Memoria episódica: qué es, ejemplos y ejercicios para mejorarla

La mente tiene dos tipos principales de memoria: la memoria declarativa o explícita y la memoria procedimental o implícita.

• La memoria declarativa es la recolección de recuerdos relacionados con sucesos pasados.
• Por su parte, la memoria procedimental es aquella que hace referencia a memorizar los pasos a realizar una tarea, las distintas habilidades que aprendemos, entre otros.

La memoria episódica pertenecería a la memoria declarativa. En concreto, la memoria episódica es aquella que se encarga del almacenamiento y recuperación de recuerdos de nuestra biografía de una forma explícita. Es decir, son los recuerdos de "episodios" de nuestra vida. La memoria autobiográfica forma parte de la memoria episódica.

Seguramente, recuerdas algunos momentos de tu pasado: un cumpleaños, una conversación con alguien especial, el día de tu boda... y también recordarás distintos momentos dolorosos como una ruptura amorosa o el día en el que falleció un ser querido. Todo ello son ejemplos de memoria episódica.

Todos estos momentos son "episodios" de tu vida, partes de tu biografía, y puedes recordarlos gracias a la labor que hace, a través del lóbulo temporal medial y de la corteza prefrontal, la memoria episódica.

En el momento en el que te estaba ocurriendo ese suceso tan importante, tu cerebro estaba trabajando para guardarlo y que días, meses, e incluso años después, puedas recordarlo.

Para este y cualquiera de los tipos de memoria, es importante realizar distintos tipos de ejercicio para estimularlas y hacer que trabajen de cara a prevenir demencias, como el Alzheimer. Esto no hará que en un futuro no tengas problemas de memoria, pero sí que, si acabas desarrollando una demencia, puede hacer que evolucione más lentamente o que sus síntomas sean más leves.

Ejercicio de las preguntas

En los talleres de estimulación cognitiva, en muchas ocasiones se trabaja la memoria a través de preguntas. Estas preguntas tratan sobre recuerdos no demasiado lejanos con el fin de ser más conscientes de las vivencias y traerlas al presente y así forzar la memoria y hacerla trabajar. Algunos ejemplos de preguntas para estimular la memoria son:

• ¿Qué comiste la semana pasada?
• ¿Qué tiempo hizo ayer?
• ¿Cómo elegiste la ropa que te pondrías hoy?
• ¿Qué sueles llevar en los bolsillos?
• ¿Qué fue lo último que viste ayer en la televisión?

Como podemos observar, es una forma de evocar recuerdos de situaciones y momentos que en muchas ocasiones puede ser difícil recordar, ya que no son eventos demasiado llamativos, por lo que así realizaremos un esfuerzo por recordar y reforzar así la memoria.

Lectura de textos

En otras ocasiones, es bastante habitual que el profesional lea una pequeña historia al paciente y luego le realice preguntas sobre la historia. Por ejemplo:

Paco se levantaba todas las mañanas a las 5 e iba al trabajo en bicicleta. Sin embargo, el otro día estaba lloviendo por lo que decidió coger el coche. Todo el mundo debió de pensar lo mismo por lo que había un gran atasco, razón por la cual Paco llegó tarde al trabajo.

• ¿Cómo solía ir Paco al trabajo?
• ¿Por qué cambió su forma de ir?
• ¿Por qué llego tarde?

Las historias hacen que nos formemos una imagen en nuestra mente, del mismo modo que cuando recordamos una experiencia propia, por lo que también es una forma de trabajar la memoria episódica al hacer que la persona tenga que recordar detalles para responder a las preguntas.

Álbumes de recuerdos

Un ejercicio muy práctico y al alcance de todos consiste en coger un álbum de fotografías y explicar qué sucedió en cada una. Se puede hablar sobre los siguientes aspectos de cada fotografía:

• ¿Quiénes eran los de la foto?
• ¿Quién tomó la foto?
• ¿Qué hicisteis después de la foto? ¿Y antes?
• ¿Dónde era?
• ¿Cómo decidisteis ir hasta ahí?
• ¿Recuerdas alguna conversación?

Este ejercicio, sin embargo, es un poco más complejo aunque es ideal para trabajar a un nivel más profundo la memoria episódica. De este modo, se reforzaría la memoria más a largo plazo, es decir, se trabajaría más la memoria episódica. Además, es una forma de procurar preservar algunos recuerdos que pueden tener un cierto valor sentimental y una importancia para el paciente, mientras que con los ejercicios anteriores los recuerdos a evocar no tienen ese valor.

Memoria y música

Un ejercicio muy divertido y ameno consiste en poner diferentes canciones y evocar recuerdos a partir de las mismas. Se puede hacer de dos formas:

• Por un lado, puede que la canción sea para el paciente especial, que sea la canción de su boda, o una que le recuerde a un viaje... Entonces podría aprovecharse la ventaja de que la música facilita la evocación de recuerdos para que el paciente los relate y, de ese modo, trabaje su memoria episódica.
• La otra forma de trabajarlos es a través de la identificación del autor. Se pueden narrar hechos de su biografía como de donde era, cómo murió, si se fue a un concierto del músico, si estaba casado... Lógicamente, este ejercicio sería conveniente hacerlo con algún artista especial para el paciente y del que pudiera conocer dichos datos.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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