La naturaleza humana por instinto tiende al placer. Este comienza con la experimentación de sensaciones para posteriormente convertirse en percepciones, luego en pensamientos, de estos surgen las emociones y estas desembocan en las conductas evidentes- observables. Entonces, la génesis del amor está en la contemplación de la belleza física, de hecho, el primer factor que influye en la formación del amor es la atracción física. En este artículo de PsicologíaOnline, respondemos con detalle a la pregunta de: ¿la belleza importa en el amor?
Por qué la belleza es subjetiva
La percepción de la belleza física es subjetiva, es decir, depende de la psicología del individuo. Una determinada persona puede ser percibida como un ser muy atractivo para un sujeto, pero para otro, puede no serlo. Este relativismo de la belleza física es lo que facilita por un lado la construcción del amor, pero por otro lado, lo hace sostenible en el tiempo o lo desvanece hasta acabarlo.
De otra parte, tenemos que hablar de lo que podemos llamar ”La autopercepción de nuestro cuerpo físico.” Esta desde el punto de vista psíquico se construye en un proceso disonante entre las variables: sensitiva, perceptiva, cognitiva, emotiva y conductual. El manejo adecuado de las variables anteriores, es un aprendizaje que permite la autopercepción de nuestro cuerpo físico, y esta conlleva a la proyección de la atracción física para construir o mantener sólido el amor. Vale decir, debemos aprender a enamorarnos de nuestro propio cuerpo físico para lograr que la otra persona también lo haga en consecuencia.
¿Cómo es el proceso de aprendizaje?
La respuesta es controlando las variables anteriores. Por lo tanto, se pueden aplicar los siguientes ejercicios conductuales:
En primer lugar, observe detenidamente su cuerpo, deténgase en las partes que le atraigan, acaricie su cuerpo, experimente sensaciones propias, practique este ejercicio, sin pensar en sus cualidades y defectos solo disfrute de su cuerpo real, el resultado es que automáticamente, aparece la percepción adecuada, su autoatracción se forma como una gestalt, es decir, como una totalidad.
Una vez obtenida la autopercepción anterior, al controlar las variables sensitiva y perceptiva, comenzamos a trabajar la variable cognitiva y emotiva. La variable cognitiva se refiere a la formación de ideas, creencias, con ejercicios tan sencillos como por ejemplo: hacerse una autoinvitación al restaurante ideal, cumplir con el protocolo como bañarse y usar el vestido que más le guste, usar el mejor perfume, etc. Todo pensando en su propia autosatisfacción. Ir de paseo a su lugar preferido, tener una actitud positiva y amable ante las demás personas, no por valoración pública sino pensando en su propia valoración, demostrarse a sí mismo que se es el mejor en su profesión u oficio, planear una agenda diaria de actividades que le conduzcan a su propio crecimiento personal, coleccionar sus fotos de acuerdo con su evolución personal, escribirse una carta resaltando sus cualidades físicas y personales y en general concebir todos los pensamientos que le conduzcan a la experimentación de emociones centradas en la autoaceptación real.
Los ejercicios anteriores se pueden complementar con otros de la misma naturaleza, estos permiten por su efecto concomitante el fortalecimiento de la variable emotiva y conductual, porque proyectan y reflejan sentimientos y belleza, generando el primer factor del amor, es decir, la atracción física.
La belleza es importante en el amor
En conclusión, digamos que el amor comienza con la atracción física y la contemplación de la belleza. Posteriormente, por aprendizaje se produce el sentimiento del amor, como una construcción mental resultante de los pensamientos y emociones. Entonces, primero debemos producir la propia construcción mental del amor a nosotros mismos para proyectarlo a los demás y en retroalimentación generar atracción física, para posteriormente ser amados de verdad.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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