Qué es el sesgo de confirmación

Qué es el sesgo de confirmación

Todos estamos siempre ansiosos de verificar nuestras creencias, pero menos inclinados a buscar pruebas que puedan refutarlas, un fenómeno llamado sesgo de confirmación. ¿Qué es el sesgo de confirmación en psicología? Es precisamente esa tendencia a buscar información que confirme nuestras impresiones lo que nos ayuda a explicar por qué la imagen de uno mismo permanece extraordinariamente estable.

Según Ramón Nogueras (2020) este sesgo “es la solución a la disonancia cognitiva y es lo que más importa cuando explicamos por qué creemos en mierdas y, sobre todo, por qué seguimos creyendo en mierdas, aunque nos demuestren que no son verdad”. Más aún: como nos recuerda el mismo Nogueras, el sesgo de confirmación puede llevarnos a creer que el que no haya evidencia de algo es, precisamente, prueba de ese algo.

Con este artículo de Psicología-Online veremos qué es el sesgo de confirmación, con algunos ejemplos que lo describen más claramente.

¿En qué consiste el sesgo de confirmación?

¿Cómo funciona el sesgo de confirmación? Creemos en lo que queremos creer, como todos los demás seres humanos. Pero, ¿tenemos la certeza de que nuestra visión de la realidad se corresponde con la realidad? Cuando tomamos una decisión, es como si nuestro cerebro ni siquiera tuviera en cuenta todo lo que puede desacreditar nuestras creencias ocultas: los datos en línea con nuestra forma de pensar, en cambio, ganan mucha más credibilidad a nuestros ojos.

¿Qué es el sesgo? El sesgo en la psicología, de hecho, indica una distorsión del pensamiento, y en este caso representa nuestra tendencia automática a buscar información que confirme las convicciones que ya tenemos. Rara vez somos conscientes de esta distorsión: nuestra mente acciona el piloto automático, buscando en el ambiente informaciones que nos den razón. Por ejemplo, si tenemos la creencia arraigada de ser aburridos, automáticamente veremos la prueba cuando alguien bosteza; si alguien cambia de tema, deducimos que no estamos diciendo nada interesante; nosotros solo nos damos cuenta de la información consistente con lo que nosotros estamos convencidos.

También la memoria recuerda, sobre todo, las informaciones que confirman nuestras convicciones. Las personas deprimidas recuerdan selectivamente los fracasos, los rechazos y las decepciones; sus recuerdos se ven influidos por el estado de ánimo del momento y por las convicciones negativas que tienen sobre sí mismas. De la misma manera, en base a sus prejuicios, recordarán selectivamente la información consistente con la idea de que no son deseables o interesantes o capaces de mantener a la persona amada con ellas. No lo hacen porque quieran sufrir, sino simplemente porque su mente funciona automáticamente.

El mismo sesgo de confirmación interviene cuando pensamos en los demás. Por ejemplo, si creemos que los demás son poco fiables, observamos y recordamos selectivamente la información que confirma que engañan, mienten y manipulan.

En este artículo encontrarás todos los tipos de sesgos cognitivos.

Los sesgos de confirmación más comunes

Es muy fácil caer en errores como el sesgo de confirmación, y deberíamos tener mucho cuidado de evitarlos. Es pero parte de la naturaleza humana enfocarse en unos pocos logros relevantes e ignorar todos los fracasos, cuando uno quiere firmemente que algo sea verdad. Es muy probable que se observe el sesgo de confirmación en las siguientes situaciones:

  • Debates políticos, en particular durante los encuentros/enfrentamientos entre diferentes facciones muy polarizadas.
  • Temas de interés público, como la eutanasia, la legalización de las drogas blandas, la unión civil...
  • Diagnóstico, cuando por ejemplo un/a médico/a que está leyendo nuestros síntomas bajo un determinado cuadro de diagnóstico tiende a excluir a otros, y busca confirmar su hipótesis inicial.
  • Gestión de riesgos y emprendimiento, cuando, por ejemplo, un/a empresario/a convencido/a de su idea tenderá a llevarla adelante incluso frente a clamorosos fracasos.
  • Elección de libros y periódicos para leer, porque difícilmente nos imaginamos un lector de la izquierda leer un diario de la derecha.
  • Teorías conspirativas, como las relacionadas con las estelas químicas, la tierra plana, las vacunas, el 11 de septiembre y el hombre en la luna.
  • Astrología o clarividencia, porque aquellos que creen en los horóscopos, por ejemplo, tienden a considerarlos predictivos, sin importar el lenguaje extremadamente genérico utilizado para hacerlos adaptables a una multitud de interpretaciones personales. El efecto Forer explica por qué hay personas que creen en el horóscopo.

Este error cognitivo es tan común que, incluso, en los países anglófonos se habla también en el lenguaje de todos los días y existe una nomenclatura que se utiliza precisamente en referencia a la manera en que seleccionamos informaciones y fuentes según nuestras convicciones: "cherry-picking".

Ejemplos de sesgos de confirmación

Ya hemos hablado de algunos ejemplos cotidianos del sesgo de confirmación. A continuación veremos experimentos del cesco de confirmación que lo ejemplifican e ilustran más claramente:

  • Las personas tienden a no buscar la información que podría refutar sus creencias. Walson (1960) lo demostró, dando a algunos sujetos una secuencia de tres números - 2, 4, 6 - que se ajustaban a una regla que tenía en mente, y la regla era simplemente "cada triple ascendente". Para permitir a los participantes descubrir la regla, Walson invitaba a cada persona a crear secuencias de tres números; cada vez, Walson le decía a la persona si la secuencia era o no conforme a su regla, y tan pronto como los participantes estaban seguros de haberla descubierto, debían detenerse y anunciarla. ¿El resultado? Raramente correcto, pero nunca dudado: 23 de los 29 participantes estaban convencidos de una regla equivocada. Se formaban creencias erróneas sobre la regla (por ejemplo, contar por dos) y luego buscaban pruebas de confirmación (por ejemplo, probando 8, 10, 12) en lugar de intentar refutar sus intuiciones.
  • En los experimentos en la Universidad de Austin, Texas, William Swann y Stephen Read (1981) descubrieron que los estudiantes buscan, deducen y recuerdan los comentarios que confirman sus creencias sobre sí mismos. Las personas buscan como amigos y cónyuges a aquellos que apoyan su visión de sí mismos, incluso cuando tienen poca autoestima.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Bibliografía
  • HCE University (2020). Bias cognitivi: confirmation bias. Recuperado de: https://www.hce.university/blog/bias-cognitivi-confirmation-bias/
  • Leahy, R. L. (2019). The jealousy cure. Learn to trust, overcome possessiveness, and save your relationship. Oakland: New Harbinger
  • Myers, D. G. (2008). Social Psychology. Nueva York: McGraw-Hill.
  • Nogueras, R. (2020). Por qué creemos en mierdas. Madrid: Kailas Editorial.