No confío en mi hijo: ¿qué hago?

No confío en mi hijo: ¿qué hago?

Una de las mayores preocupaciones de los padres es que los hijos puedan sufrir en algún momento de sus vidas y pasarlo realmente mal. Evidentemente, todos los padres desean lo mejor para sus hijos y está claro que también les encantaría que jamás tuvieran problemas y que su vida estuviera llena únicamente de cosas buenas y de felicidad. Sin embargo, también es cierto que es imposible resolverles la vida y que finalmente ellos tienen que aprender a hacer frente a sus problemas y a tomar sus propias decisiones.

En este artículo de Psicología-Online: no confío en mi hijo, ¿qué hago? Vamos a brindarte una serie de consejos que si los comienzas a poner en práctica en tu día a día, sin duda van a mejorar la percepción que tienes hacia tu hijo y, finalmente, vas a poder confiar más en el con el tiempo.

A veces siento que no confío en mi hijo

Si te preguntas "no confío en mi hijo, ¿qué hago?", si sientes que las decisiones que él toma no son las mejores o, simplemente, crees que tu hijo puede ser incapaz de valerse por él mismo, debes pensar qué hay tras ese rechazo a confiar.

  • Sobreprotección. Si has sobreprotegido a tu hijo toda su vida y siempre le has resuelto sus problemas para evitarle pasar malos ratos o simplemente porque creías que el solo no podía resolverlos, es normal que con el tiempo tu hijo se haya acostumbrado a ello y no sepa como hacerse cargo de el mismo y responsabilizarse de tus propios actos.
  • Críticas destructivas. El hecho de juzgar constantemente a tu hijo, así como sus actos y pensamientos, provoca que se sienta poco valorado y aceptado. Por lo tanto, es más probable que actúe de una manera que incluso el mismo no lo desearía. Es posible qué el niño pueda llegar a pensar que no le quieres o incluso que lo odias y que muchas de sus conductas inseguras tienen sus raíces en dichos pensamientos.
  • Necesidad de control. Otra de las razones por las cuales no puedes confiar en tu hijo y en las decisiones que toma, es que tengas una fuerte necesidad inconsciente de seguir controlando su vida. Esta necesidad de control se ve enmascarada por un fuerte deseo de ayudarlo a solucionar todo para que “no sufra”, sin embargo, también es algo que te esté aportado a ti mismo(a) cierta seguridad que crees estar careciendo.

Cómo evitar el rechazo a confiar en tu hijo

Si te gustaría cambiar realmente esta situación, dejar de pensar "no confío en mi hijo, ¿qué hago" y comenzar a confiar en tu hijo, tienes que hacer un esfuerzo para lograrlo ya que has estado seguramente muchos años sin hacerlo, por lo que te costará un poco más. Esto no quiere decir que sea imposible, únicamente requiere de fuerza de voluntad y de poner en práctica esta serie de consejos que te vamos a brindar a continuación:

  • Paciencia: Esta es la clave fundamental para que comiences no solo a confiar en tu hijo, sino también a tener una mejor relación con él. Por lo que es necesario que cada vez que sientas que vas a explotar o que quieres contestarle o actuar de manera impulsiva, recuerdes lo importante que es la paciencia. Todas las personas viven a un ritmo distinto, tu hijo no puede pensar ni actuar tal y como lo haces tu, así que tienes que aprender a adaptarte a su propio proceso y ser paciente.
  • Suelta el control. Deja de pretender tenerlo todo bajo control y querer que todo salga perfecto para evitarle malestar y sufrimiento a tu hijo. Tu hijo tiene el derecho, al igual que tu, a cometer sus propios errores y tener sus propias experiencias de vida, las cuales sin duda le van a ayudar a crecer y a madurar como persona. Así que relájate y deja que viva lo que tenga que vivir, no quieras todo el tiempo estar atrás de él porque es sumamente desgastante y prácticamente imposible.
  • Dale tiempo. Tomando en cuenta que cada persona va a su propio ritmo y vive su propio proceso, es necesario que comprendas que él está experimentando el suyo y necesita que se lo respeten.

Consejos para mejorar la confianza en los niños

  • Tu hijo no es perfecto. No quieras pretender que tu hijo lo haga todo a la perfección y que nunca o casi nunca se equivoque. Ten en cuenta que nadie es perfecto y que tu hijo se va a equivocar las veces que tenga que hacerlo porque es parte de su aprendizaje de vida. Tu tampoco eres perfecto(a) ni tienes porque serlo así que evita tener eso como objetivo.
  • Escucha activa. Una excelente manera de acercarte a tu hijo y aprender a confiar en él, es aprendiendo a escucharlo realmente. La escucha activa es indispensable para tener una buena relación con las demás personas. Cada vez que tu hijo te quiera comunicar algo, olvídate de imponer tus propios razonamientos y prejuicios acerca de la situación y mejor enfócate en lo que te está diciendo. Es como si en ese momento, lo que te esté diciendo tu hijo fuera lo más importante que pudieras estar escuchando.
  • Terapia psicológica. Si a pesar de los intentos que has hecho por confiar en tu hijo, sigues sin lograrlo y sientes que las cosas han ido a peor, es necesario que asistas con un profesional para que te ayude a determinar qué es lo que te ocurre realmente y, por supuesto, a que puedas darle una solución a este problema de acuerdo a tu situación en particular.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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