Por qué me dan ataques de risa sin motivo y qué hacer

Por qué me dan ataques de risa sin motivo y qué hacer

Pasar buenos momentos en compañía de nuestros queridos suele brindarnos un gran placer provocarnos algunas carcajadas. Esto produce una serie de cambios corporales que no se tienen en cuenta en el momento en el que surgen estas sensaciones. ¿Cuántas veces hemos oído un chiste que nos ha ocasionado una alegría tan desmedida que no hemos podido controlar la risa?

Resulta claro que la risa es una respuesta que marca una reacción frente a un acontecimiento que nos sorprende. Sin embargo, existen ciertas situaciones que no son divertidas, pero en las que algunas personas no son capaces de contener esta clase de respuestas y se ven sometidas a momentos vergonzosos al no poder controlar este acto involuntario. En este artículo de Psicología-Online te explicaremos por qué me dan ataques de risa sin motivo y qué hacer.

Por qué me dan ataques de risa de la nada

La risa puede ser causada por aspectos voluntarios e involuntarios que rodean a la persona. En cuanto a aquellos estímulos conscientes que despiertan esta acción, podemos destacar algunos como los chistes o las situaciones humillantes. Dicho de otra manera, la persona sabe el motivo por el que se ríe, sin embargo, esta risa puede ser involuntaria y no poseer una explicación lógica.

En este sentido, es importante recalcar que siempre existen ciertas causas vinculadas a estos ataques de risa. Las vemos a continuación:

  • Lesiones orgánicas: ciertas partes del sistema nervioso central están asociadas al procesamiento de estímulos provenientes del exterior. Cuando existe una sobreactivación de neurotransmisores producto de lesiones por enfermedades y/o accidentes, es posible que actúen como desencadenantes de la risa involuntaria. Entre las más conocidas destacan la epilepsia gelástica, accidentes cerebrovasculares, síndrome de Angelman, entre otros.
  • Aspectos inconscientes: según la teoría psicoanalítica, surgen contenidos psicológicos que se corresponden a cuestiones inconscientes que la persona no sabe que habitan en su interior. A su vez, esto implica que una risa sin causa aparente pueda deberse a haber establecido una conexión con alguna situación de la vida cotidiana de esa persona. Para encontrar los motivos de este tipo de reacciones será necesario acudir a un profesional de la salud mental.
  • Trastornos mentales: otra de las posibles causas de los ataques de risa sin motivo puede ser la presencia de algún trastorno mental. Los trastornos mentales engloban aquellas problemáticas de la salud mental que representan alteraciones en los comportamientos, emociones y pensamientos. Aquí podemos encontrar, por ejemplo, el trastorno del espectro autista o la esquizofrenia, entre otros.

Cómo son los ataques de risa sin motivo

En líneas generales, los ataques de risa sin motivo poseen un comienzo gradual que va aumentando la intensidad a medida que se desarrolla. En otras palabras, un ataque de risa empieza por medio de una sonrisa inmotivada y posteriormente se transforma en pequeños sonidos.

Una vez que se incrementa el ataque de risa, puede repercutir en la actividad que se encuentre desarrollando la persona hasta el punto de ser incapaz de frenar esta situación. Si bien la duración de estos episodios puede variar según las cualidades de la persona y el contexto en el cual se desarrollen, el promedio de tiempo oscila entre algunos segundos hasta varios minutos consecutivos.

Qué hacer cuando te da un ataque de risa sin motivo

A pesar de las dificultades que pueden ocasionar este tipo de problemática, existen algunos métodos para contrarrestar los efectos negativos que se producen en diferentes entornos. A continuación, te mostramos qué hacer cuando te da un ataque de risa sin motivo:

  • Distracción de pensamientos: cuando una persona comienza a reírse sin poder detenerse, una de las opciones más viable consiste en acudir a otros pensamientos que sean fuente de distracción del estímulo que genera esta respuesta. No obstante, puede ser necesario repetirla varias veces hasta que cause el efecto deseado.
  • Focalización en la respiración: el ritmo respiratorio se encuentra asociado a las conexiones neuronales que se desprenden cuando ocurre un ataque de risa sin motivo. Por esta misma razón, descender la intensidad mediante respiraciones profundas puede ser una posibilidad para controlar este momento. En este artículo encontrarás algunos ejercicios de respiración que puedes realizar en estos casos.
  • Identificación de la risa sin motivo: si una persona sabe que posee este tipo de acciones involuntarias será preciso registrarlas para conocerse y abordarlas de otro modo. Cuando una persona puede visualizar los momentos en los que se producen estos episodios es posible que se anticipe e intente evitarlos.
  • Evasión del momento: frente a la inminente aparición de un ataque de risa sin motivo, es importante saber que se trata de una acción que puede ser considerada de forma negativa por el entorno social. En el caso de no poder controlar la situación lo mejor será evadirla. Por esta razón, es preferible retirarse del lugar para evitar un momento desagradable.
  • Iniciar un tratamiento psicológico: en el caso de que los ataque de risa sin motivo causen un perjuicio que la persona no pueda dominar y la lleve a tener problemas en su vida cotidiana, puede ser un momento propicio para comenzar un tratamiento psicológico. El profesional de la salud mental brindará herramientas para sobrellevar esta clase de dificultades de una forma más amena.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

Si deseas leer más artículos parecidos a Por qué me dan ataques de risa sin motivo y qué hacer, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Emociones.

Bibliografía
  • Gálvez Flores, J. (2007). Aspectos neuropsiquiátricos de las enfermedades cerebro-vasculares. Revista Colombiana de Psiquiatría, 36 (1), 63-91.
  • Sineiro García, C., Paz Míguez, M. J. (2007). Labilidad emocional/afectividad negativa y regulación emocional en hijos de madres ansiosas. Revista Psicothema, 19 (4), 627-633.