Por qué mentimos según la psicología

Por qué mentimos según la psicología

La capacidad de alterar el relato de las situaciones constituye una característica propia del ser humano que utiliza con diversos fines puntuales. Más allá de que la mentira esté considerada como algo negativo, según la perspectiva social, lo cierto es que existen algunas razones por las cuales las personas la ponemos en práctica.

Si sientes algún interés por la temática y quieres descubrir el origen de la capacidad de mentir, te recomendamos que sigas leyendo. En este artículo de Psicología-Online, te brindaremos información acerca de por qué mentimos según la psicología, cómo y cuándo empezamos a hacerlo y cuáles son las mentiras más habituales que se suelen decir.

Cómo y cuándo empezamos a mentir

El uso de la mentira no es exclusivo de las personas adultas, sino que comienza durante el período de la niñez. En líneas generales, los niños y las niñas comprender los hechos que suceden a su alrededor interactuando con el entorno.

Frente a situaciones que suscitan cierta dificultad, se suele utilizar el recurso de la mentira para alcanzar un objetivo difícil de conseguir si se hiciera alusión a la verdad. A raíz de esto, ante la duda de cuándo empezamos a mentir, se puede hacer referencia al momento en el que, durante la niñez, empezamos a vincularnos con nuestro entorno más cercano. Para evitar al máximo esta situación, te recomendamos leer este artículo sobre cómo enseñar a un niño a no mentir.

Pasado un tiempo, esta cualidad puede trasladarse al ámbito escolar, dado que allí se comprende que alterar los hechos puede representar un beneficio. Si se mantiene este tipo de pensamiento, la conducta de mentir puede asentarse en la adultez. No obstante, esta descripción es generalizada y no tiene en cuenta las particularidades de cada persona. Por esta razón, es conveniente situar de forma puntual cuál es el fin de la mentira en un ser humano.

Motivos por los que las personas mentimos

¿Por qué miente la gente? Más allá de que la mentira puede denotarse en cada persona de formas diversas, lo cierto es que responde a objetivos puntuales según la situación en la que se produzca. A raíz de esto, a continuación, expondremos cuáles son los principales motivos de mentir:

  • Sentido de pertenencia: la idea de cambiar el discurso o las acciones puede estar orientado a formar parte de un lugar o de un grupo en particular. En algunos casos, las personas buscan un sitio que les brinde una identidad. Por esta razón, la mentira es un recurso que se suele utilizar en estos casos.
  • Búsqueda de un beneficio: las personas que mienten para conseguir un beneficio para sus vidas. A veces, los seres humanos consideran que es necesario apelar a la mentira en lugar de responder con la verdad.
  • Desconfianza hacia las personas: quienes sienten una falta de seguridad e incertidumbre respecto a lo demás, mienten para protegerse de los posibles daños y peligros del entorno social. En este artículo verás cómo gestionar la incertidumbre.
  • Miedo al rechazo: las personas con temor a ser rechazadas, tanto por cualidades físicas como de personalidad, pueden hacer uso de la mentira. En efecto, mentimos para sentirnos aceptados por la sociedad.
  • Mandatos familiares: los miembros del entorno familiar son la principal referencia que posee una persona mientras va creciendo. Si en el entorno más cercano se miente de forma habitual, hay muchas posibilidades de que la persona adopte la mentira como patrón de conducta.
  • Baja autoestima: la falta de amor propio y las inseguridades pueden llevar a que alguien mienta para evitar que otras personas puedan percibir cómo es realmente. Descubre cómo superar la inseguridad en este artículo.
  • Evitación de castigos: cuando alguien lleva a cabo una acción por la que sabe que debe ser castigado/a, es posible que aluda a una mentira para evitar dicha consecuencia.
  • Trastornos mentales: en casos puntuales, el uso de la mentira puede corresponderse a la presencia de algún trastorno mental. Sin embargo, el diagnóstico debe ser precisado por un profesional de la salud mental que evalúe las condiciones clínicas de cada persona.

Ejemplos de las mentiras más habituales

Para entender mejor por qué mentimos, es preciso mencionar en qué situaciones concretas se usa más este recurso. A continuación, brindaremos algunos ejemplos de las mentiras más habituales de las personas:

  • Suspender un examen: un/a alumno/a ha suspendido un examen en la escuela. Para evitar el castigo provisto por sus padres, podría decirles que obtuvo una calificación alta.
  • Ser infiel: un hombre le ha sido infiel a su esposa, dado que tiene una amante, sin embargo, decide no compartir esta información con su pareja para que la misma no sufra el desengaño amoroso.
  • Mentir sobre las propias capacidades: cuando una persona dice que sabe hacer una cosa, cómo nadar o pelear, pero en realidad no saber hacerlo. En este caso, la gente miente para quedar bien enfrente de los demás.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
  • Suarez, T., Caballero, A., Sánchez, F. (2009). Incidencia de la mentira en la confianza y la cooperación en el ámbito laboral. Revista Latinoamericana de Psicología, 41 (2), 213-224.