Qué es hambre emocional y cómo superarla

Qué es hambre emocional y cómo superarla

El hambre emocional lleva a la persona afectada a ingerir alimentos para saciar una falsa sensación interna de hambre. En realidad, este atracón de comida viene provocado por una sensación de desasosiego interior que, debido a diferentes factores, empuja a la persona a ingerir de manera automática comida con la intención de calmar esta extraña sensación. Este comportamiento desajustado, en tanto que no responde a necesidades reales del cuerpo y sí a emociones inconscientes, puede provocar problemas físicos y emocionales.

En este artículo de Psicología-Online hablaremos sobre qué es el hambre emocional y cómo superarla. Explicaremos en qué consiste este trastorno, cuáles son sus causas, cómo diferenciarlo del hambre real y detallaremos diferentes modos de afrontar esta conducta desajustada y mejorar la situación personal de las personas afectadas.

Qué es el hambre emocional

El hambre emocional es un trastorno de la alimentación que lleva a la persona a ingerir alimentos de manera impulsiva e incontrolada con la intención de saciar una "falsa" sensación de hambre. El hambre emocional no responde a necesidades fisiológicas de hambre reales, sino a necesidades afectivas, emocionales o psicológicas de las que la persona que la sufre no toma clara conciencia.

Al igual que puede ocurrir con cualquier otro trastorno psicológico adictivo, como la drogodependencia, el tabaquismo, el alcoholismo, la vigorexia o la dependencia emocional, el hambre emocional utiliza un modo no fortuito de un medio "in-útil" (no útil) para calmar el desasosiego interior. En este caso, la comida se convierte en el instrumento utilizado para acallar las emociones.

Qué ocasiona el hambre emocional

El hambre emocional responde a emociones negativas profundas e intensas que permanecen en el inconsciente. Precisamente, es esa falta de consciencia de su presencia lo que genera una sensación de desasosiego interior que, por diferentes y variados motivos, puede paliarse mediante la ingesta desmesurada e incontrolada de alimentos.

El malestar emocional interior, que da lugar al hambre emocional, suele ser el resultado de carencias emocionales, necesidades insatisfechas o conflictos no resueltos, entre otros. Sea cual sea el origen concreto, este se activa ante determinadas situaciones de la vida y, al igual que ocurre con otras conductas adictivas, la persona recurre a la ingesta incontrolada de alimentos como medio para calmar esta ansiedad interior.

Actualmente, podría decirse que se trata de un problema mucho más común de lo que podríamos creer. En diferentes grados e intensidades, el hambre emocional se presenta ante deficiencias emocionales que, a día de hoy, están presentes en mayor o menor medida en la mayoría de la población. En este artículo profundizamos en la duda sobre por qué no puedo dejar de comer.

Consecuencias del hambre emocional

Podría decirse que el hambre emocional como mecanismo de resolución del problema, como suele ocurrir con todas respuestas reactivas ante conflictos psicológicos inconscientes, tiene una primera intención de ayudarnos, al pretender rebajar o quitar el malestar interno vivido. Sin embargo, dadas las consecuencias negativas que genera a largo plazo, se trata de un medio inadecuado que debe ser sustituido por una resolución más satisfactoria y saludable.

A continuación, mencionaremos cuáles son las consecuencias del hambre emocional:

  • Malestar inmediato tras la ingesta de alimentos.
  • Posible derivación hacia problemas mayores, como la anorexia y la bulimia.
  • Merma de la autoestima.
  • Altera la calma interior.

Además, las industrias alimentarias se dedican a producir alimentos con ciertas sustancias, cuyo consumo produce un "alivio instantáneo", pero poco duradero, de la ansiedad interior. Por este motivo, el hambre emocional suele provocar el consumo adictivo y descontrolado de alimentos que, por su composición, no son nada saludables.

Cómo saber si es hambre o hambre emocional

Un modo de saber si tengo hambre emocional es intentar diferenciarla del hambre real. De esta forma, una vez localizada el hambre emocional, podrás implementar estrategias diferentes a las aplicadas hasta el momento para combatirla, liberarte de ella y resolver adecuadamente tu conflicto interno latente.

Según el psicólogo especialista en trastornos alimentarios, Manuel Antolín[1], el hambre emocional se diferencia del hambre física en los siguientes cinco aspectos:

  • Causa: el hambre física aparece por ciertas necesidades nutricionales que el cuerpo tiene en determinado momento. El hambre emocional, sin embargo, surge como respuesta a ciertos conflictos internos psicológico-emocionales.
  • Aparición: el hambre física se manifiesta de manera gradual y puede esperar, mientras que el hambre emocional surge de modo más abrupto y con bastante intensidad e impaciencia.
  • Saciedad: el hambre física es cubierta una vez hemos ingerido los nutrientes necesarios que nuestro cuerpo demandaba. Por el contrario, el hambre emocional difícilmente es saciada a pesar de que, en muchas ocasiones, nuestro cuerpo ha quedado empachado por la comida ingerida.
  • Alimentos escogidos: el hambre física escoge aquellos alimentos que, por sus nutrientes, cubren las necesidades fisiológicas del cuerpo. En cambio, el hambre emocional suele desear alimentos carentes de nutrientes y cargados de sustancias poco saludables, como grasas o azúcares.
  • Emociones que genera: tras la satisfacción del hambre física, la persona queda fortalecida, tranquila y satisfecha. Una vez acabado un atracón como resultado del hambre emocional, la persona se siente decepcionada consigo misma y la tristeza y la ira suelen acompañarle. Descubre cómo gestionar la tristeza en este artículo.

Cómo superar el hambre emocional

En tanto que el hambre emocional es otro trastorno psicológico adictivo, nuestra recomendación es intentar buscar una solución cuando antes para evitar males mayores a medio o largo plazo. Como todo proceso de resolución de problemas psicológicos, vencer el hambre emocional supone transitar por el camino de autoconocimiento personal, cuidado y mejora de estrategias de resolución de conflictos.

A continuación, te ofrecemos algunos consejos para controlar el hambre emocional:

  1. Inicia un trabajo de autoconocimiento personal que te ayude a tomar conciencia de tu problema y te ayude a indagar en las causas que lo han originado, ya que este tipo de trastornos son una respuesta reactiva ante un conflicto interno.
  2. Aprende a detectarla y busca alternativas: ayudado/a por el trabajo terapéutico, aprende a detectar cuando sientes hambre emocional, y no hambre física, y busca alternativas que calmen ese desasosiego interior. Por ejemplo, puedes salir a pasear, respirar de forma consciente, practicar relajación corporal, etc.
  3. Aprende a alimentarte de forma saludable: en muchas ocasiones, el hambre emocional se origina como hambre física conectada a las insatisfacciones emocionales y, en caso de no ser controlada, lleva al consumo desmesurado de alimentos no saludables que empachan nuestro cuerpo, sin nutrirlo con lo que necesita. Comer de forma saludable cubrirá tus necesidades fisiológicas y te dará herramientas para superar el hambre emocional e ingerir alimentos saludables que "apaguen" la ansiedad interior.
  4. Llama a una persona querida: en ciertos momentos de soledad en los que permanecemos inactivos, se activa el hambre emocional recordándonos nuestro vacío emocional. Cuando percibas sus señales, llama y queda con buenos amigos y seres queridos para acabar con la ansiedad.
  5. Haz todo aquello que te hace feliz: cuando percibas señales de hambre emocional, debes centrarte en aquellas acciones que te fortalecen para hacer desaparecer cualquier insatisfacción interior.
  6. Aprende a controlar tus impulsos: si quieres vencer el hambre emocional, cuando aparezca, debes aprender a controlar tus impulsos y, si has iniciado el consumo compulsivo, intenta detenerlo.
  7. Sana tus heridas interiores: el trabajo terapéutico te ayudará a sanar el dolor provocado por tus heridas y a imprimir en tu interior nuevas imágenes sobre ti mismo/a, sobre los demás y sobre la vida. Esto supondrá el borrado completo de cualquier síntoma de hambre emocional.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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Referencias
  1. Antolín Gutiérrez, M. (2018). Hambre emocional. Una puerta hacia el interior. Cómete el mundo. El blog de los trastornos alimentarios.
Bibliografía
  • Jan Chozen Bays (2013). Comer atentos. Editorial Kairós.