El perfeccionismo en psicología: causas y cómo superarlo

El perfeccionismo en psicología: causas y cómo superarlo

Perfeccionismo es una de las palabras que se usa en contextos cotidianos para describir aquellas personas que nunca están totalmente satisfechas con lo que hacen y son muy cuidadosas en la realización de las tareas y sus detalles. Sin embargo, el perfeccionismo en psicología es un rasgo de personalidad complejo y con muchos matices. Además, existen numerosas causas que podrían explicar su origen, así como una serie de estrategias para un mejor manejo del perfeccionismo. Si quieres saber más acerca del perfeccionismo, sigue leyendo nuestro artículo de Psicología-Online: El perfeccionismo en psicología: causas y cómo superarlo.

Perfeccionista: significado

Etimológicamente, la palabra perfección proviene del latín “perfectio”, cuya traducción sería “acción de dejar algo finalizado”. El perfeccionismo se trata de un rasgo de personalidad complejo. En términos generales, se define como la aplicación de altos y exigentes estándares o criterios de desempeño, en combinación con una autoevaluación negativa si los criterios establecidos no son logrados por la persona.

Se trata de un rasgo de personalidad considerado multidimensional, es decir compuesto por varios aspectos o facetas. Algunos de los componentes que forman el perfeccionismo o síntomas del perfeccionismo son los siguientes:

  • Elevadas exigencias personales, existe una estrecha relación entre la autoexigencia y el perfeccionismo.
  • Alta preocupación por cometer errores.
  • Dudas sobre las acciones.
  • Organización.
  • Orden.
  • Responsabilidad.
  • Capacidad de esfuerzo.

El perfeccionismo no es positivo o negativo per se, sino más bien se considera que algunas de sus facetas o componentes pueden resultar adaptativos o desadaptativos. Por lo tanto, la positividad o negatividad del perfeccionismo dependerá del contexto, la intensidad y la interacción con otros rasgos de personalidad.

Asimismo, no es categorial, no se tiene o no se tiene perfeccionismo, sino que varía en mayor o menor cantidad dependiendo de la persona.

Perfeccionismo en psicología

Históricamente, el perfeccionismo ha sido valorado y conceptualizado desde un punto de vista negativo. Sin embargo, desde hace años es y continúa siendo objeto de estudio en psicología debido a su complejidad y variedad de manifestaciones. Actualmente, se considera que el perfeccionismo puede ser dividido en dos factores: preocupaciones perfeccionistas y esfuerzos perfeccionistas. Estos dos factores dan lugar a la clasificación de dos tipos de perfeccionismo: el perfeccionismo desadaptativo y el perfeccionismo adaptativo, que serían los dos extremos de un continuo.

Preocupaciones perfeccionistas

El primer factor es aquel que ha sido asociado con el perfeccionismo negativo y disfuncional. Engloba generalmente la preocupación por tener errores, el perfeccionismo socialmente exigido o impuesto, la elevada autocrítica y la discrepancia entre los estándares exigentes personales y los resultados logrados.

Se considera desadaptativo debido a la alta relación entre este perfeccionismo y ansiedad, depresión, trastornos de conducta alimentaria, trastorno obsesivo compulsivo, ansiedad social, etc.

Este tipo incluiría a personas con personalidad perfeccionista que presentan reacciones exageradas de frustración, tristeza y/o enfado ante lo que consideran un fracaso, por mínimo que sea. Se trata de un perfeccionismo obsesivo en el que las personas vigilan y ponen exceso de atención a su propio desempeño. También son muy sensibles y vulnerables a la crítica y el error. Suelen tener baja autoestima y percibirse con pocas capacidades y habilidades en general.

Esfuerzos perfeccionistas

Por otro lado, los esfuerzos perfeccionistas aluden al aspecto positivo y más sano del perfeccionismo. Se refiere a la búsqueda de logros, el afán por llegar a las metas marcadas y la búsqueda de la mejora y superación personal. El perfeccionismo adaptativo está presente en personas con una personalidad perfeccionista caracterizada por el establecimiento de metas altas pero realizables y la existencia de criterios exigentes pero no excesivamente rígidos. Presentan una tendencia al orden y la organización, conocimiento de los propios límites, y aun buscando la excelencia y la superación personal, si no logran sus metas, mantienen la motivación por el esfuerzo y la ambición, no cayendo en la autoevaluación negativa y sensación de fracaso.

Por lo tanto, la personalidad perfeccionista puede presentar factores adaptativos y desadaptativos, no es negativa o positiva en sí misma. Sin embargo, un perfeccionismo obsesivo puede, por un lado, derivar en problemas psicopatológicos y en afectaciones en la vida social. Ya que las personas con un perfeccionismo excesivo suelen mostrarse hostiles con el resto de personas y ser muy sensibles a lo que hagan o digan de ellas.

También existe un vínculo sólido entre perfeccionismo y ansiedad: las personas con elevado perfeccionismo presentan un exceso de conductas de comprobación y de planificación, así como de comparación con otras personas, en las que tienden a percibirse como inferiores al resto.

Causas del perfeccionismo

A continuación, explicamos algunas de las causas del perfeccionismo o hechos que se han identificado como precursores del perfeccionismo:

  • Predisposición genética, es decir, existe presencia biológica del rasgo de ansiedad de personalidad.
  • Estilo parental y maternal autoritario, por lo que existe un exceso de exigencias desde la infancia. Los niños y niñas en este ambiente familiar tienden a volverse muy exigentes y desarrollar una personalidad perfeccionista, ya que generalmente los progenitores castigan los errores y a menudo de forma abusiva. Así los y las menores aprenden que los errores no serán tolerados y creen que la única forma de conseguir amor y aprobación por parte de su padre y/o madre es mediante la excelencia y complacencia.
  • Crecer en un ambiente en el que se reciben elogios de manera excesiva, por lo que la persona se acostumbra a estos niveles tan altos de alabanzas y su autoestima llega a depender de ellas. Esta dependencia genera un alta presión interna por lograr elogios externos como mecanismo de defensa y mantenimiento de la autoestima.
  • Recibir humillaciones, burlas y/o desprecios desde la infancia, por lo que la persona desarrolla una autoestima baja y sentimientos de inutilidad y fracaso que intenta compensar mediante un alto desempeño. Asimismo, desarrollan sobrevigilancia hacia sus propias conductas, con el objetivo de controlar que estas cumplan los criterios autoimpuestos.
  • Comparaciones con los demás. Criarse en un hogar en que algún miembro, o más de uno, de la familia tiene mucho éxito y se realizan comparaciones constantemente. En este caso, existe un alto estándar de desempeño dentro de la familia, así como criterios exigentes, por los que la persona genera un sentimiento de inferioridad mediante comparación. Esta orientación a la comparación tiende a mantenerse en edades adultas, por lo que la persona se comparará con personas de éxito, comparaciones en las que se sentirá devaluada. Asimismo, buscará parecerse a otros modelos o prototipos de persona idealizados, incapaz de ser consciente de sus virtudes y fortalezas.
  • La crianza con padres y/o madres perfeccionistas también puede derivar en el desarrollo del perfeccionismo, dado que son modelo y referencia de los niños y niñas, que aprenden por observación conductas y estilos de pensamiento de la familia.
  • Al igual que en el ambiente familiar, las escuelas también pueden potenciar el perfeccionismo mediante estándares académicos muy exigentes, severos y autoritarios. Por lo que el alumnado puede interiorizar estos estándares de exigencia y aplicarlos en otros ámbitos de su vida.
  • La baja tolerancia a la frustración también puede influir en el perfeccionismo. La tolerancia a la frustración se relaciona con la tolerancia y aceptación de cierto nivel de la imperfección. Si se desarrolla una baja tolerancia a la frustración, es posible que no se reconozca ningún logro si no es totalmente perfecto de acuerdo con los propios criterios.
  • Elevado neuroticismo, ya que las personas con niveles elevados de neuroticismo presentan una predisposición al desarrollo de una personalidad perfeccionista. Esto se debe a que el neuroticismo se relaciona con una tendencia a la culpabilidad y a la preocupación, factores que puede derivar en un estilo perfeccionista.
  • Cultura de la competitividad, en la que se valoran a las personas en base a sus resultados, logros y éxito. Aquello que se considera éxito o no es establecido en la sociedad por convención social. Así, las personas buscan llegar a los elevados criterios de éxito impuestos externa y socialmente. El ajuste o no a estos criterios externos tienen un gran peso en la autoevaluación de la persona. Asimismo, se fomenta la constante comparación y destacar por encima de las demás personas.

Cómo superar el perfeccionismo

No existe una intervención específica para el perfeccionismo desadaptativo, ya que no se encuentra categorizado como un trastorno mental. Sin embargo, sí es posible realizar un tratamiento del perfeccionismo orientado a trabajar aquellos componentes o elementos del perfeccionismo que resultan disfuncionales. Este tratamiento suele abordar los pensamientos y las conductas relacionadas con el perfeccionismo, así como el desarrollo de la autocompasión en relación a los errores y fracasos. En el siguiente artículo encontrarás qué es la autocompasión y cómo aplicarla.

Por un lado, la intervención se centra en que la persona sea capaz de identificar aquellos pensamientos o distorsiones de pensamiento que se encuentran en la base del perfeccionismo. Algunas de estas distorsiones cognitivas son el pensamiento catastrófico (por ejemplo “si me equivoco al hablar se reirán de mí y nunca querrán relacionarse conmigo”) o el pensamiento dicotómico o todo o nada (“he tenido un fallo en el trabajo, he fracasado por completo”). Después de esta identificación se intenta que la persona sea capaz de reemplazar estos pensamientos por otros más realistas y útiles, enfatizando la utilidad de estos nuevos pensamientos.

Por otro lado, se busca que la persona sea capaz de tomar perspectiva y percibirse y juzgarse a sí misma desde el exterior y no desde los estándares propios. Se realizan ejercicios orientados al desarrollo de la autocompasión en los que la persona con perfeccionismo se hable a sí misma y se juzgue como lo haría con una amistad, desarrollando una mayor flexibilidad y comprensión por sí misma.

Finalmente, se puede hacer uso de la técnica de exposición ante las situaciones temidas por la persona para reducir este miedo y ansiedad de manera progresiva. En estas exposiciones la persona realiza pequeños errores a propósito y de manera gradual, para enfrentarse al miedo de ser imperfecto. Gradualmente, se espera que el malestar ante la imperfección disminuya y se sientan cómodas ante un nivel mayor de tolerancia al error. Es recomendable realizar ejercicios de relajación y respiración para ayudar a bajar los niveles de ansiedad. También con esta exposición se ponen a prueba los pensamientos catastróficos que poseen las personas perfeccionistas, porque ven que las consecuencias nefastas que anticipaban no llegan a hacerse realidad.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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