Empatía emocional: qué es, características y ejemplos

En sus estudios de inteligencia emocional, Daniel Goleman distingue entre empatía cognitiva y empatía emocional. A diferencia de la primera, la empatía emocional es una emoción visceral y se prueba a través del cuerpo. Concretamente, el significado de empatía emocional hace referencia a una facultad arraigada en el pasado lejano de la evolución. Compartimos este circuito neural con otros mamíferos que, como nosotros, deben estar muy atentos a las señales de sufrimiento enviadas por sus pequeños.

La empatía emocional opera en la parte más antigua de nuestro cerebro, lo que se denomina sistema ascendente. La mayoría de las redes neuronales utilizadas para sentir directamente lo que otros sienten se encuentran bajo la corteza, en áreas del cerebro que "piensan rápido" pero no en profundidad. Estos circuitos nos conectan con los que nos rodean, provocando en nuestro cuerpo los mismos estados emocionales que percibimos en los demás.

La relación que se crea gracias a la empatía emocional es más profunda y es capaz de comprender y sentir realmente dentro de sí mismo las sensaciones de otras personas. Se ha demostrado científicamente que durante esta fase de la empatía, hay un reflejo real del sistema neuronal que activa en nuestros circuitos cerebrales las mismas emociones que la persona que tenemos delante.

Por lo tanto, la empatía emocional va un paso más allá que la cognitiva, ya que nos permite comprender e incluso sentir en nuestra piel los estados de ánimo de los demás, pero no necesariamente sentir compasión por ellos. En este artículo, te contamos cómo practicar la empatía en la vida.

Ahora que ya hemos visto qué es la empatía emocional, es importante saber qué aspectos son propios de esta reacción afectiva. Por ello, a continuación, veremos las características de la empatía emocional:

• La empatía emocional se activa más fácilmente cuando el otro se parece a nosotros o cuando, al menos, percibimos una afinidad que nos une. Instintivamente, somos más propensos a ayudar y apoyar a nuestros familiares, a los habitantes de nuestro barrio, a las personas que frecuentan nuestro propio lugar de culto o cuyos hijos juegan en el mismo equipo de fútbol que los nuestros.
• La empatía, tal como se practica en la mayoría de las personas, a menudo está viva, sana y en plena forma cuando algo le pasa a una persona con la que tienes mucho en común. Por el contrario, la empatía emocional puede ser débil o totalmente ausente cuando el otro es muy diferente a ti. Descubre los rasgos de una persona que tiene poca empatía.
• La empatía emocional también debe mantenerse en equilibrio con el autocontrol para que podamos manejar niveles excesivos de excitación emocional que pueden confundir las fronteras y hacernos sentir angustia. Si estás expuesto cada día a demasiado dolor, como suele ocurrir con oncólogos, trabajadores sociales y guardias de prisiones, una empatía emocional excesiva puede causar depresión, estados de ansiedad y agotamiento emocional. En el entorno médico, esta condición de desgaste se llama fatiga compasiva.

Hay que decir que la mayoría de personas tienen la capacidad de sentir empatía emocional. Veamos algunos ejemplos de empatía emocional para entenderlo mejor. ¿Quién de nosotros nunca ha visto a alguien cortarse con un trozo de vidrio? Recordarás que cuando lo hicieron, experimentaste personalmente un poco de esa sensación desagradable, una resonancia emocional fisiológica. Puede que te imaginarás el hilo cortante del vidrio cortando la piel. Quizás el mero hecho de leer estas palabras haya evocado un poco de ese sentimiento.

Un hecho real relacionado con la respuesta emocional empática es que podemos estremecernos viendo a otra persona sufrir, pero tu experiencia no es idéntica a la suya. Si así fuera, te concentrarías en su dolor y probablemente no serías capaz de ayudarle. Este sofisticado sistema neurológico permite observar a las personas que sufren, pero te hace sentir un dolor suficiente para que consideres ayudarle.

Además, la empatía emocional nos enseña lo que debemos evitar. Si no existiera una representación interna del dolor basada en una observación externa, veríamos lo que sucede sin aprender nada de ello. Frotar un trozo de vidrio en la piel sería la única manera de saber que no es una buena idea. Nuestra especie estaría eternamente sorprendida por la experiencia de cortarse con vidrio.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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