Padres tóxicos: cómo son y cómo tratarlos

Padres tóxicos: cómo son y cómo tratarlos

En el siguiente artículo de Psicología-Online os hablaremos sobre las características de los padres tóxicos, de cómo sus conductas perjudican gravemente a sus hijos y de diferentes maneras para afrontar estas situaciones de maltrato. Si te interesa el tema, sigue leyendo para conocer cómo son los padres tóxicos y saber cómo tratarlos.

Padres tóxicos e hijos codependientes

Los padres tóxicos son personas que han sufrido grandes carencias emocionales en su infancia por lo que no han podido desarrollarse de una manera saludable. Son precisamente estas carencias afectivas las que les han llevado, para sobrevivir, a desarrollar ciertas conductas negativas que dirigen hacia sus hijos, las personas más vulnerables.

Se trata de personas con altos grados de inestabilidad emocional y pasividad/agresividad que, con sus conductas negativas, anulan a sus hijos y los convierten en personas codependientes. Los hijos e hijas interiorizan que no son válidos y se desconectan de sí mismos (disociación). Al no poder atender a sus propias necesidades, atienden las de los demás pero se vuelven adictos a ellas ya que les supone el único medio de satisfacción personal.

Características de los padres tóxicos

Existen varios tipos de padres y madres tóxicos: abusador físico, verbal, emocional, sexual, adicto a sustancias, inmaduro, rígido, con trastornos de personalidad, sobreprotector, etc. Muchos de ellos pueden conjugar varios de estos patrones conductuales ya que unos, en muchas ocasiones, refuerzan los otros. Por ejemplo, posiblemente un padre o una madre adictos a sustancias acabe agrediendo de diferentes maneras; padres con trastornos de personalidad, rígidos e inmaduros también pueden incluir en sus comportamientos abusos de todo tipo.

Las características que comparten todos estos patrones de conducta surgen de sus propias carencias afectivas que les llevan a actuar de estas maneras, intentando llenar el vacío interno que sienten. De este modo, suelen ser personas:

  • Egocéntricas: se rigen según sus propias necesidades, incapaces de empatizar con las necesidades de sus hijos. En la mayoría de ocasiones, buscan cubrirlas de una manera inconsciente ya que ni tan siquiera pueden reconocerlas.
  • Inestabilidad emocional, que les lleva a alternar estados de ira y embotamiento.
  • Autoritarios, críticos y manipuladores: únicamente se sienten seguros cuando todo funciona como ellos necesitan. En caso contrario, se activan sus respuesta emocionales agresivas.
  • Dependientes de sus hijos: el desequilibrio en sus relaciones sociales adultas y en su propia gestión emocional les hace utilizar inconscientemente a sus hijos a su antojo para cubrir sus necesidades, con lo que se vuelven dependientes de ellos (y los convierten en codependientes: sus cuidadores).
  • Poco afectivos: no han recibido ninguna base emocional afectiva por lo que son incapaces de ofrecerla a sus hijos e hijas. Por lo que es habitual que los hijos sientan que ese padre o madre no les quiere.

Cómo tratar a los padres tóxicos

En nuestro entorno familiar aprendemos nuestro conocimiento sobre nosotros mismos, sobre los demás y sobre el mundo. De manera innata, un niño espera cuidado y protección de sus padres, por lo que lo que aprendemos en nuestro seno familiar lo interiorizamos como la manera en que todo debe funcionar. De este modo, en una familia con padres tóxicos, los niños asumen como cierto que no son válidos y creen que las relaciones de afecto se basan en el control y poder que ellos han recibido.

A los niños víctimas de padres tóxicos les cuesta aceptar la verdad del drama que han vivido. Cuando, sin embargo, toman conciencia de este hecho, es importante que busquen ayuda para fortalecer su autoestima y, con ello, modificar su comportamiento con sus padres. Para detener esta relación tóxica, los hijos deberán:

  1. Poner límites a sus padres
  2. Respetarse a sí mismos: lidiar con los padres tóxicos desde una posición de respeto a ellos mismos
  3. Alejarse de ellos, en los casos en los que su cambio de conducta no suponga ningún efecto en la conducta de sus padres

1. Cómo poner límites a padres tóxicos

Poner límites a los padres tóxicos es imprescindible para detener la relación de maltrato. Si uno no se siente los suficientemente fuerte para hacerlo por sí mismo, es recomendable que solicite ayuda en amigos, familiares o, incluso, profesionales:

  • No permitir ningún abuso físico, verbal o emocional.
  • Exponer y validar las propias necesidades e ideas, diferenciándolas de las de sus padres.
  • Mostrarse afectuoso y sensible ante las necesidades de sus padres respetando nuestros límites (no resulta fácil teniendo en cuenta que el trato recibido genera, en ocasiones, mucha ira contenida).
  • Expresarse desde la calma y el respeto, siendo ejemplo vivo de otro modo de convivencia familiar. Aquí puedes ver Cómo mejorar la relación con mis padres.

2. Cómo lidiar con padres tóxicos

En los casos en los que el cambio actitudinal de los hijos o hijas no tenga efectos en la conducta de los padres tóxicos pero no resulta posible alejarse de ellos (en el caso de menores, por ejemplo), resulta apropiado:

  • Evitar al máximo el contacto directo con ellos.
  • No sucumbir a su autoritarismo pero no activarlo, como estrategia para apaciguarlo.
  • Mantener un cuidado físico, psicológico y emocional personal que nos mantenga fuerte frente a las dificultades.
  • Pedir ayuda y refugio en aquellas personas y profesionales en los que puedan confiar.

3. Cómo alejarse de padres tóxicos

En los casos graves de abusos, es recomendable alejarse cuanto antes de los padres tóxicos para no seguir dañando nuestra autoestima. En los casos de menores, es importante que algún familiar o amigo cercano pueda intervenir y alejar al niño de este entorno a través de los Servicios Sociales y otras instituciones públicas o privadas.

En el caso de haber cumplido la mayoría de edad, el propio joven puede irse de casa. Para salir adelante, igualmente podrá ser asesorado y ayudado por los Servicios Sociales y cualquier institución de ayuda social a menores.

Si eres un niño que vive una situación de maltrato en tu casa, si conoces a alguien que está viviendo esta situación, pedid ayuda. Es importante detener cuanto antes este abuso para frenar las secuelas psicológicas que estas vivencias generan. ¡Puedes salir de ahí. Tranquilo, todo irá bien!

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
  • Canales, J. (2014). Padres tóxicos. Grupo Planeta Spain.
  • Iriondo, J. (2018) "¿Qué has heredado y prendido de tus padres?".