
Sentirse deseada es mucho más que una cuestión física. Tiene que ver con el reconocimiento, la conexión y la validación afectiva dentro de la pareja. Cuando esa sensación desaparece, empiezan a surgir dudas que duelen: ¿ya no le atraigo?, ¿estoy haciendo algo mal?, ¿me compara con alguien?, ¿o simplemente se ha apagado el deseo? Esta experiencia puede afectar a tu autoestima y generar distancia emocional, sobre todo si no se habla abiertamente. Entender por qué sucede y qué se puede hacer al respecto es el primer paso para recuperar la conexión, contigo misma y con tu pareja.
En este artículo de Psicología-Online, hablaremos de por qué puedes no sentirte deseada por tu pareja, explicando 10 motivos frecuentes y sus posibles soluciones. Además, te ofreceremos algunos consejos sobre qué hacer si estás atravesando esta situación.
Existe falta de iniciativa sexual
Cuando tu pareja ya no toma la iniciativa para el sexo o las muestras de deseo, puedes empezar a sentir que ya no le atraes. Esto no siempre significa falta de interés, a veces está relacionado con el estrés, el cansancio o la rutina.
Solución: hablad desde la calma, sin reproches. Expresa cómo te sientes y pregunta si hay algo que le esté afectando. Recuperar la intimidad emocional puede ayudar a reactivar el deseo.

Dice comentarios que dañan tu autoestima
A veces tu pareja no es consciente de que ciertos comentarios sobre tu cuerpo o tu aspecto te hacen sentir menos deseada, incluso bromas inocentes pueden doler si ya te sientes insegura.
Solución: pon límites. Dile cómo te afecta lo que dice y qué necesitas en lugar de eso. Una pareja sana debe cuidar la forma en que se comunica contigo, sobre todo, en lo emocional y corporal.
Te compara con otras personas
Si tu pareja hace referencias a otras personas como más atractivas, sexis o deseables, es normal que te sientas desplazada o insuficiente.
Solución: hazle saber cómo esas comparaciones te afectan y establece un diálogo sobre el respeto y el deseo dentro de la relación. La atracción no se construye desde la comparación, sino desde la conexión.
Cambios físicos o emocionales
Cambios en tu cuerpo, estado de ánimo o estilo de vida pueden hacerte sentir menos segura, incluso aunque tu pareja no haya dicho nada. Esa percepción puede generar distancia emocional.
Solución: trabaja tu autoestima desde dentro. Cuídate no para gustar más, sino para reconectar contigo. Si tu pareja te quiere, querrá acompañarte en esa reconexión, no alejarse de ella.

Falta de comunicación sexual
Muchas parejas evitan hablar abiertamente de sexo, lo que puede generar desconexión y malentendidos. Si no sabes qué le gusta o qué le pasa, puedes asumir que ya no le atraes.
Solución: propón hablar del deseo de forma natural, sin presiones. Puedes empezar por preguntar qué le gusta o qué le gustaría explorar. La comunicación es la base de una vida sexual satisfactoria.
Monotonía o rutina
Cuando el sexo se vuelve predecible o escaso, el deseo puede diluirse y surgir la sensación de que ya no hay interés.
Solución: introducid novedades sin presión. Juegos, escenarios nuevos o incluso hablar de fantasías puede despertar el deseo mutuo. Lo importante es recuperar la curiosidad por el otro, no forzar nada.

Tenéis conflictos sin resolver
Tener conflictos sin resolver en la pareja puede reducir el deseo porque genera tensión emocional, resentimiento y una sensación de desconexión. A nivel psicológico, el deseo sexual se alimenta del vínculo emocional y la seguridad afectiva; cuando hay malestar o heridas abiertas, el cerebro prioriza la defensa y el distanciamiento, no la intimidad.
Solución: prioriza la reparación emocional. Sanar el vínculo en lo cotidiano, disculparse y volver a escucharse puede allanar el camino para recuperar también la atracción.
Distracciones y estrés
Estrés laboral, redes sociales, videojuegos o incluso una vida social muy intensa pueden absorber toda la atención de tu pareja y dejarte sintiéndote invisible.
Solución: reclama tu espacio emocional. Pide tiempo de calidad y plantead actividades juntos que alimenten el vínculo más allá de las obligaciones o distracciones externas.
Desconexión emocional
Si ya no habláis de cosas profundas, no compartís tiempo de calidad o sentís que estáis como compañeros de piso, es normal que el deseo se apague.
Solución: reconstruid la intimidad desde lo cotidiano. Pequeños gestos, conversación sin pantallas, recordar lo que os unía. El deseo suele volver cuando hay vínculo emocional.
Infidelidad o atracción externa
Si sientes que tu pareja está emocional o físicamente conectada con otra persona, es natural que te sientas poco deseada.
Solución: hablad con sinceridad. Si hay una traición, será necesario decidir si hay voluntad de reparar o no, pero si solo hay sospechas, lo importante es no dejarte consumir por el miedo sin evidencia.
Qué hacer si no me siento deseada por mi pareja
Sentirse no deseada puede doler más de lo que se dice. No se trata solo de sexo, sino de sentirte vista, valorada y elegida cada día.
- Si llevas tiempo sintiéndote así, lo primero es dejar de callarlo. Guardar ese malestar solo alimenta la inseguridad y la distancia. Habla con tu pareja desde lo emocional, no desde el reproche. Cuéntale cómo te sientes, qué necesitas y qué ha cambiado en ti.
- Al mismo tiempo, vuelve a ti. No pongas todo tu valor en la mirada del otro. Recupera espacios donde te sientas viva, deseante y conectada contigo misma. El deseo empieza muchas veces por dentro: cuando te cuidas, te gustas y te permites sentirte merecedora de amor y placer.
- Si después de hablarlo no hay cambios, o si sientes que tu pareja no tiene interés en escucharte, quizás debas preguntarte si estás en un lugar que te cuida o que te apaga. Estar en pareja no debería hacerte sentir invisible. Y si lo hace, es momento de priorizarte.
- Buscar apoyo psicológico también puede ayudarte a procesar esta experiencia y a tomar decisiones desde la calma y el amor propio. Tu deseo importa. Y tú también.
En el siguiente artículo puedes informarte más acerca de cómo saber si no le atraes sexualmente a tu pareja.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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