Por qué no me acuerdo de nada cuando bebo

Las lagunas mentales por beber suelen suceder cuando la toma de alcohol ha sido excesiva o se ha bebido demasiado rápido. Cuando el nivel de alcohol en sangre es muy elevado y aumenta con rapidez, este se encarga de adormecer la parte del cerebro encargada de generar recuerdos, las neuronas situadas en el hipocampo dejan de funcionar correctamente hasta que los niveles de alcohol en sangre empiezan a disminuir lo suficiente. Podemos afirmar que no es que no nos acordemos de nada cuando bebemos, es que no generamos recuerdos.

Beber alcohol y no acordarse de nada es algo peligroso, eso es debido a que, pese que hay una parte del cerebro adormecida, nuestra mente y nuestro cuerpo siguen funcionando de algún modo. Nos comportamos distinto, agresivos e incluso podemos meternos en problemas sin acordarnos al día siguiente. Este tipo de amnesia alcohólica no es algo que tomarse a la ligera, podemos llegar a perder el control de nuestros actos y luego no acordarnos de nada.

Para evitar este fenómeno la próxima vez que queramos salir a tomar algo, debemos comer bien antes de beber, tomar lentamente y con moderación. Hay varios estudios que, además, afirman que hay menos probabilidades de tener lagunas mentales si bebemos cerveza en vez de licores fuertes.

Existen dos tipos de pérdidas de memoria y estas suelen depender del grado de borrachera que tuvimos la noche anterior:

• Lagunas parciales o fragmentarias: son las pérdidas de memoria más comunes, estas se asemejan a pequeños vacíos en los recuerdos de la noche anterior. Por ejemplo, podemos no acordarnos de que sonara una canción en concreto o de hablar con una chica desconocida en la cola del baño.
• Lagunas totales: también conocidas como blackout, estas lagunas son las más peligrosas puesto que eliminan grandes partes de la noche en bloque, como si ciertas horas no hubieran existido nunca. Cuanto más alcohol se toma, más complicado lo tendrá el hipocampo para generar recuerdos, por lo que una laguna total suele ser signo de una ingesta extremadamente elevada.

Resulta interesante comentar que, por muy acostumbrados que estemos a beber, podemos generar tolerancia a muchos niveles, pero no podemos hacer que el hipocampo (el área destinada a generar recuerdos) genere tolerancia al alcohol.

El primer paso tras despertarnos después de una noche de fiesta es mantener la calma. Es posible que nos preguntemos cosas como "¿qué ocurrió anoche?" "¿por qué no me acuerdo de nada cuando bebo?". También pueden aparecer síntomas de ansiedad y mucha preocupación por lo que hemos hecho la noche anterior. Lo hecho hecho está y perder los estribos no es una buena solución, la próxima vez que salgamos deberemos tener en cuenta esa sensación tan desagradable para evitar beber demasiado alcohol.

Recordar una noche de borrachera no es fácil y normalmente no se consigue del todo, sin embargo podemos hacer algunos ejercicios para lograr recuperar la memoria o, si más no, para tener breves flashes de la noche anterior:

• Habla con tus amistades que estuvieron ahí. A lo mejor tampoco bebieron tanto, se acuerdan mejor y pueden explicarte con más detalle qué hiciste anoche.
• Revisa tu teléfono móvil, mira a quién llamaste o si enviaste algún mensaje concreto que pueda darte alguna pista.
• Pregunta a tus amigos si hicieron fotografías o mira en la galería de tu teléfono.
• Revisa los pasos que hiciste antes de llegar a la cama, dónde bebiste primero, en qué bar o discoteca terminaste, si cogiste taxi o transporte público...
• Une los pocos recuerdos que tengas: en ocasiones, recuperar la memoria después de una borrachera puede asemejarse a hacer un puzzle. Reunir los recuerdos y crear la historia de la noche anterior a partir de ellos puede ayudarnos a sentirnos mejor.

Si esta frase puede definir una parte de tu vida ten cuidado, el consumo excesivo de alcohol puede derivar en una seria adicción. No debemos olvidar que, a pesar de ser legal, el alcohol es una droga muy peligrosa. Si al beber nos sentimos que somos una persona distinta puede ser debido a muchos de los efectos que está produciendo el alcohol en nuestra mente. La bebida también afecta a otras partes del cerebro, no solamente al hipocampo (de hecho, hay expertos que afirman que afecta a todo el cerebro). Cuando bebemos, los sistemas encargados de inhibirnos se "apagan" y las neuronas encargadas de la toma de decisiones se ven alteradas. Todo ello hace que nos convirtamos en otra persona al beber.

Estos cambios de personalidad pueden ser ligeros e incluso graciosos al principio, es posible que con dos copas de más seamos ligeramente más simpáticos y abiertos. Sin embargo, los cambios de personalidad por la toma de alcohol son peligrosos y pueden generar altercados mientras estamos en situación de embriaguez.

Los excesos nunca son buenos y menos en la bebida. La próxima vez que nos preguntemos ¿por qué no me acuerdo de nada cuando bebo?, ya tendremos la respuesta científica. Sin embargo, el verdadero problema no reside en la falta de memoria, sino en el descontrol al beber alcohol. Es importante recordar que podemos pasar un buen rato con nuestros amigos o nuestra pareja sin tener la necesidad de beber descontroladamente.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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