Por qué no me acuerdo de lo que estudio

Por qué no me acuerdo de lo que estudio

El estudio es una labor exigente que emprenden todos los estudiantes. Un motivo de frustración habitual es no memorizar la información estudiada después del esfuerzo invertido en la tarea. Existen distintos motivos cotidianos por los que puede producirse esta circunstancia. Razones que explicaremos detalladamente en este artículo tan interesante.

Porque identificar la causa es el mejor medio para encontrar un remedio adecuado. ¿Por qué no me acuerdo de lo que estudio? En Psicología-Online, enumeramos las causas y te damos consejos prácticos para mejorar tus resultados académicos por medio de un plan de acción eficaz.

He estudiado y no me acuerdo de nada

Es posible que nos haya pasado en alguna ocasión, descubre los frenos que afectan a tus resultados académicos:

1. Estudiar en el último momento

Es un error frecuente el de empezar a repasar cuando solo quedan unos días para la fecha del examen. Estudiar con prisa dificulta los resultados, especialmente, en el institito o la universidad.

En este caso, es recomendable que establezcas un calendario de estudio para dedicar un tiempo objetivo a las distintas materias. Invierte más tiempo en aquellas asignaturas que te resultan más complejas.

2. Entorno de aprendizaje

Algunos hábitos también pueden dificultar la comprensión. Por ejemplo, en la era de las nuevas tecnologías, los estudiantes que se ponen delante de los libros contando con la interrupción constante del teléfono móvil, sienten cómo estas pausas continuas generan la atención dispersa que rompe con el buen ritmo de la concentración. Igualmente sucede cuando estudias con música alta o cuando acudes a la biblioteca con algunos de tus compañeros de clase y las charlas interrumpen de manera recurrente el objetivo principal.

Elige un lugar cómodo, silencioso y con buena iluminación. Ten sobre la mesa, únicamente, el material que vas a utilizar en ese momento para preparar esa asignatura.

3. Falta de comprensión

En ocasiones, los alumnos tardan tiempo en buscar la ayuda de un profesor particular y, de este modo, acumulan desconocimiento en torno a esa asignatura. Esto hace que para el alumno sea cada vez más difícil concentrarse y afrontar con una actitud positiva esa asignatura.

Esta es una de las razones por las que es conveniente asistir a clases de refuerzo ante los primeros síntomas de dificultad.

Las dificultades de lectura también afectan al nivel de comprensión de un enunciado. Y, por tanto, este es un freno visible en el estudio, incluso, en materias de ciencias.

4. Hábitos inadecuados

El propósito de estudiar un examen no debe hacer que te olvides de lo más importante: tu propio bienestar. Por ejemplo, el cuidado de tu descanso, la alimentación, la práctica de ejercicio físico y el cultivo de tiempo libre. Tu nivel de energía no es infinita y el cerebro no es una máquina.

5. Estado de ánimo

Cuando una persona vive un periodo de tristeza intensa, este nivel de malestar marcado por las preocupaciones, altera la disposición del alumno en el estudio de una manera natural. En este tipo de situación, tiene que hacer un sobreesfuerzo añadido para centrarse ante los libros como bien saben los docentes.

Las circunstancias personales también afectan a los resultados académicos sin que ello signifique que el alumno no se implica.

Cómo recordar lo estudiado

  1. Utiliza las técnicas de estudio que más te ayuden a reforzar el aprendizaje: el subrayado, los esquemas, los mapas conceptuales o las reglas mnemotécnicas. Además, los mapas interactivos también pueden ser especialmente prácticos en algunas materias, por ejemplo, geografía.
  2. Combina el tiempo de estudio en casa con los momentos de repaso en la biblioteca para romper la rutina y desconectar del propio hogar. Al ir a la biblioteca es recomendable que acudas a primera hora para tener más opciones de elegir el sitio que más te guste y en el que más cómodo te encuentres.
  3. No confundas el estudio con la memorización literal de las frases. Es importante que razones y que reflexiones en torno a lo aprendido para comprenderlo y así poder expresarlo con tus propias palabras.
  4. Fragmenta los temas extensos en partes más pequeñas para poder abarcar la unidad de forma gradual. De este modo, tu nivel de motivación aumenta al hacer que lo difícil sea más sencillo.
  5. Antes de empezar a subrayar, es muy importante que realices una lectura general del tema para tener una visión del contenido. A partir de entonces, subraya una primera idea principal por párrafo utilizando un color llamativo que destaque sobre el resto.

6 hábitos para ejercitar tu memoria

  1. Fomenta el hábito de la lectura. Es muy recomendable que no solo leas por obligación cuando estudias un texto y conectes con el disfrute de leer por placer puesto que al reforzar la comprensión lectora también incrementas tu propia capacidad de aprendizaje. Si has llegado a la conclusión de que no te gusta leer, esta idea es equivocada. Simplemente, no has encontrado el género que te apasione.
  2. Fomenta tu autonomía respecto de los recursos tecnológicos. Aunque tienes la posibilidad de consultar en la agenda los números de teléfono de tus contactos, en realidad, es recomendable que conozcas de memoria cuáles son los números que utilizas habitualmente. Del mismo modo, realiza los cálculos matemáticos del día a día sin utilizar calculadora.
  3. Rompe la rutina. Cuando te mantienes en tu zona de confort, te estancas en los márgenes de la realidad conocida. Por el contrario, la novedad es un estímulo para la mente.
  4. Utiliza un reloj de pulsera para consultar la hora en lugar de usar el móvil. De este modo, evitas las interrupciones tecnológicas cuando estás estudiando. A su vez, dedica un tiempo realista a los objetivos de aprendizaje.
  5. Fomenta el orden exterior en tu hogar puesto que existe una relación directa entre el espacio en el que te sitúas y tu propia percepción interior. El desorden externo incrementa el caos, por el contrario, el orden facilita la armonía y la paz interior. Antes de sentarte en tu escritorio para estudiar, ordena la mesa.
  6. Disfruta de una dieta sana y equilibrada puesto que los alimentos son una fuente de energía física y mental. Convierte en un hábito el placer de empezar cada nueva jornada con un buen desayuno.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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