Hafefobia (miedo al contacto físico): qué es, síntomas, causas, tratamiento

La hafefobia, o miedo al contacto físico, corresponde a un trastorno de la ansiedad en el cual existe un temor irracional y exacerbado a ser tocado por otras personas. Según el DSM-V^[1], es posible situar a este cuadro clínico dentro del grupo de las fobias específicas dadas sus características y particularidades de presentación.

Para poder comprender las fobias específicas, el DSM-V menciona una serie de criterios diagnósticos que deben cumplirse:

• Miedo o ansiedad intensa a ser ser tocado/a por otra persona.
• La situación casi siempre provoca miedo o ansiedad.
• Evitación de tocar a otras personas.
• Miedo o ansiedad desproporcionada al peligro real que representa el contacto físico con los demás.
• Los síntomas duran seis meses o más.
• La falta de contacto físico deteriora las relaciones laborales, sociales y familiares.
• El miedo o la ansiedad no se encuentran vinculados con otro trastorno mental.

La hafefobia se presenta a través de una serie de manifestaciones que aparecen tanto a nivel físico como emocional y conductual de las personas que padecen este trastorno. La importancia de conocer estos datos reside en el hecho de detectar la problemática a tiempo y pensar estrategias eficaces para abordarla.

A continuación, situaremos los principales síntomas de la hafefobia:

• Pensamientos catastróficos en relación a ser tocado/a.
• Dificultades en la concentración y en la memoria. Ante esta situación, puedes consultar estas estrategias para mejorar la concentración.
• Problemas para conciliar el sueño.
• Evitación de situaciones sociales.
• Aumento de la frecuencia cardíaca.
• Sudoración.
• Náuseas.
• Mareos.
• Vómitos.

Cabe destacar que la presencia de alguno de estos síntomas no representa necesariamente un cuadro de hafefobia. El diagnóstico debe ser realizado por un profesional de la salud mental, dado que será el encargado de evaluar las condiciones clínicas del paciente.

Si bien resulta trascendental conocer los síntomas de la hafefobia, lo cierto es que también es importante ubicar el origen de este trastorno mental, dado que esto permitirá abordar la problemática en cuestión de forma adecuada.

En las siguientes líneas hablaremos acerca de las causas más importantes implicadas en el miedo al contacto físico:

• Factores ambientales: las vivencias que ha tenido una persona en su vida conforman un rasgo que puede ser determinante en las conductas, pensamientos y emociones que tenga. De esta manera, si una persona ha vivido alguna situación desagradable en el pasado relacionada al contacto físico, es factible que desarrolle un cuadro de hafefobia. En suma, existen situaciones como maltratos físicos y/o castigos que pueden influir. Más aún, aquí juega un papel importante la imitación de comportamientos de miembros del entorno familiar.
• Factores genéticos: la transmisión de genes por parte de los progenitores se encuentra asociada al surgimiento de la hafefobia. Por ende, es posible que la persona tenga mayor sensibilidad en cuanto a las conexiones neuronales vinculadas al procesamiento de información proveniente del entorno. Esto puede provocar miedo como respuesta frente a situaciones estresantes.

Si bien la hafefobia, o el miedo al contacto físico, produce dificultades para la persona que transita este cuadro clínico, existen tratamientos disponibles que han demostrado tener una buena eficacia a la hora de curar esta patología. En los próximos ítems hablaremos acerca de cómo tratar la hafefobia.

Terapia psicológica

La terapia es un espacio que invita a la reflexión personal acerca de las situaciones de la vida que generan conflictos. En líneas generales, la terapia trabaja en los pensamientos, emociones y conductas que se encuentran implicados en los síntomas.

En el caso de la hafefobia, el enfoque principal radica en construir nuevas herramientas para abordar el miedo a ser tocado/a. Tanto las terapias de corta duración, como la terapia cognitivo conductual, como las terapias más extensas, han demostrado tener buenos pronósticos ante cuadros de hafefobia.

Medicación psiquiátrica

En los casos en que el miedo al contacto físico sea muy grave, es recomendable recurrir al suministro de ansiolíticos para disminuir la intensidad de los síntomas. Sin embargo, el consumo de psicofármacos sólo debe realizarse bajo la supervisión de un profesional de la salud mental.

Si quieres saber más, en este artículo, te mostramos los tipos de ansiolíticos que existen.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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