Psicología clínica

Nictofobia: qué es, síntomas, causas y tratamiento

Unai Aso Poza
Por Unai Aso Poza. 28 noviembre 2019
Nictofobia: qué es, síntomas, causas y tratamiento

«La noche es oscura y alberga horrores» es una de las frases más conocidas de Melisandre, una de las protagonistas de la popular serie Juego de Tronos. Y es que si bien tener miedo a la oscuridad puede ser parte del desarrollo normal en niños pequeños, ese no es el caso en niños mayores y adultos. La nictofobia es un miedo irracional a la oscuridad que ocurre de forma inapropiada en ciertas edades y que puede llevar a la persona a limitar sus actividades, evitar determinadas circunstancias y experimentar ansiedad en previsión de que no haya luz.

En este artículo de Psicología-Online explicaremos qué es la nictofobia, cuáles son sus síntomas y sus causas, así como del tratamiento más indicado para este trastorno.

Índice

  1. Qué significa nictofobia
  2. Nictofobia en adultos: causas y características
  3. Síntomas de la nictofobia
  4. Cómo superar la nictofobia
  5. ¿Existe diferencia entre nictofobia y escotofobia?

Qué significa nictofobia

La nictofobia es el miedo intenso e irracional a la oscuridad. Este trastorno está catalogado como fobia dentro de los desórdenes o trastornos de ansiedad. En ocasiones, el miedo puede no estar relacionado con la oscuridad en sí, sino con supuestos peligros ocultos que se dan en el contexto de la noche (por eso en las películas de terror a menudo se usa la oscuridad como método para asustar al espectador). La falta de seguridad y confianza también pueden influir, sobre todo cuando se está a solas.

Aunque no es necesariamente malo sentir cierto nerviosismo cuando estamos a oscuras, una de las señales que puede alertarnos de que estamos ante una nictofobia es la sensación de ansiedad y angustia. El miedo a la oscuridad puede convertirse en un trastorno cuando esta asusta tanto que interfiere con la capacidad de la persona de desenvolverse en su día a día, en el trabajo o en su entorno social. El hecho diferencial entre un simple miedo y una fobia es que esta última provoca un malestar clínicamente significativo. En los siguientes artículos encontrarás diferentes tipos de miedos y tipos de fobias.

Nictofobia en adultos: causas y características

Al contrario de lo que pueda parecer, el miedo a la oscuridad o la nictofobia no afecta solamente a los niños. Aproximadamente 1 de cada 10 adultos presenta nictofobia o alguno de los síntomas característicos de este trastorno. Un adulto es capaz de analizar racionalmente las causas y las motivaciones de sus miedos, pero en las fobias Esto es irrelevante, ya que las sensaciones negativas se desencadenan a pesar de todo.

Por su parte, las causas de la nictofobia pueden ser múltiples. El origen puede estar en una experiencia traumática sufrida por la persona y que tenga relación con la oscuridad o la noche; puede haberse desencadenado por un mal recuerdo o una visión distorsionada de lo que es realmente estar a oscuras; o puede originarse debido a un aprendizaje por observación (lo que en psicología se conoce como condicionamiento vicario), lo que ocurre cuando la persona adquiere el miedo a la oscuridad tras ver que otra persona reacciona con esta misma emoción en una situación de ese tipo.

Síntomas de la nictofobia

Los síntomas más habituales de la nictofobia son los siguientes:

  • Ponerse nervioso en cualquier ambiente oscuro.
  • Necesidad de dormir con una luz encendida.
  • Ser reacio a salir de noche.
  • Experimentar síntomas fisiológicos de ansiedad que incluyen: un aumento de la frecuencia cardíaca, sudoración, temblores, sensación de malestar, náuseas, dolores de cabeza o diarrea.

Además de estos últimos, la nictofobia en adultos puede provocar otros síntomas de consideración más grave como los siguientes:

  • Intentar escapar de habitaciones o entornos oscuros.
  • Permanecer compulsivamente en el interior de un edificio (el hogar, el trabajo, etc.) para no salir de noche.
  • Sentir rabia o enfado cuando alguien trata de alentar a la persona a pasar tiempo en la oscuridad.

Cómo superar la nictofobia

Para superar la nictofobia pueden aplicarse en la intervención estrategias psicológicas y también pueden utilizarse fármacos:

Tratamiento psicológico de la nictofobia

La buena noticia es que la nictofobia, como la gran mayoría de fobias específicas, tiene tratamiento y se puede superar. El plan de tratamiento incluye la terapia cognitivo-conductual, cuyo objetivo es desafiar las creencias y los temores sobre la oscuridad, de modo que los pensamientos negativos se reemplacen por otros más realistas y funcionales. Uno de los métodos terapéuticos más utilizados en esta y en otras fobias y de la que ya hemos hablado en otro artículo de Psicología-Online, es la técnica de exposición, un procedimiento que enfrenta a la persona con la situación o el objeto temido (en este caso la oscuridad) para ayudarle a superar los miedos y la ansiedad; para ello es importante que se lleve a cabo en un contexto seguro, en un estado de relajación y con la ayuda del terapeuta, con el objetivo de que el paciente no pueda escapar de la situación de oscuridad y aprenda que la amenaza no es real.

Otra variante de esta técnica es la exposición gradual: se emplaza a la persona a exponerse a un ambiente oscuro en "pequeñas dosis" y de forma progresiva, bajo condiciones de relajación y en un contexto seguro y controlado. A través de esta desensibilización la persona va perdiendo el miedo poco a poco y, con la práctica reiterada, los síntomas de ansiedad van remitiendo.

Tratamiento farmacológico de la nictofobia

Otra de las posibles formas de tratar la nictofobia, y complementaria a la anterior, es el uso de psicofármacos. Recomendado especialmente en los casos más graves o en los que el trastorno provoque una disfunción en uno o varios ámbitos de la vida de la persona. Los medicamentos más utilizados suelen ser los ansiolíticos, fármacos que se emplean para reducir los síntomas de ansiedad y nerviosismos característicos de esta y otras fobias; y medicamentos antidepresivos, como los inhibidores de la recaptación de serotonina, que sirven para regular los niveles de neurotransmisores del cerebro a medio y largo plazo. En el siguiente artículo encontrarás qué es la serotonina y para qué sirve.

¿Existe diferencia entre nictofobia y escotofobia?

La nictofobia o el miedo a la oscuridad también suele recibir el nombre de acluofobia, ligofobia y escotofobia. Sin embargo, en algunos ámbitos se ha tratado de diferenciar entre nictofobia, el sustantivo que designa el miedo irracional o la fobia a la noche; y escotofobia, como el término que se refiere a la fobia a la oscuridad. Lógicamente, la noche está asociada a la oscuridad, aunque en el miedo a ésta no es tanto la noche lo que provoca el temor, sino más bien los riesgos y los peligros que la persona imagina o asume que pueden llegar a suscitarse.

Con todo, los tres términos pueden emplearse como sinónimos porque aluden a una misma realidad, que no es otra que un temor intenso, y a menudo incapacitante, a todo lo que tenga que ver con la oscuridad, sea esta un producto de la noche, las sombras o lo tenebroso.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
  • Levos, J., & Zacchilli, T. L. (2015). Nyctophobia: From Imagined to Realistic Fears of the Dark. Psi Chi Journal of Psychological Research, 20(2).

  • Li, Y., Ma, W., Kang, Q., Qiao, L., Tang, D., Qiu, J., ... & Li, H. (2015). Night or darkness, which intensifies the feeling of fear?. International journal of psychophysiology, 97(1), 46-57.

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1 comentario
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R.
Yo hice terapia cognitivo conductual, no la recomiendo para tratar estos síntomas. Quienes padecemos de estos miedos, sabemos perfectamente que no hay nada que temer, exponerse a la situación aunque sea gradualmente, en mi caso por lo menos llevó a tener la sensación de una taquicardia y sensación de muerte. Intenté todo lo que pude porque confiaba en él profesional que me hacia la sugerencia de estás exposiciones graduales. Y lo que veía era cada vez más sufrimiento. No se cómo explición que la exposición del sufrimiento sea dirección a la cura. Cuando me di cuenta que no tenía sentido sufrir de tal modo, deje el tratamiento. Podrían pensar que esto se relaciona con la "resistencia al tratamiento". Desde mi punto de vista pueden pensar lo que quieran para justificar toda una línea de trajo, pero quienes padecemos necesitamos que la dirección de la cura vaya en el sentido del alivio y no del sufrimiento!
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