Emetofobia: qué es, síntomas, causas y tratamiento

La emetofobia es el miedo intenso a vomitar y/o a ver vomitar a otras personas. Se considera un trastorno de ansiedad caracterizado por una situación especial que implica el hecho de vomitar. Es por ese motivo que este cuadro clínico está enmarcado dentro de las fobias específicas. Según el DSM-V^[1], consiste en un miedo excesivo e irracional que se prolonga en el tiempo.

Entre las características que presenta la emetofobia, se destaca que este miedo aparece frente a cualquier estímulo relacionado con el vómito como el estar en lugares con personas que pueden vomitar o que hayan vomitado, así como también la sensación de náuseas asociada la posibilidad concreta del vómito.

Dividiremos los síntomas que presentan las personas que sufren de emetofobia se clasifican en tres categorías: síntomas corporales, síntomas cognitivos y síntomas conductuales.

Síntomas corporales de la emetofobia

Los síntomas corporales son aquellas manifestaciones físicas que aparecen en el cuerpo. Las más importantes son de la emetofobia son:

• Aumento de la tensión muscular.
• Náuseas y/o vómitos.
• Sensación de mareo.
• Vértigo.
• Dolores estomacales.
• Alteraciones gástricas.
• Aumento de la frecuencia cardíaca.
• Elevación del ritmo respiratorio.
• Cefaleas.
• Sudoración.
• Sensación de falta de aire.

Síntomas cognitivos de la emetofobia

Los síntomas cognitivos son un conjunto de pensamientos e ideas acerca de posibles situaciones que podrían ocurrir. Aquí mencionaremos los más destacados de la emetofobia:

• Ideas catastróficas del acto de vomitar.
• Pensamientos de muerte.
• Creencias alteradas de la realidad.

Síntomas conductuales de la emetofobia

En cuanto a los síntomas conductuales, diremos que éstos son aquellas conductas que realizan las personas a partir de los pensamientos y las sensaciones físicas que tienen. A continuación, ubicaremos los síntomas de la emetofobia de carácter conductual más relevantes:

• Evitación de ingesta de comida: la persona se niega a comer alimentos por temor al posible vómito.
• Evitación de lugares: se intenta evadir lugares en los cuales se pueden observar a alguien vomitando o que se presente algún estímulo relacionado con el vómito.
• Intentos de escape: se busca huir de las situaciones en las que podrían presentarse vómitos mediante excusas para no presenciar dicho momento.

Debemos saber que la presencia de alguno de estos síntomas no implica necesariamente una emetofobia. El diagnóstico debe ser realizado por un profesional de la salud, ya que será el encargado de indicar un tratamiento adecuado teniendo en cuenta las características de cada caso.

Si bien no hay un consenso total de las signos que determinan la emetofobia, sí existen algunas variables que podrían explicar su origen. En este apartado describiremos las causas de la emetofobia más importantes:

• Experiencias desagradables del pasado: pudieron haber ocurrido situaciones que hayan generado un gran malestar. A nivel general, suceden en la infancia y están relacionadas con sensaciones de asfixia, ahogos ó vómitos de gran intensidad.
• Predisposición genética: los factores hereditarios juegan un papel importante al momento de tomar en cuenta el origen de este trastorno. Hay personas que padecen emetofobia que tienen familiares con la misma problemática.
• Factores psicológicos: el miedo a vomitar también puede estar relacionado con algún tema que genere miedo expresarlo. Aquí hay que considerar que la boca es una zona del cuerpo que nos brinda la posibilidad de expresar ideas y pensamientos. Desde este punto de vista, el miedo intenso a vomitar puede ser la consecuencia de angustias e inhibiciones.

La terapia cognitivo conductual suele ser el tratamiento de mejores resultados tiene para el abordaje de pacientes que presentan emetofobia. Este tratamiento consiste en tres pilares importantes:

• Reestructuración cognitiva: se busca que el paciente modifique sus pensamientos y creencias respecto del vómito.
• Desensibilización sistemática: otra de las fases de esta terapia consiste en exponer al paciente a los estímulos que le generan los síntomas asociados al vómito, ya sea presentándole ciertas situaciones o a través del uso de la imaginación.
• Entrenamiento en habilidades: se le brindan herramientas al paciente que permitan su relajación para enfrentar situaciones de ansiedad. Esto posibilita una disminución en los niveles de excitación del sistema nervioso.

Las situaciones que recién describimos siempre deben ser coordinadas por un profesional de la salud a cargo del tratamiento correspondiente.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

Si deseas leer más artículos parecidos a Emetofobia: qué es, síntomas, causas y tratamiento, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Psicología clínica.