Fobia a la sangre: nombre, síntomas, causas y tratamiento

Fobia a la sangre: nombre, síntomas, causas y tratamiento

La fobia a la sangre, también conocida como hemofobia, se trata de un miedo irracional a la sangre y a todo lo relacionado con la misma: heridas, arañazos, jeringuillas... Es una fobia bastante común que, en general, se suele aceptar y no intentar superarla. Sin embargo, al igual que las otras fobias, tiene un posible tratamiento.

La hematofobia puede llegar a causar un gran malestar en quién la sufre y ser muy limitante. Además, el hecho de que se tema a aspectos relacionados con la sangre, puede hacer que el que tiene hematofobia evite ciertas situaciones necesarias para su salud, como una analítica de sangre. Es decir, puede llegar a causar daños en la salud física. Sigue leyendo Piscología-Online para ver los distintos síntomas, las posibles causas de la fobia a la sangre y el tratamiento que se aplicaría a una persona que sufre hematofobia.

Síntomas de la fobia a la sangre

Los síntomas de la hematofobia son los propios de una persona con una fobia. En el siguiente artículo, encontrarás información sobre qué es una fobia. Dividiremos los síntomas de la fobia a la sangre en tres tipos:

Cognitivos

Los síntomas cognitivos hacen referencia a los pensamientos y emociones de la persona. Es bastante habitual tener sentimientos de miedo y pensamientos intrusivos sobre la anticipación de un futuro catastrófico. Un ejemplo de ello es pensar que si se sangra, se va a desmayar. Con este ejemplo lo que vemos es que, en general, el temor no es a la sangre en sí, sino a la sensación de miedo por la sangre y a la posibilidad de padecer los siguientes síntomas que veremos.

Fisiológicos

Los síntomas fisiológicos corresponden a los síntomas de la ansiedad, ya que las fobias son trastornos de ansiedad. Los síntomas fisiológicos típicos de la fobia a la sangre son:

  • Sudoración
  • Aumento de la tasa cardíaca
  • Aumento del ritmo respiratorio (hiperventilación)
  • Temblores
  • Palidez
  • Náuseas
  • Desmayo

Conductuales

Por su parte, estos síntomas hacen referencia, sobre todo, a las conductas de evitación de las situaciones temidas. Como mencionábamos en la introducción, es bastante común que se lleguen a evitar el tomarse muestras de sangre, ponerse vacunas o ir al médico en general, con tal de evitar situaciones relacionadas con la sangre. También en ocasiones se llegan a evitar situaciones potencialmente peligrosas por miedo a, por ejemplo, caerse, y por tanto tener alguna herida.

Causas de la hematofobia

¿Por qué le tengo fobia a la sangre? Las causas de la fobia a la sangre, al igual que los síntomas, se pueden dividir en tres grupos o tipos:

  • Genética. En muchas ocasiones, el hecho de desarrollar una fobia se debe a que hay una predisposición genética a ello. Por ejemplo, si algún familiar tiene esta u otra fobia, es más probable que en algún momento de tu vida puedas desarrollarla.
  • Aprendizaje. Si desde pequeño te enseñan lo peligroso que es sangrar y te envuelven en una burbuja de sobreprotección y excesiva ansiedad ante los peligros, es posible que acabes desarrollando este tipo de fobia a la sangre.
  • Experiencias. El hecho de haber vivido, o conocer a alguien que ha vivido una experiencia traumática relacionada con la sangre, puede llegar a provocar un trauma en la persona y, de este modo, acabar desarrollando este tipo de fobia.

Tratamiento de la fobia a la sangre

¿Cómo superar la fobia a la sangre? Veamos cómo tratar la fobia a la sangre:

  • Exposición. Para este tipo de fobias, es bastante común y eficaz aplicar una terapia psicológica de exposición. Esta técnica consiste en establecer una lista de los distintos estímulos relacionados con la sangre que producen cierto miedo o ansiedad. Posteriormente, la persona se enfrentaría a cada estímulo, uno a uno, empezando por aquel que menos ansiedad produce. La exposición duraría hasta que la ansiedad desapareciera por completo.
  • Reestructuración cognitiva. Por otra parte, también se pueden trabajar a la par los pensamientos irracionales que causan dicho miedo. En conjunto se aplica una terapia de tensión controlada con el fin de aprender a evitar los desmayos asociados a esta fobia.
  • Valores y compromiso. Por último, es eficaz trabajar en la clarificación y consecución de valores de la persona. Es decir, si para ella el estar sana es importante, ¿por qué permite que su fobia no le permita ser consecuente con el valor de la salud y acudir a las revisiones médicas recomendadas?
  • EMDR. Hay otro tipo de terapias y técnicas psicológicas para este tipo de problemática como la terapia EMDR que, sin embargo, no han mostrado la misma eficacia que la terapia de exposición. En este artículo explicamos qué es y en qué consiste la terapia EMDR.

En cualquier caso, es recomendable que todo esto se realice bajo la supervisión de un profesional ya que si no, la fobia podría llegar a enquistarse haciendo más difícil la recuperación de quien la sufre.

A continuación, puedes ver un vídeo para conocer otras fobias poco comunes, pero muy interesantes.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
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