Pediofobia (miedo a las muñecas): significado, síntomas, causas y tratamiento

Pediofobia (miedo a las muñecas): significado, síntomas, causas y tratamiento

Si te digo que pediofobia es el miedo a las muñecas, seguro que inmediatamente piensas en muñecas como Annabelle o Chucky. Quizá pienses en todas aquellas muñecas que tiene tu abuela en casa, de porcelana, con la cara rígida y un ojo medio cerrado que parece que te esté siguiendo con la mirada o en un anticuario que vende muñecas, aquellas que parecen dignas de una película de terror y de las que solo con verlas en el escaparate ya sabes que no te arriesgarías a comprarlas, "no vaya a ser..."

Debes saber es que la pediofobia no se trata del miedo a esta clase de muñecas, sino a todo tipo de muñecas, incluso aquellas con las que jugabas de pequeño y te encantaban. Por lo que si quieres conocer más a cerca de esta fobia, ¡Sigue leyendo! En este artículo de Psicología-Online, te explicamos qué es la pediofobia, cuáles son sus causas y síntomas, y cómo tratarla.

Qué significa la pediofobia

La pediofobia es el miedo exagerado e irracional hacia los muñecas. Esta palabra proviene del griego paidion (niño) y phobos (miedo o fobia). Las personas pediofobicas le tienen pánico a las muñecas, sobre todo aquellas de rasgos reales. Y no sólo a las muñecas, sino a los maniquíes también y a toda figura que pueda parecerse a una muñeca o que tenga rasgos similares.

Síntomas de la pediofobia

Algunos de los síntomas de la pediofobia más característicos que puede manifestar una persona son:

  • Referencias negativas a muñecas.
  • Excesiva evitación y escape de dichos estímulos.
  • Hiperventilación y palpitaciones.
  • Ansiedad intensa ante las estimaciones erróneas de amenaza, es decir, ante los significados atribuidos al estímulo y la respuesta evocada de miedo.
  • Aparición de otros trastornos derivados de esta fobia.

Causas de la pediofobia

Si te preguntas por qué me dan miedo los muñecos, la causa no es únicamente un estresor o una vivencia, o la predisposición biológica del individuo, sino que siempre hay que tener presente la interacción entre genética y ambiente.

El sujeto que sufre de pediofobia seguramente tenga una vulnerabilidad biológica generalizada que, junto con el estrés que vivencie, creará una sensación de falsa alarma, que terminará convirtiéndose en una alarma aprendida, generando una vulnerabilidad psicológica.

Esta vulnerabilidad es influida por los aprendizajes, ya sea de forma directa o vicaria de otras alarmas reales. Este ciclo da lugar a la aparición de trastornos de ansiedad y fobias como la pediofobia.

Tratamiento de la pediofobia

La clave para superar el miedo a las muñecas es la exposición repetida al estímulo temido en concreto y la generación de un nuevo aprendizaje en el que el estímulo temido se vuelva inocuo.

Para empezar el tratamiento de la pediofobia, es importante adquirir habilidades de control de la ansiedad y relajación, así como crear un entorno de seguridad en el marco de una alianza terapéutica apropiada para poder continuar avanzando. A partir de aquí, como con todas las fobias, el mejor tratamiento sería la terapia de exposición o desensibilización sistemática.

Terapia de exposición

Este tipo de terapia funciona por contracondicionamiento, una técnica basada en generar una respuesta de relajación en vez a la originada de forma inicial, como miedo y ansiedad.

Por otra parte, la terapia de exposición, fundamentada en la teoría de Maurer y los modelos de habituación y extinción, impideque la evitación se convierta en una señal de seguridad y puede realizarse de diferentes formas:

  • En vivo (gradual o inversiva): exponiéndose directamente a la situación que genera el miedo irracional con muñecas.
  • Simbólica: mediante estímulos visuales o auditivos asociados o a través de realidad virtual.
  • En grupo: aumentando así el apoyo social y la motivación y adherencia a la terapia.
  • Interoceptiva: provocando las sensaciones corporales propias del momento de aparición del miedo como la hiperventilación.

Otras terapias cognitivo conductuales

Se conocen otras técnicas dentro de la corriente cognitivo conductual de la psicología que funcionan con algunas fobias como la terapia narrativa y el procesamiento y desensibilización por movimientos oculares (EMDR).

Cabe decir que la elección del tratamiento más adecuado dependerá de la persona, ahora bien, las claves del éxito para curar la pediofobia son:

  • Que el terapeuta tenga conocimiento del modelo conceptual que aplica.
  • Que se haya establecido una buena relación terapéutica.
  • Que se transmita una lógica consistente del tratamiento.
  • Que se implanten de manera efectiva las diferentes modalidades de exposición.

Si piensas que podrías padecer pediofobia y notas que esto está interfiriendo en tu día a día y te genera malestar, es importante que acudas a un/a psicólogo/a que pueda hacerte las pruebas pertinentes y realizar el tratamiento que mejor se ajuste a tu caso.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
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  • Muiño, L., (03 de febrero de 2014). ¿Qué es la pediofobia? Muy interesante. Recuperado de: ¿Qué es la pediofobia? (muyinteresante.es)