¿Qué es el efecto halo en psicología?

El efecto halo es hoy predominante, pero no es un nuevo fenómeno social: se trata de un sesgo cognitivo identificado por primera vez por Edward L. Thorndike (1920) en el marco de sus estudios sobre los errores de las evaluaciones psicológicas en el ámbito militar. En esencia, la evaluación de un solo elemento afecta a la evaluación de otros elementos, lo que influye en el juicio final. Es decir, el efecto halo es hacer un juicio global por una primera impresión parcial.

El efecto halo se produce cuando las diferentes características se correlacionan entre sí, sin ninguna verificación. Típico es el caso de atribuir cualidades adicionales a sujetos cuando en realidad no están presentes: a menudo se tiende a combinar los conceptos de bello y/o bueno. Este efecto se produce con más frecuencia cuando se tiene prisa o se tiene poca información directa necesaria para la evaluación y se busca en memoria.

El concepto de efecto halo ha sido ampliamente estudiado y teorizado en psicología; sin embargo, los efectos de este fenómeno han sido observados y analizados en tiempos más recientes también en otros sectores como, por ejemplo, el de los recursos humanos y del marketing:

• En los recursos humanos, el efecto halo podría ser la tendencia a dejarse influenciar por una sola de las características personales o profesionales del evaluado en un proceso de selección. Esta única característica, ya sea positiva o negativa, prevalece sobre todas las demás hasta el punto de resultar determinante en el juicio final. Por ejemplo, el responsable de la contratación evalúa una característica de la persona de una manera específica y, a continuación, amplía el juicio de esa característica al juicio sobre todas las demás.
• El efecto halo es fascinante y bien conocido en el mundo de los negocios. En particular, puede afectar al juicio global que se formula sobre un objeto y, por tanto, puede tener efectos sobre la percepción que los consumidores tienen de los productos y de las marcas. Por ejemplo, existe en el comercio un efecto halo particular llamado "reputación de marketing". ¿En qué consiste? Lo veremos con uno de los ejemplos del efecto halo en marketing. Un libro que imprimió el logo de "Harvard Classics" en la portada puede tener el doble del precio de un libro idéntico que no tenga el mismo respaldo. En efecto, existen diferentes situaciones en las que es posible comprobar la influencia del efecto halo en las que las empresas consiguen beneficiarse de este fenómeno.

El efecto halo es el mecanismo en virtud del cual se tiende a atribuir características presuntas, sobre la base de características observadas. Se trata de una metáfora que indica cómo la impresión positiva que se tiene de alguien, en relación con una determinada área (por ejemplo, el aspecto físico y por lo tanto la belleza), tiende a extenderse o a condicionar la opinión que se tiene del mismo individuo u objeto en relación con otras áreas no relacionadas (como la personalidad o la competencia en el trabajo).

Los efectos halo son un caso especial de errores de juicio en la formación de las impresiones,muy potentes y capaces de invalidar profundamente la capacidad de juicio de las personas que evalúan de manera directa e inconsciente.

¿Por qué se produce el efecto halo? Este proceso de categorización mental está determinado por la necesidad del ser humano de clasificar la realidad de manera ordenada y psicológicamente económica: en una persona apenas conocida se tiene muy poca información disponible para poder formular un juicio fiable; sin embargo, también hay que confiar en pocas impresiones para formar una imagen significativa de la personalidad lo más rápido posible, y por lo tanto comportarse adecuadamente. En general, este proceso de evaluación de la otra persona se lleva a cabo de manera totalmente inconsciente, haciendo que el efecto halo tenga una enorme influencia en la interacción entre seres humanos, por lo que nos resulta difícil juzgar objetivamente.

Cualquier persona que conozca los procesos que se desarrollan en la delicada fase de conocimiento mutuo, fácilmente influenciables por el efecto halo, tiene una clara ventaja: numerosos son los estudios americanos sobre las tasas de imputación de culpas inferiores a condenados agradables estéticamente, en comparación con los condenados no guapos que presentaban los mismos cargos.

Obviamente, el mecanismo funciona también en sentido negativo: por ejemplo, en el caso de la profesión psicológica, corremos el peligro, al estar en presencia de un paciente con trastornos psíquicos, dejarnos nublar la mente por las nociones teóricas que poseemos sobre estas patologías y sobre las consecuencias que suponemos estas tengan en la vida del sujeto, para atribuirle una serie de carencias presuntas, tratándolo en consecuencia, sin verificar el alcance real de los límites de ese paciente. El efecto halo corre el riesgo de pegar en la frente de la gente etiquetas indelebles, estereotipos resistentes en el tiempo y halos negativos, que se extienden a toda su vida.

La aplicación del efecto halo se puede explicar con ejemplos concretos, según los estudios:

• Las personas más atractivas se consideran automáticamente más inteligentes, aunque no existe ninguna relación entre aspecto e inteligencia.
• Las personas más gordas se consideran, entre otras cosas, más delgadas, pero tampoco aquí no hay ninguna relación.
• Los profesores consideran a los estudiantes más atractivos como más competentes.
• El simpático conductor se considera automáticamente inteligente.

Este proceso mental impregna todos los aspectos de nuestra vida: puede ocurrir en el trabajo, con un colega nuevo, puede ocurrir en la calle, puede ocurrir en cualquier momento. Es tan poderoso que influye en nuestro juicio sin que nos demos cuenta.

Piensen en una persona de la que no saben mucho, pero que pueden ser estéticamente muy hermosas, como un personaje de cine. Tanto si se trata de Antonio Banderas, Penélope Cruz, Javier Bardem u otros, en general si se le pregunta a alguien qué piensa de ese personaje famoso, tenderá, por efecto halo, a enumerar características positivas que en realidad no conoce. Si una persona es considerada como "hermosa", en efecto, es probable que sea percibida también como inteligente, brillante, simpática, etc. aunque no la conozca en profundidad o en absoluto.

En este artículo encontrarás todos los tipos de sesgos cognitivos.

Ahora nuestra pregunta es: ¿cómo podemos evitar el efecto de halo? Pues bien, basta reflexionar un momento, basta no quedarnos con el primer juicio, en la primera evaluación. Tenemos que tratar de ir más allá y averiguar quién está detrás del "vestido". No olvidemos que, muy a menudo, el traje no hace absolutamente el hombre (aunque a veces, sí).

Es indispensable, por tanto, evitar juicios inmediatos y apresurados, basados únicamente en las impresiones externas, pero, por el contrario, recoger la mayor información posible sobre la historia de cada uno de nuestros objetos de evaluación, para permitirles siempre ser diferentes de la opinión que se tiene hasta entonces. ¡El efecto halo aguanta hasta que nos encontramos con evidencia evidente de lo contrario!

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

Si deseas leer más artículos parecidos a ¿Qué es el efecto halo en psicología?, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Psicología cognitiva.