No tengo ganas de vivir ¿qué puedo hacer?

No tengo ganas de vivir ¿qué puedo hacer?

¿Te sientes sin ganas de nada? No es tan raro como parece. No tener ganas de vivir es un síntoma de depresión, trastorno que afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo. Por ello, en este artículo de Psicología-Online: No tengo ganas de vivir ¿qué puedo hacer? Explicamos los 10 pasos a realizar para cambiar el estado de ánimo. ¡Pruébalos!

¿Por qué ya no tengo ganas de vivir?

Si te encuentras en una situación en la que el malestar es muy profundo puede ser que hayas llegado a tener pensamientos como "no tengo ganas de nada", o incluso, "no tengo ganas de vivir". Esta frase denota un estado emocional y psicológico que incluye:

  • Apatía: te sientes sin interés ni motivación para hacer planes o realizar acciones.
  • Abulia: te sientes sin energía ni voluntad para llevar a cabo tareas o actividades.
  • Cansancio: te sientes agotado.
  • Desesperanza: has perdido la esperanza en el futuro.

¿Por qué ya no tengo ganas de vivir? No tener ganas de vivir puede suceder por varias razones:

  • Situación estresante. Puede ser que hayas sufrido un evento muy estresante en tu vida, algún cambio o pérdida significativa y ello te haya llevado a presentar un trastorno adaptativo o trastorno depresivo.
  • Situación traumática. Una de las causas puede ser haber sufrido una situación traumática como por ejemplo, algún tipo de abuso, maltrato o violencia.
  • Personalidad. Puede ser que las vivencias de tu infancia hayan propiciado que desarrolles unos rasgos de personalidad tendientes al estado de ánimo deprimido. Dichos rasgos de personalidad son la dependencia, la autocrítica y el pesimismo, entre otros.
  • Bioquímica. Puede ser que debido a alguna alteración orgánica, ya sea en la biología o la química del cerebro, esté afectada la regulación del estado de ánimo.
  • Hormonas. Puede ser que debido a cambios hormonales se esté viendo afectada la regulación de tu estado de ánimo. Las hormonas pueden cambiar por el embarazo o la menopausia, y también por disfunciones en glándulas, como la tiroides, entre otras causas.
  • Enfermedad. Otra de las causas puede ser padecer una enfermedad, en especial ciertas enfermedades graves o crónicas.
  • Sustancias. También puede ser debido al consumo de sustancias, ya sean fármacos o drogas.

¿Tengo depresión? Test

Lo cierto es que, si tienes el pensamiento "no tengo ganas de vivir", probablemente presentes un estado de ánimo deprimido. ¿Entonces, tengo depresión? No tiene por qué, existen muchos grados en lo que al estado de ánimo se refiere. Puedes presentar desde un estado de ánimo deprimido debido a una situación complicada en tu vida, puedes presentar síntomas depresivos o puedes presentar un trastorno depresivo. En el último caso será necesario cumplir una serie de criterios. Dentro de los trastornos depresivos existen diferentes tipos de trastornos con diferentes características que deben ser evaluados y diagnosticados por profesionales de la salud mental acreditados para ello.

¿Qué es la depresión?

La depresión es una alteración del estado de ánimo que afecta tanto a los pensamientos como a las emociones y a la conducta. La depresión está caracterizada por la tristeza y desinterés. Sin embargo, puede presentarse de muchas formas y con diferentes síntomas.

Síntomas de depresión

Los principales síntomas de la depresión son los siguientes:

  • Tristeza
  • Llanto
  • Desesperanza
  • Vacío
  • Irritabilidad
  • Cansancio
  • Apatía
  • Abulia
  • Anhedonia
  • Problemas sexuales
  • Problemas de sueño
  • Alteración del apetito
  • Culpabilidad
  • Problemas de memoria
  • Problemas de concentración
  • Enlentecimiento psicomotor
  • Pensamientos sobre la muerte

Test de depresión

Existen muchos instrumentos válidos y fiables para detectar la depresión. El más utilizado es el famoso Inventario de Depresión de Beck. Puedes realizar esta adaptación del test de depresión de Beck en formato online.

Si crees que puedes presentar depresión o algún trastorno depresivo, será necesario que acudas a un profesional para que realice una evaluación y diagnóstico de tu caso. Si tienes depresión, en el siguiente apartado explicamos cómo salir de una depresión profunda.

No tengo ganas de vivir ¿qué puedo hacer?

Si estás en una depresión profunda, es normal que tengas pensamientos pesimistas debido al cansancio y la desesperanza. ¿Cómo salir de una depresión profunda? Si tienes el pensamiento "no tengo ganas de vivir", debes saber que el ser humano está diseñado para cumplir dos funciones básicas:

  • La supervivencia.
  • La continuación de la especie.

Eso significa que nuestro organismo está preparado para asegurar la supervivencia propia y de la especie. Nuestro cerebro es como una máquina que tiene por objetivo que nos adaptemos al entorno y sobrevivamos. Por tanto, está en nuestra naturaleza querer vivir. Sabiendo esto, ¿qué puedes hacer si no tienes ganas de vivir? ¿Cómo tener ganas de vivir? Aplicando los siguientes consejos:

1. Haz algo que te haga sentir bien

Lo primero que debemos hacer ante un estado de ánimo bajo es potenciar las emociones positivas y el bienestar. La forma más fácil e inmediata es hacerlo a través de los sentidos. Algunas ideas para ello son:

  • Date una ducha. Con agua fría, templada o caliente, lo que sea más agradable para ti.
  • Come algo que te guste. Un sabor agradable influirá en el estado de ánimo. Con moderación y siguiendo una alimentación saludable, por supuesto.
  • Ponte ropa que te resulte cómoda y agradable al tacto.
  • Date un masaje.
  • Olores agradables. La aromaterapia defiende la influencia de los olores en el estado emocional. Utiliza alguna fragancia que te resulte agradable.
  • Sonríe y ríe. Sí, busca un vídeo gracioso o un monólogo. También puedes sonreír o reír a propósito. Tu expresión facial influye en el procesamiento emocional.

2. Haz algo que te guste

A continuación, es importante aplicar una técnica llamada activación conductual, la cual defiende que por medio de la conducta podemos influir en las emociones y los pensamientos. Por tanto, la primera cosa que puedes hacer es elegir una actividad que te guste (ir a pasear, poner una canción y bailarla, cocinar,...). Debe ser una actividad sencilla, que te guste y que no requiera mucho esfuerzo. Una vez hayas elegido la actividad, hazla. Sin pensar. No le des más vueltas. Hazlo ya. Puede que al principio te de pereza, pero cuando lo hayas hecho te sentirás mejor.

3. Planifica actividades

Cuando hayas empezado a activar tu cuerpo, puedes coger un calendario, elegir algunas actividades que te apetezcan y marcarlas en los días que te vaya bien hacerlas. Tiene el mismo objetivo que el punto anterior, activar tu cuerpo para que el organismo produzca hormonas, cuyos efectos serán aumentar el bienestar y mejorar el estado de ánimo. Estos efectos influirán también en los pensamientos. Estas actividades deben ser sencillas, que no requieran mucho esfuerzo y, sobre todo, que te gusten. Posteriormente, puedes ir aumentando el nivel de dificultad y frecuencia de las actividades.

4. Relaciónate

Procura interaccionar con los demás de forma positiva. Somos seres sociales, vivimos en sociedad y necesitamos comunicarnos, expresarnos y compartir. Aunque cada uno en una medida diferente. Según tus preferencias y necesidades, puedes tener mayor o menos contacto social, pero sí que debes cuidar esta área de tu vida. Procura rodearte de personas positivas, que aporten algo a tu vida y que su compañía contribuya a tu bienestar. Si tienes familiares o amigos que reúnan estas características, queda con ellos. Establece momentos para encontraros.

5. Enfócate en el aquí y el ahora

Céntrate en el presente, en lo que tienes ahora y en lo que puedes hacer con ello. Darle vueltas al pasado o preocuparte excesivamente por el futuro es contraproducente. ¿Cómo puedes enfocarte en el presente? Practicando mindfulness. ¿Cómo hacerlo?

  • Pon los 5 sentidos en lo que estás haciendo ahora mismo.
  • Una cosa cada vez.
  • Cuando vengan pensamientos sobre el futuro o el pasado, déjalos ir y vuelve a lo que estás haciendo aquí y ahora.

6. Cuestiona tus creencias

Tras los primeros puntos, habrás conseguido disminuir el malestar y podrás pensar con mayor claridad. Recuerda que las emociones influyen en el pensamiento y la conducta y, cuando estamos muy tristes o cansados los pensamientos están condicionados por ese estado. Una vez hayas salido de este bucle, podrás tener pensamientos más objetivos. Entonces, es el momento de reestructurar tus pensamientos. Detecta tus distorsiones cognitivas. ¿Tienes pensamientos del tipo "no hago nada bien", "soy tonto", "todo me sale mal", "los demás son mejores que yo"? Pues es el momento de cuestionarte estos pensamientos: ¿realmente, eso que piensas es verdad? Seguramente no. Pero pensarlo tiene repercusiones en tu sistema de creencias y por ende en tu comportamiento y en tu estado anímico.

Este punto presenta cierta complejidad. Por ello, si no puedes hacerlo solo, es totalmente normal y es recomendable que acudas a un profesional.

7. Encuentra el sentido de tu vida

Reflexiona sobre qué cosas son importantes para ti, qué cosas te apasiona hacer, qué es lo que haces bien, etcétera. ¿Qué sentido tiene tu existencia? ¿Qué quieres aportar al mundo, a la sociedad, a tu familia, a tu trabajo, a tu equipo de excursionismo, por ejemplo? Esta respuesta es muy personal. Para encontrarla, puedes utilizar el método ikigai.

8. Proponte metas

¿Qué cosas te gustaría probar? ¿Quieres aprender algo nuevo? ¿Qué quieres conseguir los próximos meses? Las metas y objetivos deben ser claras, específicas, realistas y alcanzables. Establecer una meta, tener fuerza de voluntad y cumplirla, generará en ti satisfacción y sensación de bienestar. Además de repercutir en tu autoestima, mejorar tus habilidades y capacidades, tu autoconcepto y percepción de autoeficacia.

9. Mantén unos hábitos saludables

Procura mantener un estilo de vida sano implementando unos hábitos y rutinas saludables. Cuando estás triste y desanimado, lo más normal es que no tengas ganas de hacer nada, que no cocines, que no hagas deporte, que no te cuides. Pero piensa que, si te alimentas mal, no haces ejercicio, no te cuidas, etcétera, es probable que el estado de ánimo empeore. Además, también serás más propenso a sufrir alguna otra enfermedad.

10. Cuídate

Durante el proceso, cuídate mucho. ¿Cómo lo puedes hacer?

  • Conócete. Practica el autoconocimiento para poder utilizar tus fortalezas.
  • Respétate a ti mismo. Se honesto contigo mismo y respeta tus decisiones, tus preferencias, etcétera.
  • Sé asertivo. Expresa tu opinión de forma respetuosa, pero exprésala. Sobre todo, aprende a decir que no.
  • Sé amable contigo mismo. Practica la autocompasión, no eres perfecto, nadie lo es. Procura juzgarte menos y tratarte bien, de la misma forma que tratarías a un amigo.
  • Agradece. Practica el agradecimiento dando las gracias por lo que tienes, en lugar de quejarte por lo que no. La vida depende de la perspectiva desde la que se mira.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
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  • Pérez Álvarez, M., & García Montes, J. M. (2001). Tratamientos psicológicos eficaces para la depresión. Psicothema, 13 (3).