Mi hijo no me quiere ver: ¿qué hago?

Mi hijo no me quiere ver: ¿qué hago?

Existe una situación muy compleja en un proceso de divorcio. Cuando los hijos muestran su posición hacia uno de los padres, entonces, reflejan su desinterés hacia el otro progenitor que sufre por esta circunstancia. Cuando se produce este hecho sin que exista una causa lógica que haya podido potenciar este sentimiento de sentir mayor seguridad y bienestar con el padre o la madre, entonces, los niños pueden estar siendo víctimas del síndrome de alienación parental. En este artículo de Psicología-Online, respondemos a esta pregunta: "Mi hijo no me quiere ver: ¿qué hago?". Te informamos de las distintas acciones que puedes emprender para solucionar la situación.

Qué es el síndrome de alienación parental

Este síndrome refleja una forma de maltrato infantil, puesto que el niño está siendo mediatizado por la influencia negativa que uno de los progenitores ejerce al hacer comentarios negativos sobre la otra parte. Cuando el niño sufre este síndrome siente que tiene que elegir entre el padre o la madre. Siente que al querer a uno, traiciona al otro.

Este tipo de síndrome nace de la actitud constante en uno de los padres de repetir mensajes negativos hacia la otra parte, mensajes que infravaloran el rol que el otro progenitor debe tener en la vida del niño. Mensajes que generan una influencia subjetiva.

En un proceso de divorcio, existen aspectos que no debe conocer el niño, ya que son detalles asociados a la propia ruptura de pareja. Cuando dos personas se divorcian, deben tener presente que el vínculo como padres sigue vivo. El síndrome de alienación parental se produce cuando una pareja pierde de vista esta perspectiva, es decir, cuando el rencor por la ruptura afecta también a los niños.

Otras causas por las que tu hijo no te quiere ver

  1. Existen otras situaciones en las que el niño o adolescente puede tender a sobreproteger a uno de sus padres, mostrando un mayor distanciamiento hacia el otro. Por ejemplo, si le preocupa la tristeza que siente su madre cuando él se va con su padre, entonces, es muy posible que el niño no quiera marcharse, precisamente, porque le asusta que ella no salga con amigas y no se divierta durante su ausencia.
  2. En otras ocasiones, también puede ocurrir que el hijo se sienta más identificado con el lugar en el que está la casa en la que ha vivido siempre, el entorno de amigos del barrio de toda la vida, el núcleo de familiares próximo y la seguridad de ese contexto. Y si al irse con el otro progenitor necesita adaptarse a un nuevo entorno, entonces, puede mostrar una actitud negativa ante este cambio. En ese caso, es recomendable tener paciencia para respetar los propios ritmos del niño o adolescente.
  3. Etapa de rebeldía en la adolescencia. El adolescente puede dejar de hablar a uno de sus padres como un desafío a su autoridad. Tiene el deseo de imponer sus propias normas frente a los límites externos. En el siguiente artículo, mostramos cómo tratar a un adolescente rebelde.

Qué hacer si mi no me quiere ver

Si tu hijo te rechaza y no te quiere ver bajo ninguna circunstancia, puedes poner en práctica los siguientes consejos:

  1. En primer lugar, es muy importante identificar la causa específica de la situación ya que, dependiendo del porqué, la solución puede ser una u otra. En cualquier circunstancia, es importante buscar la colaboración de la otra parte, es decir, del otro progenitor para actuar como un equipo determinando unos principios claros de la educación familiar. En ocasiones, puede ser necesaria la ayuda a un mediador familiar que, gracias a su conocimiento y experiencia, ayuda a los padres a mejorar la comunicación entre ellos y esto influye de un modo positivo en el propio sistema familiar.
  2. En otras ocasiones, también puede ser positivo buscar un mediador en la propia familia. Sin embargo, en ese caso, debe ser una persona que cuenta con la confianza incondicional del padre y la madre. Este mediador se convierte en un punto de apoyo muy importante para avanzar en el diálogo.
  3. Consultar el caso con un psicólogo infanto-juvenil, ya que como experto en la materia puede analizar la situación de forma personalizada, dándote también las pautas adecuadas para actuar en este contexto.
  4. Además, desde el punto de vista de la custodia, si tienes cualquier inconveniente para ver a tu hijo en el calendario de visitas previamente programado, consulta información con un abogado experto en la materia para que te informe sobre cuáles son tus derechos y obligaciones en esta circunstancia y qué vías legales puedes emprender para solucionar el conflicto.
  5. Si tu hijo es una persona adulta e independiente, que ha tomado la decisión de distanciarse de ti, intenta hablar con él, muestra tu interés por solucionar lo ocurrido, recuérdale que tú estarás allí de un modo incondicional para apoyarle. Confía en que todo irá bien y nunca cierres la puerta a la reconciliación.
  6. Cualquiera de estas situaciones produce mucho sufrimiento, por esta razón, en esta circunstancia también debes cuidar de ti. Por ejemplo, busca un apoyo emocional, alguien con quien puedas hablar sin ningún tipo de filtro sobre cómo te hace sentir este hecho.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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