Esquizofrenia paranoide: qué es, síntomas, causas, riesgos y tratamiento

La esquizofrenia paranoide es un trastorno de la personalidad que se caracteriza por la presencia de ideas persecutorias del entorno sobre la persona que lo sufre. En otras palabras, la persona diagnosticada de esquizofrenia paranoide suele tener la certeza de que las personas realizan acciones para perjudicarla.

A su vez, este trastorno es una combinación de aspectos provenientes de la esquizofrenia como las alucinaciones y rasgos de la paranoia como los delirios. Según el DSM-V, es posible ubicar a la esquizofrenia paranoide dentro del grupo de los trastornos esquizoafectivos a raíz de las cualidades que presenta. A continuación, presentaremos los principales criterios diagnósticos de la esquizofrenia paranoide:

• Presencia de ideas delirantes durante al menos dos semanas.
• Aparición de algún episodio depresivo durante la vida.
• Alucinaciones.
• Discurso desorganizado.
• Alteración del estado de ánimo no vinculado a la ingesta de sustancias tóxicas y/o medicamentos.

Ante la presencia de esta enfermedad, es importante conocer cómo afecta tanto a nivel físico como emocional y conductual. Por dicho motivo, vamos a mostrarte los síntomas principales de la esquizofrenia paranoide:

• Ideas delirantes.
• Alucinaciones visuales, auditivas, olfativas y/o corporales.
• Presencia de certeza respecto a que otras personas realizan acciones en perjuicio de la persona.
• Lenguaje desorganizado.
• Falta de coherencia en las ideas.
• Desconfianza hacia los demás.
• Retraimiento.

Más allá de estas cualidades, es importante no realizar un autodiagnóstico para evitar confusiones. Ante la presencia de alguno de estos síntomas, hay que acudir a un profesional de la salud mental especializado para determinar la gravedad del cuadro y que sugiera cuáles son las pautas de tratamiento en cada caso.

Para poder determinar con mayor exactitud la intensidad de este cuadro clínico, es importante abordar las causas más frecuentes de la esquizofrenia paranoide. A continuación, haremos hincapié en las más importantes;

• Factores genéticos: las alucinaciones son el resultado de alteraciones de la percepción de la persona que pueden provenir de antecedentes genéticos de familiares con el mismo diagnóstico. Además, la esquizofrenia paranoide también puede estar relacionada con complicaciones durante el período de la gestación y/o embarazo de cada persona y que, posteriormente, han provocado distorsiones de la realidad.
• Factores ambientales: las vivencias del pasado pueden actuar como desencadenantes de los síntomas de la esquizofrenia paranoide. A modo de ejemplo, puede decirse que una crianza basada en la desconfianza, delirios e incoherencias en el lenguaje puede desencadenar esta enfermedad, así como el consumo de sustancias tóxicas.

Dada la gravedad de los síntomas de la esquizofrenia paranoide, es necesario comprender los riesgos asociados a esta enfermedad. Conocer esta información te permitirá tener más herramientas a la hora de intervenir ante situaciones vinculadas con este trastorno. Concretamente, los riesgos asociados a la esquizofrenia paranoide son:

• Daños hacia terceros y a uno/a mismo/a: en algunas ocasiones, las personas con esquizofrenia paranoide pueden tener intenciones de dañar físicamente a otros individuos, o incluso a sí mismos. A modo de defensa, buscan reivindicarse por medio de la violencia. Ante estas situaciones, es conveniente acudir a centros de salud o a entidades especializadas.
• Consumo de sustancias tóxicas: las alteraciones de la realidad pueden estar inducidas por la ingesta de drogas. Por dicho motivo, la ingesta de sustancias tóxicas incrementa el riesgo experimentar los síntomas de la esquizofrenia paranoide. No te pierdas este artículo si te interesa saber cuáles son los efectos de las drogas en el sistema nervioso.

Existen distintos abordajes clínicos para el trastorno de esquizofrenia paranoide. Los más importantes son los siguientes:

• Terapia psicológica: los tratamientos psicológicos permiten elaborar estrategias para que la relación de la persona con su entorno sea más amena. En términos globales, la terapia tiene como objetivo que el individuo tenga un espacio de contención emocional y apoyo en su día a día.
• Medicación farmacológica: durante el transcurso de la enfermedad, es frecuente recetar antipsicóticos para disminuir la intensidad de los síntomas característicos de este cuadro clínico. Los fármacos permiten que el desarrollo de la vida cotidiana sea más amena.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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