de bienestar y motivación nos prepara para afrontar el siguiente reto. También se incrementa el nivel de testosterona, aumentando la velocidad de reacción y disminuyendo el miedo: propiciando arriesgar. Todo ello, finalmente, aumenta las probabilidades de éxito.

El efecto ganador ayuda al éxito, pero conviene saber que también puede llegar a ser peligroso, pues puede convertirse en una adicción, cuyo principal peligro es la toma excesiva de riesgos.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
  • Ian Robertson, “The Winner Effect” [Video], YouTube, 04/02/2016, disponible en https://www.youtube.com/watch?v=asGZlHxsLY8
  • Luna, M. (2015). Psicología del éxito. Corre La Voz, s.l.
  • Pásaro, M. R. (2002). Bases biológicas de la felicidad (Vol. 18). Universidad de Sevilla.