Qué es la alegría en psicología

Según la psicología, se puede definir la alegría como una sensación agradable que se experimenta en un momento determinado. También puede describirse como el estado de ánimo asociado con la felicidad, el placer y el bienestar. Etimológicamente deriva del latín “alacer”, que se traduce como vivaz y animado, por lo que la alegría se relaciona con la energía y las buenas vibraciones emocionales.

En la psicología positiva, la alegría es uno de los cinco pilares fundamentales del bienestar subjetivo. Por lo tanto, está asociada al entusiasmo y a la excitación, por lo cual se conecta con una fuerte sensación de bienestar y progreso.

Unido a eso, tomando como referencia el concepto del APA Dictionary of Psychology^[1], podemos decir que la alegría según la psicología es un sentimiento de extremo deleite y exaltación que viene de una sensación de bienestar. Asimismo, el sentimiento de la alegría puede ser de dos tipos:

• Alegría activa: queremos compartir nuestro placer con los demás.
• Alegría pasiva: es una emoción más personal e íntima que disfrutamos de manera individual.

¿Qué causa la alegría?

La alegría puede ser causada por personas, objetos o situaciones. Por ejemplo, los niños experimentan alegría al ver a sus padres y a sus amigos, pero también cuando les regalan un juguete nuevo o van a su parque favorito a pasar la tarde.

En definitiva, para que la alegría exista debe haber un estímulo externo o un recuerdo placentero que active los neurotransmisores que liberan determinadas hormonas relacionadas con las emociones significativas.

Al experimentar la alegría, el cuerpo libera distintas hormonas, como la dopamina y la serotonina, que son neurotransmisores activos en el cerebro. Por lo tanto, los beneficios de la alegría en psicología son muchos. Los describiremos a continuación:

• Aumenta la confianza y eleva los niveles de autoestima, ya que tenemos una mejor opinión sobre nosotros.
• Fomenta la energía física y disminuye los niveles de estrés.
• Combate la ansiedad y la depresión: cuando una persona está en un estado de depresión, tiene bajos niveles de oxitocina y serotonina, lo que le dificulta experimentar la alegría.
• Permite tomar decisiones más claras y mejora el rendimiento en las actividades.
• Disminuye los pensamientos negativos y permite darle un enfoque positivo a las distintas situaciones.
• Regula la interacción social y fomenta la empatía.
• Mejora el sueño y te ayuda a descansar mejor por las noches.
• Modificar la respuesta inmune del cuerpo: ayuda a controlar algunas hormonas, como el cortisol, que son capaces de alterar la salud.
• Ayuda a relajarse: cuando nos sentimos felices se libera oxitocina, una hormona asociada con la calma y la relajación.

En definitiva, los beneficios de la alegría no son solo mentales, sino también son físicos. De hecho, un estado de ánimo equilibrado es especialmente importante para las personas que se recuperan del cáncer, de lesiones cerebrales traumáticas o con colesterol alto. Además, una persona con alegría contagia ese estado de buen humor y felicidad a los demás.

¿Quieres saber si existe alguna diferencia entre la felicidad y la alegría? Aunque la felicidad y la alegría a menudo se confunden como sinónimos o conceptos iguales, la verdad es que tienen una gran diferencia entre sí.

Para empezar, la felicidad es un estado que acompaña a un determinado proceso de principio a fin, mientras que la alegría se asocia con un momento en particular. Por lo tanto, al experimentar la alegría se expresa gozo y suele ser una emoción pasajera. No obstante, la felicidad suele ser más perdurable y no existe tanta demostración de exaltación.

Por ejemplo, cuando nos obsequian un presente, sentimos alegría, pero al alcanzar un logro académico o profesional experimentamos la felicidad, una sensación que se prolonga en el tiempo. Además, la alegría no siempre proviene de uno/a mismo/a, puesto que puede derivar de factores externos.

No obstante, la felicidad tiene que ver con el placer del “Yo” interior. Por eso, es algo intrínseco y muy personal que depende de la escala de valores de cada quien. En definitiva, la alegría se define como una emoción momentánea, pero la felicidad es perdurable y para alcanzarla es necesario experimentar la alegría. Si te interesa saber más, en este artículo, te contamos cómo conseguir la felicidad personal.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que trate tu caso en particular.

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